Maduro dice que lo que no logre con los votos, lo logrará con las armas
El presidente de Venezuela asegura que está preparado para emprender un combate
Maolis Castro
Caracas, El País
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha dicho este martes que está dispuesto a preparar una embestida armada para defender su gobierno. "Aspiro a que el mundo escuche después de 90 días de violencia, de destrucción y de muerte: si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate. ¡Nosotros jamás nos rendiríamos! ¡Lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas, liberaríamos nuestra patria con las armas!", ha expresado en un acto en Caracas.
Hace tres meses que la oposición ha comenzado una serie de protestas por dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, un tentáculo del chavismo, que habían despojado de competencias a la Asamblea Nacional (dominada por la coalición Mesa de la Unidad Democrática) y eliminado el fuero de sus parlamentarios. De las manifestaciones han resultado 76 personas muertas, más de 3.300 detenciones calificadas como arbitrarias y cientos de heridos.
Los responsables de algunas de estas muertes han sido oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela. Pero el Gobierno venezolano ha insistido en culpar a los opositores de la creciente violencia en el país y ha optado por establecer responsabilidades individuales en los crímenes que involucran a militares. Según Maduro, los adversarios a su mandato tienen como propósito generar una "guerra civil" que justificaría una "intervención extranjera".
El alto mando militar ha sido consecuente con el discurso presidencial. El domingo, Vladimir Padrino López, ministro para la Defensa, ha ordenado al Comando Estratégico Operacional, un órgano de planificación dentro de la FANB, crear unidades "ligeras de acción especial" para neutralizar posibles "amenazas políticas" en este país. "(Deben ser) capaces de adecuarse a cualquier situación que se presente en el territorio, esa es la dirección de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana ante estos nuevos escenarios de violencia política, de guerra psicológica, económica, de aislamiento y de asedio internacional", indicó.
Para el régimen la salida inmediata al conflicto está en la aprobación de una Asamblea Constituyente que reformaría el Estado venezolano. Esta aspiración es interpretada por la oposición como la posible perpetuación de Maduro en el poder.
De este proyecto se han desmarcado varios seguidores del chavismo. Luisa Ortega Díaz, fiscal general de Venezuela, ha aparecido como una importante revelación en este reciente choque al oponerse públicamente al régimen. Entretanto, Maduro ha acusado a esta detractora de estar detrás de una posible candidatura política y de apoyar a la oposición para derrocar al Gobierno.
Maolis Castro
Caracas, El País
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha dicho este martes que está dispuesto a preparar una embestida armada para defender su gobierno. "Aspiro a que el mundo escuche después de 90 días de violencia, de destrucción y de muerte: si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate. ¡Nosotros jamás nos rendiríamos! ¡Lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas, liberaríamos nuestra patria con las armas!", ha expresado en un acto en Caracas.
Hace tres meses que la oposición ha comenzado una serie de protestas por dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, un tentáculo del chavismo, que habían despojado de competencias a la Asamblea Nacional (dominada por la coalición Mesa de la Unidad Democrática) y eliminado el fuero de sus parlamentarios. De las manifestaciones han resultado 76 personas muertas, más de 3.300 detenciones calificadas como arbitrarias y cientos de heridos.
Los responsables de algunas de estas muertes han sido oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela. Pero el Gobierno venezolano ha insistido en culpar a los opositores de la creciente violencia en el país y ha optado por establecer responsabilidades individuales en los crímenes que involucran a militares. Según Maduro, los adversarios a su mandato tienen como propósito generar una "guerra civil" que justificaría una "intervención extranjera".
El alto mando militar ha sido consecuente con el discurso presidencial. El domingo, Vladimir Padrino López, ministro para la Defensa, ha ordenado al Comando Estratégico Operacional, un órgano de planificación dentro de la FANB, crear unidades "ligeras de acción especial" para neutralizar posibles "amenazas políticas" en este país. "(Deben ser) capaces de adecuarse a cualquier situación que se presente en el territorio, esa es la dirección de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana ante estos nuevos escenarios de violencia política, de guerra psicológica, económica, de aislamiento y de asedio internacional", indicó.
Para el régimen la salida inmediata al conflicto está en la aprobación de una Asamblea Constituyente que reformaría el Estado venezolano. Esta aspiración es interpretada por la oposición como la posible perpetuación de Maduro en el poder.
De este proyecto se han desmarcado varios seguidores del chavismo. Luisa Ortega Díaz, fiscal general de Venezuela, ha aparecido como una importante revelación en este reciente choque al oponerse públicamente al régimen. Entretanto, Maduro ha acusado a esta detractora de estar detrás de una posible candidatura política y de apoyar a la oposición para derrocar al Gobierno.