Rusia prohíbe a los Testigos de Jehová
El Tribunal Supremo considera al grupo religioso como una "organización extremista"
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
Rusia se unió ayer a los países que, como Singapur, han prohibido a los Testigos de Jehová. El Tribunal Supremo considera que este grupo religioso, al que a veces se tilda de secta, es una organización extremista, por lo que tendrá que cesar todas las actividades que llevan a cabo en el país. Los Testigos han anunciado que apelarán la sentencia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El fallo del alto tribunal contempla asimismo la incautación de todas las propiedades de los Testigos de Jehová. Con su decisión, el Supremo ruso ha satisfecho la demanda presentada a finales de marzo por el ministerio de Justicia y que pedía ilegalizar esta organización religiosa.
Los Testigos de Jehová, unos 175.000 en Rusia, sostienen que las acusaciones presentadas contra ellos son falsas y calumniosas, por lo que recurrirán al Tribunal de Estrasburgo, que en 2010 ya dictó una decisión favorable a ellos cuando un juzgado moscovita ordenó la disolución de la filial capitalina.
Pero la situación ha cambiado. De acuerdo con una decisión del Tribunal Constitucional tomada en 2015, a partir de ese año en Rusia priman las leyes nacionales sobre las internacionales, al igual que sucede en naciones como China o Estados Unidos. Con anterioridad a esta decisión del Tribunal Supremo, en ocho provincias rusas ya se habían prohibido las actividades de los Testigos y en todo el país se habían ilegalizado sus publicaciones por considerar que destruyen las familias e incitan al odio.
Sin embargo, según informa EFE, el Servicio Europeo de Acción Exterior de la Unión Europea defendió hoy en un comunicado el derecho a la libertad de reunión de los Testigos de Jehová tras la prohibición rusa. "Los Testigos de Jehová, al igual que otros grupos religiosos, deben poder disfrutar pacíficamente de su libertad de reunión sin intromisión, tal y como garantiza la Constitución de Rusia y sus compromisos internacionales de Derechos Humanos", comunicó la portavocía del SEAE en un comunicado.
Denuncias también en España
Los Testigos de Jehová tienen asimismo problemas en otros países, especialmente por algunas de sus prescripciones que prohíben, por ejemplo, las transfusiones de sangre, lo que en algunas ocasiones ha provocado la muerte de menores por la negativa de sus padres a recibir sangre ajena. Además, se ha denunciado (incluido en España) la existencia de una justicia interna que juzga a los que cometen delitos como abusos de menores, ocultándolos a la justicia ordinaria.
La sentencia del Supremo ruso supone que a partir de ahora los Testigos de Jehová podrán ser perseguidos legalmente en el caso de insistir en sus actividades. Según datos proporcionados por los Testigos en su página oficial, a abril de este año había 458 seguidores en prisión en cinco países condenados tanto por practicar las normas de la organización como por objeción de conciencia. En noviembre de 2015 la justicia rusa prohibió también la iglesia de la Cienciología.
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
Rusia se unió ayer a los países que, como Singapur, han prohibido a los Testigos de Jehová. El Tribunal Supremo considera que este grupo religioso, al que a veces se tilda de secta, es una organización extremista, por lo que tendrá que cesar todas las actividades que llevan a cabo en el país. Los Testigos han anunciado que apelarán la sentencia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El fallo del alto tribunal contempla asimismo la incautación de todas las propiedades de los Testigos de Jehová. Con su decisión, el Supremo ruso ha satisfecho la demanda presentada a finales de marzo por el ministerio de Justicia y que pedía ilegalizar esta organización religiosa.
Los Testigos de Jehová, unos 175.000 en Rusia, sostienen que las acusaciones presentadas contra ellos son falsas y calumniosas, por lo que recurrirán al Tribunal de Estrasburgo, que en 2010 ya dictó una decisión favorable a ellos cuando un juzgado moscovita ordenó la disolución de la filial capitalina.
Pero la situación ha cambiado. De acuerdo con una decisión del Tribunal Constitucional tomada en 2015, a partir de ese año en Rusia priman las leyes nacionales sobre las internacionales, al igual que sucede en naciones como China o Estados Unidos. Con anterioridad a esta decisión del Tribunal Supremo, en ocho provincias rusas ya se habían prohibido las actividades de los Testigos y en todo el país se habían ilegalizado sus publicaciones por considerar que destruyen las familias e incitan al odio.
Sin embargo, según informa EFE, el Servicio Europeo de Acción Exterior de la Unión Europea defendió hoy en un comunicado el derecho a la libertad de reunión de los Testigos de Jehová tras la prohibición rusa. "Los Testigos de Jehová, al igual que otros grupos religiosos, deben poder disfrutar pacíficamente de su libertad de reunión sin intromisión, tal y como garantiza la Constitución de Rusia y sus compromisos internacionales de Derechos Humanos", comunicó la portavocía del SEAE en un comunicado.
Denuncias también en España
Los Testigos de Jehová tienen asimismo problemas en otros países, especialmente por algunas de sus prescripciones que prohíben, por ejemplo, las transfusiones de sangre, lo que en algunas ocasiones ha provocado la muerte de menores por la negativa de sus padres a recibir sangre ajena. Además, se ha denunciado (incluido en España) la existencia de una justicia interna que juzga a los que cometen delitos como abusos de menores, ocultándolos a la justicia ordinaria.
La sentencia del Supremo ruso supone que a partir de ahora los Testigos de Jehová podrán ser perseguidos legalmente en el caso de insistir en sus actividades. Según datos proporcionados por los Testigos en su página oficial, a abril de este año había 458 seguidores en prisión en cinco países condenados tanto por practicar las normas de la organización como por objeción de conciencia. En noviembre de 2015 la justicia rusa prohibió también la iglesia de la Cienciología.