Una jueza de línea revolucionó Brasil, terminó el partido en transparencias
Infobae/
La carrera mediática de Denise Bueno no se detiene. Luego de ser expulsada de la versión brasileña de Gran Hermano y ganar notoriedad en el modelaje, la joven ahora decidió incursionar en el mundo del fútbol.
Tras finalizar el curso de árbitro, hace unos días tuvo su bautismo en una cancha. Fue en un partido amateur de una liga de Sao Paulo, en donde ofició de jueza de línea. Si bien su actuación fue correcta, la también psicóloga y empresaria trascendió por cómo vistió.
Bueno lució una remera blanca, al igual que una de sus compañeras; pero con la diferencia de no llevar corpiño, lo que acaparó la mirada de los presentes en varios momentos. Sin embargo, la cuestión empeoró cuando quiso tomar agua y se mojó, lo que terminó transparentando sus senos.
"Algunos me llaman linier sexy, una descripción que no me gusta. No creo que sea sexy, preferiría que me consideren una profesional", declaró en diálogo con O Globo.
Aunque la creyente evangélica se quejó públicamente del mote de "línea sexy" que heredó por parte de la prensa, en sus redes sociales reprodujo algunas notas en las que se resaltaba su belleza y no su labor dentro del campo.
La carrera mediática de Denise Bueno no se detiene. Luego de ser expulsada de la versión brasileña de Gran Hermano y ganar notoriedad en el modelaje, la joven ahora decidió incursionar en el mundo del fútbol.
Tras finalizar el curso de árbitro, hace unos días tuvo su bautismo en una cancha. Fue en un partido amateur de una liga de Sao Paulo, en donde ofició de jueza de línea. Si bien su actuación fue correcta, la también psicóloga y empresaria trascendió por cómo vistió.
Bueno lució una remera blanca, al igual que una de sus compañeras; pero con la diferencia de no llevar corpiño, lo que acaparó la mirada de los presentes en varios momentos. Sin embargo, la cuestión empeoró cuando quiso tomar agua y se mojó, lo que terminó transparentando sus senos.
"Algunos me llaman linier sexy, una descripción que no me gusta. No creo que sea sexy, preferiría que me consideren una profesional", declaró en diálogo con O Globo.
Aunque la creyente evangélica se quejó públicamente del mote de "línea sexy" que heredó por parte de la prensa, en sus redes sociales reprodujo algunas notas en las que se resaltaba su belleza y no su labor dentro del campo.