El Borussia vuelve a conquistar un título cinco años después
Los de Tuchel conquistan la Pokal gracias a un gol de penalti que ejecutó Aubameyang a lo panenka. Dembélé abrió el marcador y Rebic empató antes del descanso.
José Carlos Menzel
As
Tuvieron que esperar. Cinco años. Pero el día volvió a llegar. Ayer, tras cinco temporadas rozando títulos, el Borussia Dortmund volvió a alzar una copa. Las abejas cayeron en las tres últimas finales de la Pokal, pero esta vez no la dejaron escapar y se impusieron por 2-1 a un rocoso Frankfurt que le puso las cosas muy complicadas a los de Tuchel.
El encuentro en el Olímpico de Berlin comenzó como era de esperar. El Borussia era protagonista y el Eintracht, undécimo clasificado de la Bundesliga, intentaba superar los nervios que le causaba el hecho de volver a disputar una final. No lo consiguió. A los ocho minutos de juego, Dembele se aprovechaba de un gran envío de Reus, se burló de Vallejo en el lateral del área y subió el primero desde un ángulo casi imposible.
Los de Kovac necesitaban una reacción. Y no tardó en llegar. El Eintracht cambió el miedo por la valentía, se acercó al área de Bürki y no tardo en recibir la recompensa. Un doble pase le sirvió a Rebic para plantarse cara a cara con el meta borusser y no falló. Mandaba el Eintracht, Seferovic incluso pudo poner por delante a los suyos a través de un disparo cruzado, pero el esférico terminó chocándose en el palo. Respiraba el Borussia.
Era el momento de los grandes. Reus, el primer faro del Borussia, se rompió y tuvo que ser sustituido. Pero estaba Aubameyang. No había aparecido en todo el partido, pero cuando el colegiado señaló al punto de penalti tras una falta de Hradecky a Pulisic el pichichi de la Bundesliga no se lo pensó. En el que pudo ser su último partido para las abejas, Auba colocó el balón, cogió carrerilla y superó al meta del Eintracht a lo Panenka.
José Carlos Menzel
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Tuvieron que esperar. Cinco años. Pero el día volvió a llegar. Ayer, tras cinco temporadas rozando títulos, el Borussia Dortmund volvió a alzar una copa. Las abejas cayeron en las tres últimas finales de la Pokal, pero esta vez no la dejaron escapar y se impusieron por 2-1 a un rocoso Frankfurt que le puso las cosas muy complicadas a los de Tuchel.
El encuentro en el Olímpico de Berlin comenzó como era de esperar. El Borussia era protagonista y el Eintracht, undécimo clasificado de la Bundesliga, intentaba superar los nervios que le causaba el hecho de volver a disputar una final. No lo consiguió. A los ocho minutos de juego, Dembele se aprovechaba de un gran envío de Reus, se burló de Vallejo en el lateral del área y subió el primero desde un ángulo casi imposible.
Los de Kovac necesitaban una reacción. Y no tardó en llegar. El Eintracht cambió el miedo por la valentía, se acercó al área de Bürki y no tardo en recibir la recompensa. Un doble pase le sirvió a Rebic para plantarse cara a cara con el meta borusser y no falló. Mandaba el Eintracht, Seferovic incluso pudo poner por delante a los suyos a través de un disparo cruzado, pero el esférico terminó chocándose en el palo. Respiraba el Borussia.
Era el momento de los grandes. Reus, el primer faro del Borussia, se rompió y tuvo que ser sustituido. Pero estaba Aubameyang. No había aparecido en todo el partido, pero cuando el colegiado señaló al punto de penalti tras una falta de Hradecky a Pulisic el pichichi de la Bundesliga no se lo pensó. En el que pudo ser su último partido para las abejas, Auba colocó el balón, cogió carrerilla y superó al meta del Eintracht a lo Panenka.