Pole Dance: qué es y por qué se practica cada vez más
Entrenamiento.com
Javier Robledo Vico
Cuando pensamos en Pole Dance, quizá nos vengan a la cabeza los famosos streptease que tienen lugar en muchos bares o discotecas, sin embargo cada vez tiene más practicantes que se lo toman como un deporte o un hobby e incluso forma parte de la oferta de muchos gimnasios. Se trata de un baile cuyo elemento principal es una barra vertical fija sobre el que el bailarín o bailarina realiza su actividad.
Fuerza y coordinación
Para llevarlo a cabo se necesita una gran fuerza y coordinación, ya que hemos de sostener nuestro propio peso al mismo tiempo que realizamos el ejercicio. En este sentido, todas las posturas y movimientos que se realizan requieren de un trabajo a nivel muscular en todo nuestro cuerpo, por lo que se requiere una buena base a todos aquellos que quieran iniciarse en el reto. La buena noticia es que si contamos con un entrenador, podremos ir aprendiéndolo poco a poco e ir perfeccionando los movimientos sobre la barra.
Un deporte como cualquier otro
Al igual que otras disciplinas, el Pole Dance puede ser un deporte como cualquier otro. Del mismo modo que una persona va al gimnasio, a correr o a una clase de boxeo, se trata de una actividad que fomenta el ejercicio tanto muscular como cardiovascular, y además tiene un componente creativo muy apreciado en función de los movimientos que seamos capaces de hacer sobre la barra. Una sesión de Pole Dance puede quemar entre 400 y 800 calorías, según la intensidad con que se lleve a cabo, y al tratarse de un ejercicio físico, ayuda al bienestar general, elimina toxinas y favorece la circulación sanguínea.
Orígenes del Pole Dance
Su origen puede encontrarse hace más de doscientos años, cuando comenzó a utilizarse el ‘mallkhamb’, una especie de pilar gimnástico para practicar yoga y aumentar la fuerza muscular. Asimismo, hay registros que dicen que proviene del mundo circense y de las ferias ambulantes que se realizaban a principios del siglo XX. Las maniobras sobre barra fueron incorporadas en los ‘cabarets’ de la década de los años cincuenta y eran ejecutadas por bailarinas que generalmente terminaban haciendo un ‘striptease’, de ahí su asociación con el mundo nocturno.
¿Será el Pole Dance un deporte olímpico?
Pese a que ya existen campeonatos de Pole Dance, como el que se celebró en Tarragona en 2016, KT Coates, presidenta de la Federación Internacional del Deporte de Tubo (IPSF por sus siglas en inglés), declaró a BBC Mundo en 2014 que "todos ven que nos estamos moviendo y todos se están dando cuenta que estamos avanzando. Todos se han percatado que hemos ido logrando nuestros objetivos. Tal vez no sea mañana ni pasado. Puede que sea en 2024, 2028 o 2032, lo que estoy segura es que va a pasar que estemos en unos Juegos Olímpicos".
Javier Robledo Vico
Cuando pensamos en Pole Dance, quizá nos vengan a la cabeza los famosos streptease que tienen lugar en muchos bares o discotecas, sin embargo cada vez tiene más practicantes que se lo toman como un deporte o un hobby e incluso forma parte de la oferta de muchos gimnasios. Se trata de un baile cuyo elemento principal es una barra vertical fija sobre el que el bailarín o bailarina realiza su actividad.
Fuerza y coordinación
Para llevarlo a cabo se necesita una gran fuerza y coordinación, ya que hemos de sostener nuestro propio peso al mismo tiempo que realizamos el ejercicio. En este sentido, todas las posturas y movimientos que se realizan requieren de un trabajo a nivel muscular en todo nuestro cuerpo, por lo que se requiere una buena base a todos aquellos que quieran iniciarse en el reto. La buena noticia es que si contamos con un entrenador, podremos ir aprendiéndolo poco a poco e ir perfeccionando los movimientos sobre la barra.
Un deporte como cualquier otro
Al igual que otras disciplinas, el Pole Dance puede ser un deporte como cualquier otro. Del mismo modo que una persona va al gimnasio, a correr o a una clase de boxeo, se trata de una actividad que fomenta el ejercicio tanto muscular como cardiovascular, y además tiene un componente creativo muy apreciado en función de los movimientos que seamos capaces de hacer sobre la barra. Una sesión de Pole Dance puede quemar entre 400 y 800 calorías, según la intensidad con que se lleve a cabo, y al tratarse de un ejercicio físico, ayuda al bienestar general, elimina toxinas y favorece la circulación sanguínea.
Orígenes del Pole Dance
Su origen puede encontrarse hace más de doscientos años, cuando comenzó a utilizarse el ‘mallkhamb’, una especie de pilar gimnástico para practicar yoga y aumentar la fuerza muscular. Asimismo, hay registros que dicen que proviene del mundo circense y de las ferias ambulantes que se realizaban a principios del siglo XX. Las maniobras sobre barra fueron incorporadas en los ‘cabarets’ de la década de los años cincuenta y eran ejecutadas por bailarinas que generalmente terminaban haciendo un ‘striptease’, de ahí su asociación con el mundo nocturno.
¿Será el Pole Dance un deporte olímpico?
Pese a que ya existen campeonatos de Pole Dance, como el que se celebró en Tarragona en 2016, KT Coates, presidenta de la Federación Internacional del Deporte de Tubo (IPSF por sus siglas en inglés), declaró a BBC Mundo en 2014 que "todos ven que nos estamos moviendo y todos se están dando cuenta que estamos avanzando. Todos se han percatado que hemos ido logrando nuestros objetivos. Tal vez no sea mañana ni pasado. Puede que sea en 2024, 2028 o 2032, lo que estoy segura es que va a pasar que estemos en unos Juegos Olímpicos".