Hasta pronto, James: tiene un preacuerdo con Mourinho
Zidane le sustituyó en el minuto 60 y el cafetero escenificó su adiós al Bernabéu. Llegó con aroma de futuro Balón de Oro y se irá por exigencia de su ídolo, Zizou.
Carlos Forjanes
As
Dos vueltas de 360 grados aplaudiendo a los cuatro puntos cardinales del Bernabéu con el rostro compungido y los ojos vidriosos. Ayer James pareció despedirse de un sueño.
El colombiano fue presentado el 22 de julio de 2014 tras ser la atracción del Mundial de Brasil y con aroma a (futuro) Balón de Oro. Aquel día, 45.000 hinchas le oyeron alabar a Zidane. “Siempre fue mi ídolo”, dijo a la vera de Florentino. Ya lo había confesado en 2010, en el Banfield argentino, cuando Olé le rebautizó como “un Cristiano Ronaldo versión cafetera” y el propio James se pedía al Madrid en la PlayStation. 1.027 días después, y esta vez ante 79.356 madridistas, se despidió para irse por exigencia del hombre al que idolatraba.
El escritor colombiano Gustavo Bolívar debía de estar pensando en ello. “James nos deja una gran lección de dignidad: puedes estar en el cielo, pero si no eres feliz, mejor irse”, tuiteó. Cambiará el cielo por el Manchester United. Según la radio colombiana RCN ya hay un principio de acuerdo entre el diez y Mourinho, con el que comparte agente (Jorge Mendes).
El caso es que entre el Madrid y el United se ha creado un curioso bucle. James llegó a Chamartín para forzar la salida de Di María a Manchester y ahora es James el que tendrá que marcharse a Old Trafford... Con morbo a la vista. El 23 de julio los dos equipos se enfrentarán en Santa Clara (EE UU) dentro de la International Champions Cup y, si no vivimos otro culebrón como con De Gea y el fax escacharrado, sería con James ya como red devil...
Una historia de desencuentros.
La historia de James en el Madrid se torció con Benítez y descarriló con Zidane tras su queja en la celebración del Mundial de Clubes: “Quiero jugar más, hay ofertas y tengo siete días para pensarlo...”. A la vuelta, el francés le citó en su despacho. En Butarque la ruptura fue total. “La concha de su madre, no me pone ni un partido completo”, masculló, con una cámara como testigo. Y la estadística le da razón: sólo terminó el 25,8% de los partidos en los que ha participado este curso.
“James está aquí, no quiero hablar de eso”, dijo ayer Zidane, molesto. No verbalizó lo que el club lleva tiempo insinuando. En abril ya ‘desalojó’ al colombiano de la foto publicitaria del nuevo avión A380 de Emirates.
James pudo escenificar su adiós. Morata se fue sin despejar las dudas y Pepe y Coentrao ni tuvieron la oportunidad. A lo mejor en Cibeles...
Carlos Forjanes
As
Dos vueltas de 360 grados aplaudiendo a los cuatro puntos cardinales del Bernabéu con el rostro compungido y los ojos vidriosos. Ayer James pareció despedirse de un sueño.
El colombiano fue presentado el 22 de julio de 2014 tras ser la atracción del Mundial de Brasil y con aroma a (futuro) Balón de Oro. Aquel día, 45.000 hinchas le oyeron alabar a Zidane. “Siempre fue mi ídolo”, dijo a la vera de Florentino. Ya lo había confesado en 2010, en el Banfield argentino, cuando Olé le rebautizó como “un Cristiano Ronaldo versión cafetera” y el propio James se pedía al Madrid en la PlayStation. 1.027 días después, y esta vez ante 79.356 madridistas, se despidió para irse por exigencia del hombre al que idolatraba.
El escritor colombiano Gustavo Bolívar debía de estar pensando en ello. “James nos deja una gran lección de dignidad: puedes estar en el cielo, pero si no eres feliz, mejor irse”, tuiteó. Cambiará el cielo por el Manchester United. Según la radio colombiana RCN ya hay un principio de acuerdo entre el diez y Mourinho, con el que comparte agente (Jorge Mendes).
El caso es que entre el Madrid y el United se ha creado un curioso bucle. James llegó a Chamartín para forzar la salida de Di María a Manchester y ahora es James el que tendrá que marcharse a Old Trafford... Con morbo a la vista. El 23 de julio los dos equipos se enfrentarán en Santa Clara (EE UU) dentro de la International Champions Cup y, si no vivimos otro culebrón como con De Gea y el fax escacharrado, sería con James ya como red devil...
Una historia de desencuentros.
La historia de James en el Madrid se torció con Benítez y descarriló con Zidane tras su queja en la celebración del Mundial de Clubes: “Quiero jugar más, hay ofertas y tengo siete días para pensarlo...”. A la vuelta, el francés le citó en su despacho. En Butarque la ruptura fue total. “La concha de su madre, no me pone ni un partido completo”, masculló, con una cámara como testigo. Y la estadística le da razón: sólo terminó el 25,8% de los partidos en los que ha participado este curso.
“James está aquí, no quiero hablar de eso”, dijo ayer Zidane, molesto. No verbalizó lo que el club lleva tiempo insinuando. En abril ya ‘desalojó’ al colombiano de la foto publicitaria del nuevo avión A380 de Emirates.
James pudo escenificar su adiós. Morata se fue sin despejar las dudas y Pepe y Coentrao ni tuvieron la oportunidad. A lo mejor en Cibeles...