El Benfica hace historia y logra su cuarta liga consecutiva
El conjunto de Rui Vitoria arrolló al Guimaraes y conquistó su liga número 36, la cuarta consecutiva por primera vez en sus 113 años de historia.
Javier Martín
As
Quizás su discreto entrenador Rui Vitória nunca pasará a la historia, quizás tampoco su once titular, pero con ellos el Benfica, después de 113 años de historia ha conseguido ganar cuatro ligas de forma continuada. Benfica ya es tetra, como se canta anoche en la plaza de Pombal, donde sus aficionados han celebrado la gesta tras arrollar al Guimaraes con goles de Franco Cervi, Raúl Jiménez, Pizzi y Jonas (2)..
El triunfo del Benfica se ha cimentado en la cohesión del grupo, en la unidad, en el esfuerzo común en pos de una causa cuando todo parecía que estaba en su contra. Con un presupuesto muy inferior al Oporto y con la discreción por bandera, frente a los gritos del rival de enfrente, el Sporting de Lisboa, al Benfica nunca se le fue la fuerza por la boca.
En cinco ocasiones el Benfica había ganado tres ligas seguidas; pero en dos ocasiones el Oporto y en tres el Sporting le impidieron conseguir la cuarta. A la sexta ha sido la vencida, y con casi todo en contra.
Rui Vitória jamás se quejó de que le vendieran a los mejores, ni que se quedara sin delanteros en la primera parte de la temporada. Los que salían tenían toda su fe.
El club había vendido sus tiernas joyas a precios exorbitantes: Renato Sanches (más de 80 millones sentados en el banquillo del Bayern) y Guedes (más de 30 millones sentados en el banquillo del PSG). Había comprado otra tan vistosa como supervalorada (Rafa del Braga) y su garantía de gol, Jonas y Mitroglou, se pasaron los primeros meses de la temporada lesionados. Daba igual, el Benfica sacaba adelante los partidos con unos inmensos Pizzi y Salvio, mientras que en la defensa se recuperaba el gran capitán Luisão, con sus 36 años, y en la portería Julio César dejaba ya el paso definitivo a su compatriota Ederson, de apenas 21 años.
El triunfo del Benfica es el triunfo de la cohesión frente a los vaivenes del Oporto y el griterío continuo del Sporting, desde el palco al banquillo. Rui Vitória ha dotado serenidad y confianza a un plantel menos brillante que el del Oporto, pero con mayor consistencia y cuando las cosas al final de la temporada se ponían feas, pues Mitroglou se había cansado de meter goles, Jonas dejó de tener lesiones y comenzó a marcar de dos en dos prolongando su edad de oro.
Este Benfica que ha conseguido la mayor hazaña de su historia no es, ciertamente, el Benfica de Eusebio pero ha sabido aprovechar las debilidades de los demás, quizás, porque su objetivo era ganar el título, mientras que sus rivales solo querían ganarle al Benfica.
Javier Martín
As
Quizás su discreto entrenador Rui Vitória nunca pasará a la historia, quizás tampoco su once titular, pero con ellos el Benfica, después de 113 años de historia ha conseguido ganar cuatro ligas de forma continuada. Benfica ya es tetra, como se canta anoche en la plaza de Pombal, donde sus aficionados han celebrado la gesta tras arrollar al Guimaraes con goles de Franco Cervi, Raúl Jiménez, Pizzi y Jonas (2)..
El triunfo del Benfica se ha cimentado en la cohesión del grupo, en la unidad, en el esfuerzo común en pos de una causa cuando todo parecía que estaba en su contra. Con un presupuesto muy inferior al Oporto y con la discreción por bandera, frente a los gritos del rival de enfrente, el Sporting de Lisboa, al Benfica nunca se le fue la fuerza por la boca.
En cinco ocasiones el Benfica había ganado tres ligas seguidas; pero en dos ocasiones el Oporto y en tres el Sporting le impidieron conseguir la cuarta. A la sexta ha sido la vencida, y con casi todo en contra.
Rui Vitória jamás se quejó de que le vendieran a los mejores, ni que se quedara sin delanteros en la primera parte de la temporada. Los que salían tenían toda su fe.
El club había vendido sus tiernas joyas a precios exorbitantes: Renato Sanches (más de 80 millones sentados en el banquillo del Bayern) y Guedes (más de 30 millones sentados en el banquillo del PSG). Había comprado otra tan vistosa como supervalorada (Rafa del Braga) y su garantía de gol, Jonas y Mitroglou, se pasaron los primeros meses de la temporada lesionados. Daba igual, el Benfica sacaba adelante los partidos con unos inmensos Pizzi y Salvio, mientras que en la defensa se recuperaba el gran capitán Luisão, con sus 36 años, y en la portería Julio César dejaba ya el paso definitivo a su compatriota Ederson, de apenas 21 años.
El triunfo del Benfica es el triunfo de la cohesión frente a los vaivenes del Oporto y el griterío continuo del Sporting, desde el palco al banquillo. Rui Vitória ha dotado serenidad y confianza a un plantel menos brillante que el del Oporto, pero con mayor consistencia y cuando las cosas al final de la temporada se ponían feas, pues Mitroglou se había cansado de meter goles, Jonas dejó de tener lesiones y comenzó a marcar de dos en dos prolongando su edad de oro.
Este Benfica que ha conseguido la mayor hazaña de su historia no es, ciertamente, el Benfica de Eusebio pero ha sabido aprovechar las debilidades de los demás, quizás, porque su objetivo era ganar el título, mientras que sus rivales solo querían ganarle al Benfica.