La Juve, campeona...y doblete
El equipo de Allegri, con los goles de Mandzukic, Dybala y Alex Sandro, se alzó con su Scudetto número 33. Tras liga y Copa, el 3 de junio se juega la Champions con el Madrid.
Mirko Calemme
As
La Juventus ha ganado su Scudetto número 33 con una jornada de antelación. Ahora sí. Allegri lo había prometido en rueda de prensa y sus chicos no le defraudaron: la Vecchia Signora conquistó con el Crotone los tres puntos que le faltaban para cantar el alirón, y lo hicieron sin ningún apuro, celebrando un triunfo que, en el fondo, llevaban semanas teniendo en el bolsillo. El técnico volvió a apostar por Cuadrado y el 4-2-3-1, con el cafetero protagonista en la jugada que rompió el partido: su centro pasó por delante de Higuaín y acabó en la zona de Mandžukic, que celebró su 31 cumpleaños con la décima diana de este curso.
Antes del descanso la Vecchia Signora sentenció con un golazo de autor: Dybala, con un perfecto lanzamiento de falta, marcó el 2-0 y sumó 18 goles en la temporada de su consagración, a pesar de una lesión que le perjudicó en su comienzo.
El enfrentamiento, básicamente, se acabó allí: en la reanudación los bianconeri lo durmieron y Allegri pudo dar descanso a Marchisio, Cuadrado y Pjanic, sustituidos por Lemina, Barzagli y Rincón. El Crotone, que llegaba de una gran racha en su desesperada lucha por la salvación (17 puntos en 7 jornadas, con uno de desventaja sobre el Empoli todavía puede esperar), intentó volver a meterse en el partido con algún contragolpe, pero ante la mejor defensa de la Serie A y de la Champions pudo hacer poco. Al final, los bianconeri pusieron la guinda al pastel con un testarazo de Alex Sandro, que golpeó el travesaño y luego superó la línea, como certificó la (bendita) goal line technology.
Solo quedaba desatar la fiesta por una hazaña nunca vista en la historia del fútbol italiano: seis scudetti consecutivos, otro récord. Un triunfo merecido para un equipo que, en este curso, nunca dio la sensación de poder dejarle a alguien la posibilidad de acercarse a su liderato. Hubo y habrá celebración, pero sin pasarse: el club quiere mantener alta la concentración a la espera del tercer y último paso que le falta para el triplete: la final de Cardiff.
Mirko Calemme
As
La Juventus ha ganado su Scudetto número 33 con una jornada de antelación. Ahora sí. Allegri lo había prometido en rueda de prensa y sus chicos no le defraudaron: la Vecchia Signora conquistó con el Crotone los tres puntos que le faltaban para cantar el alirón, y lo hicieron sin ningún apuro, celebrando un triunfo que, en el fondo, llevaban semanas teniendo en el bolsillo. El técnico volvió a apostar por Cuadrado y el 4-2-3-1, con el cafetero protagonista en la jugada que rompió el partido: su centro pasó por delante de Higuaín y acabó en la zona de Mandžukic, que celebró su 31 cumpleaños con la décima diana de este curso.
Antes del descanso la Vecchia Signora sentenció con un golazo de autor: Dybala, con un perfecto lanzamiento de falta, marcó el 2-0 y sumó 18 goles en la temporada de su consagración, a pesar de una lesión que le perjudicó en su comienzo.
El enfrentamiento, básicamente, se acabó allí: en la reanudación los bianconeri lo durmieron y Allegri pudo dar descanso a Marchisio, Cuadrado y Pjanic, sustituidos por Lemina, Barzagli y Rincón. El Crotone, que llegaba de una gran racha en su desesperada lucha por la salvación (17 puntos en 7 jornadas, con uno de desventaja sobre el Empoli todavía puede esperar), intentó volver a meterse en el partido con algún contragolpe, pero ante la mejor defensa de la Serie A y de la Champions pudo hacer poco. Al final, los bianconeri pusieron la guinda al pastel con un testarazo de Alex Sandro, que golpeó el travesaño y luego superó la línea, como certificó la (bendita) goal line technology.
Solo quedaba desatar la fiesta por una hazaña nunca vista en la historia del fútbol italiano: seis scudetti consecutivos, otro récord. Un triunfo merecido para un equipo que, en este curso, nunca dio la sensación de poder dejarle a alguien la posibilidad de acercarse a su liderato. Hubo y habrá celebración, pero sin pasarse: el club quiere mantener alta la concentración a la espera del tercer y último paso que le falta para el triplete: la final de Cardiff.