Zaza y Jovetic se quedan a milímetros del gol en Mestalla
Al italiano se lo anularon y el montenegrino se estrelló con el palo. González González no expulsó a Alves, que tocó con la mano fuera del área. Zaza pidió un penalti.
Juan Jiménez
As
El Sevilla apareció rearmado en Mestalla. No ofreció los preocupantes síntomas de debilidad de días anteriores, pero tampoco derrochó fútbol y acabó firmando un empate que el Valencia aceptó con naturalidad. Los che no emocionaron a su gente, pero tampoco regalaron nada en un partido mejor jugado de lo que dijo el marcador, que no se movió por varios factores.
Primero, porque González González anuló un gol por mano de Zaza, que también reclamó un penalti de Lenglet que para el italiano, según declaró nada más terminar el partido, fue indiscutible. Y luego porque Jovetic, sorprendente suplente de nuevo y recambio del lesionado Vitolo, se quedó a milímetros del gol tres veces. Primero en un disparo que se estrelló en el poste y luego en dos opciones más en la segunda parte que se quedaron en ‘uys’. El Sevilla también tuvo su particular queja arbitral. Diego Alves arrolló a Nzonzi y tocó el balón fuera del área. Debió ser expulsado en la fase final del partido.
El partido le deja al Sevilla una mala noticia. El Atleti y la tercera plaza quedan ya a tres puntos más el goalaverage. Pero también señales tranquilizadoras. Dejó la portería a cero y volvió a ser un equipo algo más reconocible. Pese a la lesión de su jugador franquicia, Vitolo, propuso algo más que su rival pero demostró no estar todavía completamente sano. Por eso no se lanzó a tumba abierta a por la victoria.
Del Valencia gustó la apuesta de Voro por el canterano Lato, alguna subida de Montoya, la pelea de Zaza y la reaparición de Nani. Pero, para no tener nada que perder, sorprendió que no se fuese con más descaro al ataque para darle una alegría a su afición, que se fue algo frustrada a casa. El 0-0 sólo garantiza una cosa: que la semana que viene volverá a hablarse de Murthy, Sampaoli… Otra vez todo menos fútbol.
Juan Jiménez
As
El Sevilla apareció rearmado en Mestalla. No ofreció los preocupantes síntomas de debilidad de días anteriores, pero tampoco derrochó fútbol y acabó firmando un empate que el Valencia aceptó con naturalidad. Los che no emocionaron a su gente, pero tampoco regalaron nada en un partido mejor jugado de lo que dijo el marcador, que no se movió por varios factores.
Primero, porque González González anuló un gol por mano de Zaza, que también reclamó un penalti de Lenglet que para el italiano, según declaró nada más terminar el partido, fue indiscutible. Y luego porque Jovetic, sorprendente suplente de nuevo y recambio del lesionado Vitolo, se quedó a milímetros del gol tres veces. Primero en un disparo que se estrelló en el poste y luego en dos opciones más en la segunda parte que se quedaron en ‘uys’. El Sevilla también tuvo su particular queja arbitral. Diego Alves arrolló a Nzonzi y tocó el balón fuera del área. Debió ser expulsado en la fase final del partido.
El partido le deja al Sevilla una mala noticia. El Atleti y la tercera plaza quedan ya a tres puntos más el goalaverage. Pero también señales tranquilizadoras. Dejó la portería a cero y volvió a ser un equipo algo más reconocible. Pese a la lesión de su jugador franquicia, Vitolo, propuso algo más que su rival pero demostró no estar todavía completamente sano. Por eso no se lanzó a tumba abierta a por la victoria.
Del Valencia gustó la apuesta de Voro por el canterano Lato, alguna subida de Montoya, la pelea de Zaza y la reaparición de Nani. Pero, para no tener nada que perder, sorprendió que no se fuese con más descaro al ataque para darle una alegría a su afición, que se fue algo frustrada a casa. El 0-0 sólo garantiza una cosa: que la semana que viene volverá a hablarse de Murthy, Sampaoli… Otra vez todo menos fútbol.