Lady Amelia, una Windsor en las pasarelas
Tras desfilar para Dolce&Gabbana, la nieta del primo de la reina Isabel ha fichado por la agencia de modelos que descubrió a Kate Moss
María Contreras
Londres, El País
Cuando la revista Tatler, considerada la biblia de la alta sociedad inglesa, le dedicó su portada a Amelia Windsor en abril de 2016, el titular describía a la joven como “el miembro más bello de la familia real”. Los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana parecen ser de la misma opinión, pues la han convertido en una de las protagonistas de la nueva campaña de su firma, fotografiada en Palermo en marzo, y la invitaron a desfilar —con una tiara en el pelo como accesorio— en la presentación de su colección de otoño-invierno 2017-2018 en la Semana de la Moda de Milán del pasado mes de febrero.
Parece harto improbable que lady Amelia (Cambridge, 1995) vaya a llevar alguna vez otro tipo de corona. Nieta del duque de Kent (primo de la reina Isabel) e hija de George Windsor, conde de St. Andrews, y Sylvana Tomaselli, la joven de 21 años ocupa el puesto 36 en la línea de sucesión al trono británico. La preceden sus dos hermanos mayores, Edward —lord Downpatrick— y Marina. Y aunque actualmente estudia Francés e Italiano en la universidad de Edimburgo, sus incursiones en la moda parecen ser algo más que una simple anécdota. En abril, Amelia Windsor participó en una campaña de la firma de calzado Penelope Chilvers —creadora de las botas favoritas de Kate Middleton—, que se rodó en Andalucía durante El Rocío, y acaba de fichar por Storm Models, la agencia que descubrió a las tops británicas Kate Moss y Cara Delevingne, entre otras.
Amelia se presentó en sociedad en el famoso Baile de Debutantes de París en 2013. Pero su estilo personal, en el que abundan las botas biker, las camisetas y las mezclas eclécticas de prendas y estampados, se ha alejado mucho del Elie Saab con pedrería que vistió en aquella ocasión. También su visión del mundo parece estar más comprometida y pegada a la realidad que la de otros jóvenes royals, a tenor de un mensaje a favor de los refugiados que, según recogen varios medios ingleses, publicó —y luego borró— en su cuenta de Instagram [en la que tiene casi 7.000 seguidores] coincidiendo con el Muslim ban del presidente estadounidense Donald Trump. Además, en 2014 colaboró con la organización benéfica Veterans Aid en apoyo a los veteranos de guerra y, según el Evening Standard, incluso se la ha visto trabajando como camarera.
De padres eruditos —su madre es académica e historiadora en la Universidad de Cambridge y su padre, apodado Gentle en la familia real, se educó en la prestigiosa escuela Eton y Cambridge— y criada en un ambiente intelectual, Amelia estudió en St Mary’s Ascot, un internado católico en Berkshire por cuyas aulas también pasaron Carolina de Mónaco o la infanta Elena. Su afición por la moda tampoco le es ajena. Otro de sus grandes referentes parece ser su tía lady Helen Taylor, que fue embajadora de Armani y la it girl de su época (finales de los noventa y principios del nuevo milenio). La bisabuela de Amelia, Marina de Kent, era amiga del fotógrafo de Vogue Cecil Beaton y también estaba considerada un icono de estilo.
Interesada en la literatura, el arte, los viajes y la interpretación —ha participado en una producción universitaria de Las brujas de Salem, de Arthur Miller—, en una entrevista con Teen Vogue la joven aseguró que le gustaría que su contribución a la moda se extendiese “al proceso creativo”. Además, se mostró deseosa de aprender sobre “cualquier aspecto de una casa de moda: de la fabricación de los tejidos a la producción de un desfile”. En la misma entrevista, confesaba su deseo de captar al reconocido fotógrado Mario Testino como seguidor en Instagram. De momento, el peruano no se ha dado por aludido, pero todo se andará.
María Contreras
Londres, El País
Cuando la revista Tatler, considerada la biblia de la alta sociedad inglesa, le dedicó su portada a Amelia Windsor en abril de 2016, el titular describía a la joven como “el miembro más bello de la familia real”. Los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana parecen ser de la misma opinión, pues la han convertido en una de las protagonistas de la nueva campaña de su firma, fotografiada en Palermo en marzo, y la invitaron a desfilar —con una tiara en el pelo como accesorio— en la presentación de su colección de otoño-invierno 2017-2018 en la Semana de la Moda de Milán del pasado mes de febrero.
Parece harto improbable que lady Amelia (Cambridge, 1995) vaya a llevar alguna vez otro tipo de corona. Nieta del duque de Kent (primo de la reina Isabel) e hija de George Windsor, conde de St. Andrews, y Sylvana Tomaselli, la joven de 21 años ocupa el puesto 36 en la línea de sucesión al trono británico. La preceden sus dos hermanos mayores, Edward —lord Downpatrick— y Marina. Y aunque actualmente estudia Francés e Italiano en la universidad de Edimburgo, sus incursiones en la moda parecen ser algo más que una simple anécdota. En abril, Amelia Windsor participó en una campaña de la firma de calzado Penelope Chilvers —creadora de las botas favoritas de Kate Middleton—, que se rodó en Andalucía durante El Rocío, y acaba de fichar por Storm Models, la agencia que descubrió a las tops británicas Kate Moss y Cara Delevingne, entre otras.
Amelia se presentó en sociedad en el famoso Baile de Debutantes de París en 2013. Pero su estilo personal, en el que abundan las botas biker, las camisetas y las mezclas eclécticas de prendas y estampados, se ha alejado mucho del Elie Saab con pedrería que vistió en aquella ocasión. También su visión del mundo parece estar más comprometida y pegada a la realidad que la de otros jóvenes royals, a tenor de un mensaje a favor de los refugiados que, según recogen varios medios ingleses, publicó —y luego borró— en su cuenta de Instagram [en la que tiene casi 7.000 seguidores] coincidiendo con el Muslim ban del presidente estadounidense Donald Trump. Además, en 2014 colaboró con la organización benéfica Veterans Aid en apoyo a los veteranos de guerra y, según el Evening Standard, incluso se la ha visto trabajando como camarera.
De padres eruditos —su madre es académica e historiadora en la Universidad de Cambridge y su padre, apodado Gentle en la familia real, se educó en la prestigiosa escuela Eton y Cambridge— y criada en un ambiente intelectual, Amelia estudió en St Mary’s Ascot, un internado católico en Berkshire por cuyas aulas también pasaron Carolina de Mónaco o la infanta Elena. Su afición por la moda tampoco le es ajena. Otro de sus grandes referentes parece ser su tía lady Helen Taylor, que fue embajadora de Armani y la it girl de su época (finales de los noventa y principios del nuevo milenio). La bisabuela de Amelia, Marina de Kent, era amiga del fotógrafo de Vogue Cecil Beaton y también estaba considerada un icono de estilo.
Interesada en la literatura, el arte, los viajes y la interpretación —ha participado en una producción universitaria de Las brujas de Salem, de Arthur Miller—, en una entrevista con Teen Vogue la joven aseguró que le gustaría que su contribución a la moda se extendiese “al proceso creativo”. Además, se mostró deseosa de aprender sobre “cualquier aspecto de una casa de moda: de la fabricación de los tejidos a la producción de un desfile”. En la misma entrevista, confesaba su deseo de captar al reconocido fotógrado Mario Testino como seguidor en Instagram. De momento, el peruano no se ha dado por aludido, pero todo se andará.