Ivanka Trump da lecciones de cómo trabajar y ser madre

La hija del presidente de Estados Unidos publica su segundo libro, este de consejos, por el que recibirá 26 millones de dólares que donará a la caridad

Nicolás Alonso
Washington, El País
Ivanka Trump se ha transformado. Fue modelo, empresaria y es hija de un multimillonario. Hoy participa en la toma de decisiones en la Casa Blanca, se codea con presidentes de otros países y es la asesora más cercana a su padre, Donald Trump, el presidente de Estados Unidos. Este martes, en un esfuerzo por consolidar su nuevo perfil político, ha publicado su segundo libro en el que ofrece lecciones sobre las mujeres en el ámbito profesional.


Se titula Mujeres que trabajan: Reescribiendo las reglas para el éxito y por él recibirá 26 millones de dólares que donará a caridad. En este nuevo libro, Ivanka Trump tiene como objetivo aconsejar a mujeres sobre cómo equilibrar sus vidas personales y profesionales y lograr una vida plena, según extractos del texto. Supone una versión más seria de su primer título, La tarjeta Trump, una guía ligera que se centraba en los grandes acuerdos económicos que había logrado durante su trabajo en la empresa familiar, la Organización Trump.
Entrada en política

Ahora, bajo la mirada atenta de la opinión pública, Ivanka busca perfilarse como un ejemplo a seguir con la publicación del libro como acompañamiento de su repentina entrada en el corazón de la política estadounidense pese a no tener experiencia previa. La hija del presidente trata de redibujar su trayectoria con frases grandiosas y vocabulario sofisticado. Entre otros asuntos, el texto enfatiza la importancia de los valores familiares, muestra al lector detalles de su vida privada y ofrece consejos para mujeres sobre liderazgo en el ámbito laboral. También anima al lector a reflexionar sobre su definición de éxito y recomienda superponer la familia al trabajo.

La hija del presidente también alardea en las páginas de su papel en la victoria electoral de Trump el pasado noviembre y lo utiliza como ejemplo para demostrar la posibilidad de compaginar la vida personal con un puesto de trabajo muy exigente. Su participación en la campaña le llevó a obtener un despacho en el Ala Oeste de la Casa Blanca.

Aunque busca identificarse con mujeres trabajadoras, algunos párrafos adelantan la dificultad que esta millonaria de 35 años —casada con otro multimillonario, Jared Kushner— y residente del barrio más caro de Washington tendrá para conseguir este objetivo. “Durante los momentos de mayor trabajo, como durante la campaña, me adentro en el modo supervivencia: trabajaba y pasaba tiempo con mi familia; nada más. Sinceramente, no me concedía el lujo de darme un masaje u otros cuidados personales”, escribe en un párrafo obtenido por Fortune.

Sin embargo, el papel de defensora de la mujer es la tarjeta que Ivanka, considerada por algunos la primera dama de facto en lugar de la desaparecida Melania Trump, ha optado por abordar en su corta vida política. En una de sus últimas apariencias públicas, la hija del presidente se autodenominó como feminista durante una conferencia en Alemania con otras líderes como Angela Merkel, canciller alemana, o Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Mientras, sus negocios siguen adelante pese a las campañas para boicotear la firma Ivanka Trump. Así parecen demostrarlo las cifras: las ventas de la colección de ropa de Ivanka Trump aumentaron casi un 61% en 2016.

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