Estados Unidos prueba con éxito su capacidad para interceptar misiles de Corea del Norte
La prueba se realizó desde la costa de California en plena escalada de tensión por los intentos de Pyongyang de desarrollar un misil balístico de largo alcance
Pablo Ximénez de Sandoval
Corresponsal en California
Los Ángeles, El País
El Ejército de Estados Unidos realizó este martes una prueba militar sin precedentes para comprobar su capacidad de interceptar un misil balístico en el Pacífico. La prueba se produce en pleno aumento de tensión por los repetidos intentos de Corea del Norte por conseguir un proyectil balístico que atraviese parte o todo el océano en dirección a la costa Oeste de EE UU. Es la primera vez que se simula un ataque real con misiles desde el Pacífico para probar las defensas desde tierra.
Pasadas las 12 del mediodía, hora de California, un misil fue lanzado desde la base de pruebas Ronald Reagan del atolón Kwajalein, en las Islas Marshall. "Múltiples sensores", según el relato del Departamento de Defensa, encontraron el objetivo y enviaron la información de su localización al centro de comunicaciones del Ejército. Un radar en el mar también encontró el objetivo y siguió su trayectoria. La información la recibió el sistema de defensa de misiles en tierra (GMD, por sus siglas en inglés).
Desde la base aérea Vandenberg, situada en la costa del sur de California, entre las localidades de Santa Bárbara y Santa María, despegó uno de los misiles del GMD. En el aire, soltó un proyectil que fue en busca del misil balístico. En algún punto sobre el Pacífico, lo destruyó. El Departamento de Defensa anunció el "éxito" de la misión minutos después de las 13.30, hora de la costa Oeste (GMT-9), pero no proporcionó ningún detalle más. Estados Unidos se había disparado un misil intercontinental a sí mismo y lo había destruido en el aire.
"Las primeras indicaciones dicen que la prueba ha conseguido su objetivo principal, pero los funcionarios del programa continuarán evaluando el rendimiento del sistema" con la información obtenida en la prueba, dijo el Departamento de Defensa.
El lanzamiento del misil de interceptación fue visible desde casi 100 kilómetros a la redonda, incluyendo Los Ángeles, aunque el choque no se pudo ver desde la costa de EE UU.
El objetivo del simulacro es ensayar la respuesta a un posible ataque de Corea del Norte contra objetivos estadounidenses en el Pacífico o la propia costa Oeste en caso de que ese país consiguiera desarrollar misiles balísticos de largo alcance capaces de cruzar el océano con una cabeza nuclear. La capacidad militar real de Corea del Norte es un misterio. Existe el convencimiento internacional de que aún no puede lanzar proyectiles que lleguen a objetivos como Australia o Hawáii, pero su osesión declarada es alcanzar objetivos de Estados Unidos y las pruebas que realiza van en esa dirección.
Se trata de la primera vez que el sistema de misiles desde tierra se prueba contra un proyectil diseñado para comportarse como un misil balístico intercontinental lanzado desde el Pacífico en dirección a la costa de Estados Unidos. Una réplica, tal cual, de un intercambio de disparos con Corea del Norte. El Pentágono había matizado las expectativas sobre la misión indicando que todos los ensayos son positivos, independientemente de su resultado, pues se obtiene de ellos valiosa información. Pero el éxito de la misión es un activo para el Gobierno de Donald Trump, que puede asegurar a la ciudadanía que EE UU está preparado para cualquier eventualidad.
"La interceptación un misil balístico intercontinental complejo y representativo de una amenaza real es un logro increíble del GMD y un hito para este programa", dijo en un comunicado el director de la Agencia de Misiles de Defensa, el vicealmirante de la Marina Jim Syring.
En el anuncio del simulacro, el Pentágono dijo que no se hacía solo pensando en Corea del Norte, sino también en otros países como Irán. "Corea del Norte ha expandido el tamaño y la sofisticación de sus misiles balísticos desde el corto alcance hasta misiles intercontinentales", dijo el capitán Jeff Davis, citado por un comunicado de Defensa. "Siguen realizando lanzamientos de prueba, como hemos visto este fin de semana, a la vez que utilizan una retórica peligrosa que indica que quieren atacar Estados Unidos".
La prueba se produce solo dos días después de que Corea del Norte lanzara lo que aparentemente era un intento de misil balístico de largo alcance, que llegó a 450 kilómetros hacia el Este. Las imágenes de ese lanzamiento fueron emitidas este martes por la televisión norcoreana. En un reciente vídeo de propaganda de Pyongyang, misiles nucleares norcoreanos destruían la ciudad de San Francisco.
El sistema de interceptación se ha probado 17 veces desde 1999, y 9 de ellas con éxito, según datos publicados por CBS. Sin embargo, en esta ocasión el objetivo es un misil especialmente diseñado para comportarse como un misil balístico intercontinental, por lo que volará más alto y más rápido que en las otras pruebas, según explicó a esta cadena Christopher Johnson, portavoz de la Agencia de Misiles de Defensa.
Riki Ellison, fundador de la organización Missile Defense Advocacy Alliance, dijo a Reuters que el simulacro de este martes era "vital". "Estamos repicando la capacidad de defender Estados Unidos de Corea del Norte", dijo.
El ensayo se produce también en medio de las tensiones por la negociación de los primeros presupuestos de Donald Trump en el Congreso. El sistema de defensa terrestre de misiles ha costado hasta ahora 40.000 millones de dólares, según una estimación citada por Reuters. El Pentágono ha pedido 7.900 millones para el año que viene para la Agencia de Defensa de Misiles en los que se incluyen 1.500 millones para el programa GMD.
Pablo Ximénez de Sandoval
Corresponsal en California
Los Ángeles, El País
El Ejército de Estados Unidos realizó este martes una prueba militar sin precedentes para comprobar su capacidad de interceptar un misil balístico en el Pacífico. La prueba se produce en pleno aumento de tensión por los repetidos intentos de Corea del Norte por conseguir un proyectil balístico que atraviese parte o todo el océano en dirección a la costa Oeste de EE UU. Es la primera vez que se simula un ataque real con misiles desde el Pacífico para probar las defensas desde tierra.
Pasadas las 12 del mediodía, hora de California, un misil fue lanzado desde la base de pruebas Ronald Reagan del atolón Kwajalein, en las Islas Marshall. "Múltiples sensores", según el relato del Departamento de Defensa, encontraron el objetivo y enviaron la información de su localización al centro de comunicaciones del Ejército. Un radar en el mar también encontró el objetivo y siguió su trayectoria. La información la recibió el sistema de defensa de misiles en tierra (GMD, por sus siglas en inglés).
Desde la base aérea Vandenberg, situada en la costa del sur de California, entre las localidades de Santa Bárbara y Santa María, despegó uno de los misiles del GMD. En el aire, soltó un proyectil que fue en busca del misil balístico. En algún punto sobre el Pacífico, lo destruyó. El Departamento de Defensa anunció el "éxito" de la misión minutos después de las 13.30, hora de la costa Oeste (GMT-9), pero no proporcionó ningún detalle más. Estados Unidos se había disparado un misil intercontinental a sí mismo y lo había destruido en el aire.
"Las primeras indicaciones dicen que la prueba ha conseguido su objetivo principal, pero los funcionarios del programa continuarán evaluando el rendimiento del sistema" con la información obtenida en la prueba, dijo el Departamento de Defensa.
El lanzamiento del misil de interceptación fue visible desde casi 100 kilómetros a la redonda, incluyendo Los Ángeles, aunque el choque no se pudo ver desde la costa de EE UU.
El objetivo del simulacro es ensayar la respuesta a un posible ataque de Corea del Norte contra objetivos estadounidenses en el Pacífico o la propia costa Oeste en caso de que ese país consiguiera desarrollar misiles balísticos de largo alcance capaces de cruzar el océano con una cabeza nuclear. La capacidad militar real de Corea del Norte es un misterio. Existe el convencimiento internacional de que aún no puede lanzar proyectiles que lleguen a objetivos como Australia o Hawáii, pero su osesión declarada es alcanzar objetivos de Estados Unidos y las pruebas que realiza van en esa dirección.
Se trata de la primera vez que el sistema de misiles desde tierra se prueba contra un proyectil diseñado para comportarse como un misil balístico intercontinental lanzado desde el Pacífico en dirección a la costa de Estados Unidos. Una réplica, tal cual, de un intercambio de disparos con Corea del Norte. El Pentágono había matizado las expectativas sobre la misión indicando que todos los ensayos son positivos, independientemente de su resultado, pues se obtiene de ellos valiosa información. Pero el éxito de la misión es un activo para el Gobierno de Donald Trump, que puede asegurar a la ciudadanía que EE UU está preparado para cualquier eventualidad.
"La interceptación un misil balístico intercontinental complejo y representativo de una amenaza real es un logro increíble del GMD y un hito para este programa", dijo en un comunicado el director de la Agencia de Misiles de Defensa, el vicealmirante de la Marina Jim Syring.
En el anuncio del simulacro, el Pentágono dijo que no se hacía solo pensando en Corea del Norte, sino también en otros países como Irán. "Corea del Norte ha expandido el tamaño y la sofisticación de sus misiles balísticos desde el corto alcance hasta misiles intercontinentales", dijo el capitán Jeff Davis, citado por un comunicado de Defensa. "Siguen realizando lanzamientos de prueba, como hemos visto este fin de semana, a la vez que utilizan una retórica peligrosa que indica que quieren atacar Estados Unidos".
La prueba se produce solo dos días después de que Corea del Norte lanzara lo que aparentemente era un intento de misil balístico de largo alcance, que llegó a 450 kilómetros hacia el Este. Las imágenes de ese lanzamiento fueron emitidas este martes por la televisión norcoreana. En un reciente vídeo de propaganda de Pyongyang, misiles nucleares norcoreanos destruían la ciudad de San Francisco.
El sistema de interceptación se ha probado 17 veces desde 1999, y 9 de ellas con éxito, según datos publicados por CBS. Sin embargo, en esta ocasión el objetivo es un misil especialmente diseñado para comportarse como un misil balístico intercontinental, por lo que volará más alto y más rápido que en las otras pruebas, según explicó a esta cadena Christopher Johnson, portavoz de la Agencia de Misiles de Defensa.
Riki Ellison, fundador de la organización Missile Defense Advocacy Alliance, dijo a Reuters que el simulacro de este martes era "vital". "Estamos repicando la capacidad de defender Estados Unidos de Corea del Norte", dijo.
El ensayo se produce también en medio de las tensiones por la negociación de los primeros presupuestos de Donald Trump en el Congreso. El sistema de defensa terrestre de misiles ha costado hasta ahora 40.000 millones de dólares, según una estimación citada por Reuters. El Pentágono ha pedido 7.900 millones para el año que viene para la Agencia de Defensa de Misiles en los que se incluyen 1.500 millones para el programa GMD.