Cómo queda el delicado panorama político de Brasil tras el escándalo de corrupción que puso en jaque a Michel Temer
Si bien el presidente aclaró que no renunciará tras las denuncias que lo involucran en un caso de corrupción, su Gobierno quedó en la cuerda floja
Infobae
Una nueva crisis política se desató en Brasil en menos de un día, luego de las denuncias de uno de los dueños del grupo de frigoríficos JBS, Joesley Batista, quien acusó al presidente Michel Temer de haber avalado la compra del silencio de Eduardo Cunha, ex jefe de la Cámara de Diputados, quien se encuentra en prisión por su participación en la más grande trama de corrupción en la historia del país, conocida como Lava Jato.
Tras el sacudón que provocaron las palabras de Batista, este jueves circularon rumores de una posible renuncia del jefe de Estado. "No renunciaré, repito, no renunciaré", fue el contundente mensaje de Temer durante su aparición pública, en la que además negó todas las acusaciones en su contra.
Este mismo jueves, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) aprobó la apertura de una investigación contra el líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Aunque el mandatario aseguró que las pesquisas demostrarán su inocencia, desde diferentes sectores de la arena política brasileña ya empiezan a augurar el fin del mandato de Temer.
Golpeado por la fuerte crisis económica, social y política, su Gobierno quedó aún más debilitado cuando comenzó la danza de renuncias de ministros apenas un día después de comenzado el escándalo. El primero en dar el portazo fue Bruno Araújo, jefe de la cartera de Ciudades, mientras que otros podrían seguir su camino en las próximas horas.
Un análisis realizado por la firma Eurasia Group da por sentado que si las denuncias contra Temer se confirman, "significará el fin de su Administración".
"Si se confirman estas alegaciones, hay dos conclusiones clave. La primera es que Temer es poco probable que termine su mandato, lo que llevará al Congreso a elegir su reemplazo. La segunda conclusión es que el programa de reformas se pondrá en suspenso hasta que se encuentre una solución sostenible a la crisis política", señala el informe.
¿Pero qué pasa si Temer finalmente no renuncia? "Lo más probable es que el TSE lo saque de su mandato".
Hay tres caminos por los cuales el presidente podría salir del Gobierno: "Puede ser acusado, la Corte Suprema Electoral (TSE) puede decidir que hubo violaciones de financiación de campaña en 2014 y despojarlo de su mandato o puede dimitir".
Las acusaciones sobre el financiamiento ilícito de la campaña de 2014 salpican tanto a Temer como a Dilma Rousseff. Según Eurasia Group, el hecho de que el TSE haya mantenido al mandatario en el poder a pesar de haber concluido que hubo financiamiento ilícito tiene que ver más con "cuestiones políticas que legales".
"La única razón por la que el TSE se ha abstenido de hacerlo es porque los miembros del tribunal estaban conscientes de que despojar a Temer de su mandato podría ahondar al país en una nueva crisis institucional y económica", apunta el análisis publicado luego del discurso de este jueves de Temer.
En las últimas horas se registraron fuertes protestas en Brasil (REUTERS)
En las últimas horas se registraron fuertes protestas en Brasil (REUTERS)
En este contexto de incertidumbres, también hay dudas sobre el futuro de las reformas impulsadas por el jefe de Estado en los últimos meses. En caso de caer Temer, el futuro de su programa económico dependerá del perfil de su sucesor.
En ese caso asumiría temporalmente el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien tendría 30 días para llamar a elecciones indirectas. Ya en esa instancia el Congreso debería elegir al nuevo mandatario, mediante el voto de los 513 diputados y 81 senadores en sesión conjunta.
Ante ese panorama, resulta importante que los parlamentarios "elijan a alguien con credenciales impecables en el frente de la corrupción".
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Una nueva crisis política se desató en Brasil en menos de un día, luego de las denuncias de uno de los dueños del grupo de frigoríficos JBS, Joesley Batista, quien acusó al presidente Michel Temer de haber avalado la compra del silencio de Eduardo Cunha, ex jefe de la Cámara de Diputados, quien se encuentra en prisión por su participación en la más grande trama de corrupción en la historia del país, conocida como Lava Jato.
Tras el sacudón que provocaron las palabras de Batista, este jueves circularon rumores de una posible renuncia del jefe de Estado. "No renunciaré, repito, no renunciaré", fue el contundente mensaje de Temer durante su aparición pública, en la que además negó todas las acusaciones en su contra.
Este mismo jueves, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) aprobó la apertura de una investigación contra el líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Aunque el mandatario aseguró que las pesquisas demostrarán su inocencia, desde diferentes sectores de la arena política brasileña ya empiezan a augurar el fin del mandato de Temer.
Golpeado por la fuerte crisis económica, social y política, su Gobierno quedó aún más debilitado cuando comenzó la danza de renuncias de ministros apenas un día después de comenzado el escándalo. El primero en dar el portazo fue Bruno Araújo, jefe de la cartera de Ciudades, mientras que otros podrían seguir su camino en las próximas horas.
Un análisis realizado por la firma Eurasia Group da por sentado que si las denuncias contra Temer se confirman, "significará el fin de su Administración".
"Si se confirman estas alegaciones, hay dos conclusiones clave. La primera es que Temer es poco probable que termine su mandato, lo que llevará al Congreso a elegir su reemplazo. La segunda conclusión es que el programa de reformas se pondrá en suspenso hasta que se encuentre una solución sostenible a la crisis política", señala el informe.
¿Pero qué pasa si Temer finalmente no renuncia? "Lo más probable es que el TSE lo saque de su mandato".
Hay tres caminos por los cuales el presidente podría salir del Gobierno: "Puede ser acusado, la Corte Suprema Electoral (TSE) puede decidir que hubo violaciones de financiación de campaña en 2014 y despojarlo de su mandato o puede dimitir".
Las acusaciones sobre el financiamiento ilícito de la campaña de 2014 salpican tanto a Temer como a Dilma Rousseff. Según Eurasia Group, el hecho de que el TSE haya mantenido al mandatario en el poder a pesar de haber concluido que hubo financiamiento ilícito tiene que ver más con "cuestiones políticas que legales".
"La única razón por la que el TSE se ha abstenido de hacerlo es porque los miembros del tribunal estaban conscientes de que despojar a Temer de su mandato podría ahondar al país en una nueva crisis institucional y económica", apunta el análisis publicado luego del discurso de este jueves de Temer.
En las últimas horas se registraron fuertes protestas en Brasil (REUTERS)
En las últimas horas se registraron fuertes protestas en Brasil (REUTERS)
En este contexto de incertidumbres, también hay dudas sobre el futuro de las reformas impulsadas por el jefe de Estado en los últimos meses. En caso de caer Temer, el futuro de su programa económico dependerá del perfil de su sucesor.
En ese caso asumiría temporalmente el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien tendría 30 días para llamar a elecciones indirectas. Ya en esa instancia el Congreso debería elegir al nuevo mandatario, mediante el voto de los 513 diputados y 81 senadores en sesión conjunta.
Ante ese panorama, resulta importante que los parlamentarios "elijan a alguien con credenciales impecables en el frente de la corrupción".