El forense halla cocaína, éxtasis y alcohol en la sangre de Carrie Fisher
La autopsia no establece que el consumo de estupefacientes causara la muerte de la actriz
Nicolás Alonso
Washington, El País
Carrie Fisher tenía drogas y alcohol en su cuerpo en el momento de su muerte. Así lo ha indicado este lunes un informe forense, que no establece si estas sustancias fueron la causa del fallecimiento de la actriz. Fisher, conocida por interpretar a la icónica princesa Leia en la saga cinematográfica Star Wars, falleció a finales del pasado diciembre tras entrar en parada cardiaca durante un vuelo a Los Ángeles (California). Tenía 60 años.
El informe, elaborado por el hospital de Los Ángeles que atendió a la actriz antes de su muerte, señala que Fisher podría haber consumido cocaína hasta tres días antes de su muerte. También apunta a la presencia de otras sustancias como la heroína o el éxtasis en el cuerpo de la actriz. Pero los médicos no han podido determinar el momento o el día en que tomó los estupefacientes. Días antes de que se hicieran públicos los resultados de la autopsia, la agencia Reuters había informado de que Fisher murió por una apnea del sueño y "otros factores", citando a la oficina del juez instructor que lleva el caso.
En el entorno familiar no ha sorprendido que el consumo de estupefacientes pudiera estar relacionado con la muerte de la legendaria princesa Leia. “No es noticia que Carrie muriera por drogas”, dijo su hermano, Todd Fisher, a la agencia AP. “Mi madre combatió la adicción a drogas y problemas mentales toda su vida. Y murió por ello”, afirmó la hija de la actriz, Billie Lourd, a la revista People.
Las pruebas médicas fueron realizadas en un hospital de la ciudad californiana el 23 de diciembre, minutos después de que la protagonista de la saga Star Wars entrara en parada cardíaca durante un vuelo a la ciudad. La estrella de Hollywood padecía problemas de corazón.
Desde su adolescencia, Fisher consumió drogas de manera constante e hizo frente a su trastorno bipolar y a la depresión. La actriz no escondió nunca sus problemas con los estupefacientes, de los que hablaba abiertamente en sus célebres y exitosos monólogos cómicos, y aprovechó el altavoz de su fama para luchar en contra de los estigmas asociados a los adictos.
Nicolás Alonso
Washington, El País
Carrie Fisher tenía drogas y alcohol en su cuerpo en el momento de su muerte. Así lo ha indicado este lunes un informe forense, que no establece si estas sustancias fueron la causa del fallecimiento de la actriz. Fisher, conocida por interpretar a la icónica princesa Leia en la saga cinematográfica Star Wars, falleció a finales del pasado diciembre tras entrar en parada cardiaca durante un vuelo a Los Ángeles (California). Tenía 60 años.
El informe, elaborado por el hospital de Los Ángeles que atendió a la actriz antes de su muerte, señala que Fisher podría haber consumido cocaína hasta tres días antes de su muerte. También apunta a la presencia de otras sustancias como la heroína o el éxtasis en el cuerpo de la actriz. Pero los médicos no han podido determinar el momento o el día en que tomó los estupefacientes. Días antes de que se hicieran públicos los resultados de la autopsia, la agencia Reuters había informado de que Fisher murió por una apnea del sueño y "otros factores", citando a la oficina del juez instructor que lleva el caso.
En el entorno familiar no ha sorprendido que el consumo de estupefacientes pudiera estar relacionado con la muerte de la legendaria princesa Leia. “No es noticia que Carrie muriera por drogas”, dijo su hermano, Todd Fisher, a la agencia AP. “Mi madre combatió la adicción a drogas y problemas mentales toda su vida. Y murió por ello”, afirmó la hija de la actriz, Billie Lourd, a la revista People.
Las pruebas médicas fueron realizadas en un hospital de la ciudad californiana el 23 de diciembre, minutos después de que la protagonista de la saga Star Wars entrara en parada cardíaca durante un vuelo a la ciudad. La estrella de Hollywood padecía problemas de corazón.
Desde su adolescencia, Fisher consumió drogas de manera constante e hizo frente a su trastorno bipolar y a la depresión. La actriz no escondió nunca sus problemas con los estupefacientes, de los que hablaba abiertamente en sus célebres y exitosos monólogos cómicos, y aprovechó el altavoz de su fama para luchar en contra de los estigmas asociados a los adictos.