¿Tienen demasiadas vacaciones los iraníes?

Ante las críticas de un ayatolá, algunos temen que les quieran arrebatar las fiestas preislámicas

Ángeles Espinosa
Dubái, El País
¿Cuántos días de descanso son demasiados? En Irán, que celebra tanto fiestas nacionales como islámicas y de la antigua Persia, es un debate recurrente desde hace años. Ahora, a punto de concluir las entre dos y tres semanas de vacaciones de Nowruz, el año nuevo persa que coincide con el 21 de marzo, un prominente clérigo ha vuelto a criticar el largo asueto y a pedir a las autoridades que reduzcan el número de festivos anuales.


“En los países desarrollados no tienen [tantas] vacaciones, y este es uno de los problemas de [nuestro] país”, manifestó el gran ayatolá Naser Makarem Shirazi, la semana pasada. “El Nuevo Año ha sido designado como el de la Economía de resistencia: producción y empleo, pero ¿cómo es posible crear empleos y producir con sólo tres o cuatro meses de trabajo [al año]?”, planteaba.

Para algunos iraníes se trata de un nuevo intento de los religiosos por eliminar las festividades preislámicas. Más allá de qué festivos deban mantenerse, se trata de un debate recurrente que desborda el marco laboral y toca la fibra sensible de la identidad nacional, convirtiéndose en un delicado asunto político.

“Nowruz es muy especial para nosotros; tal vez parezca mucho que cojamos dos o tres semanas, pero son nuestras vacaciones anuales, no volvemos a tomar un descanso en verano como suele hacerse en Europa”, defiende Parisa, una empleada administrativa.

Un informe elaborado por la web conservadora Tabnak hace algunos años calculó que si se incluían los fines de semana, los iraníes disfrutaban de 150 días libres anuales. Claro que si se tiene en cuenta que el descanso semanal se limita al viernes, salvo en las oficinas del Estado que incluye también el jueves, el número de festivos resulta mayor. Según el mismo informe, Irán era el único país del mundo con 25 fiestas oficiales en su calendario, una cifra que, según lo publicado para 2017, ya asciende a 30. Lo habitual, en la mayoría de los países, son 12.

Significativamente, entre las medidas populistas con las que el anterior presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, trató de ganarse a la población estuvo el aumento de días de descanso. No logró su propósito de generalizar el fin de semana de dos días, jueves y viernes. Sin embargo, su Gobierno recurrió a menudo a declarar no laborables los días que caían en medio de dos festivos, convirtiendo en acueductos los numerosos puentes del calendario iraní.

La resistencia al cambio persiste. El presidente Hasan Rohani también ha encontrado oposición a su propósito de fijar el fin de semana en viernes y sábado, como ya han hecho sus vecinos árabes, para acercarse más el funcionamiento de la mayoría de los países que siguen la fórmula occidental del sábado y el domingo. Los detractores arguyen que el sábado es tradicionalmente el día de descanso semanal de los judíos.

Entradas populares