Rescatados 6.500 migrantes en el Mediterráneo Central en tres días
Ha sido el fin de semana en Italia con más personas socorridas en un mes no veraniego
María Salas Oraá
Roma, El País
Desde el viernes hasta el domingo, al menos 6.500 migrantes han sido rescatados en el Mediterráneo Central, según ha informado la Guardia Costera italiana, que coordina las labores de salvamento en la zona. Se trata de un rescate récord y excepcional en los meses de primavera, puesto que nunca antes se habían socorrido a tantas personas en solo tres días fuera de los meses de julio y agosto.
Los guardacostas explican que “el mar ha estado muy tranquilo, casi como un lago” y las embarcaciones partieron de forma masiva desde el norte de Libia. En total, han socorrido a 33 barcas —lanchas neumáticas y barcazas de madera— tanto durante el día como durante la noche. El viernes fueron 2.000 los rescatados, y la cifra se disparó el sábado, con más de 4.500. Aunque los números todavía no son definitivos, la Guardia Costera confirma cinco muertes (una el viernes y cuatro el sábado).
En lo que va de abril, los migrantes rescatados y desembarcados en Italia superan los 14.350. El año pasado hubo 9.149 en todo el mes. Sin tener en cuenta todavía estas últimas 6.500 personas, la fundación Ismu (Indagini e studi sulla multietnicità), un organismo independiente que estudia los flujos migratorios basándose en los datos oficiales, advierte que las cifras se han disparado un 30% respecto al año anterior. En los meses de enero, febrero y marzo, desembarcaron en puertos italianos más de 24.000 migrantes en contraste con los cerca de 18.000 de 2016 y los 10.165 de 2015.
La organización alerta que “es muy significativo también el número de muertos y desaparecidos en el Mediterráneo desde el inicio de año hasta el 4 de abril: en total, 663 migrantes han perdido la vida en el viaje hacia Europa, siete personas al día”. También les preocupan los menores no acompañados, puesto que son ya al menos 2.293 los llegados. Este fue uno de los asuntos que más preocupó a las autoridades en 2016, un año en el que los desembarcos de menores no acompañados se duplicaron, y pasaron de 12.360 en 2015 a 24.929 en 2016.
El Ministerio del Interior italiano se prepara ya para hacer frente a una crisis migratoria intensificada, y sus previsiones apuntan que las llegadas podrían superar las 250.000, frente a las más de 180.000 del año anterior. Por eso, su trabajo está centrado, además de en la coordinación de los rescates, en idear un sistema de acogida eficaz para dar respuesta al problema. El pasado 12 de abril, el Parlamento aprobó el denominado “decreto Minitti”, con el que el ministro del Interior, Marco Minitti, pretende tomar medidas para acortar los tiempos de expulsión y hacer frente a la inmigración ilegal. Así, las sedes judiciales dedicadas a asuntos migratorios pasan de 14 a 26, los tiempos de las resoluciones para decidir sobre el estatus de refugiado se acortan de 6 a 4 meses y cambia el sistema de expulsión. Los CIE (centros de identificación y expulsión) se sustituyen por los nuevos CPR (centros de permanencia y repatriación), que tendrán entre 100 y 150 puestos con el objetivo de evitar que estén, como hasta ahora, masificados.
María Salas Oraá
Roma, El País
Desde el viernes hasta el domingo, al menos 6.500 migrantes han sido rescatados en el Mediterráneo Central, según ha informado la Guardia Costera italiana, que coordina las labores de salvamento en la zona. Se trata de un rescate récord y excepcional en los meses de primavera, puesto que nunca antes se habían socorrido a tantas personas en solo tres días fuera de los meses de julio y agosto.
Los guardacostas explican que “el mar ha estado muy tranquilo, casi como un lago” y las embarcaciones partieron de forma masiva desde el norte de Libia. En total, han socorrido a 33 barcas —lanchas neumáticas y barcazas de madera— tanto durante el día como durante la noche. El viernes fueron 2.000 los rescatados, y la cifra se disparó el sábado, con más de 4.500. Aunque los números todavía no son definitivos, la Guardia Costera confirma cinco muertes (una el viernes y cuatro el sábado).
En lo que va de abril, los migrantes rescatados y desembarcados en Italia superan los 14.350. El año pasado hubo 9.149 en todo el mes. Sin tener en cuenta todavía estas últimas 6.500 personas, la fundación Ismu (Indagini e studi sulla multietnicità), un organismo independiente que estudia los flujos migratorios basándose en los datos oficiales, advierte que las cifras se han disparado un 30% respecto al año anterior. En los meses de enero, febrero y marzo, desembarcaron en puertos italianos más de 24.000 migrantes en contraste con los cerca de 18.000 de 2016 y los 10.165 de 2015.
La organización alerta que “es muy significativo también el número de muertos y desaparecidos en el Mediterráneo desde el inicio de año hasta el 4 de abril: en total, 663 migrantes han perdido la vida en el viaje hacia Europa, siete personas al día”. También les preocupan los menores no acompañados, puesto que son ya al menos 2.293 los llegados. Este fue uno de los asuntos que más preocupó a las autoridades en 2016, un año en el que los desembarcos de menores no acompañados se duplicaron, y pasaron de 12.360 en 2015 a 24.929 en 2016.
El Ministerio del Interior italiano se prepara ya para hacer frente a una crisis migratoria intensificada, y sus previsiones apuntan que las llegadas podrían superar las 250.000, frente a las más de 180.000 del año anterior. Por eso, su trabajo está centrado, además de en la coordinación de los rescates, en idear un sistema de acogida eficaz para dar respuesta al problema. El pasado 12 de abril, el Parlamento aprobó el denominado “decreto Minitti”, con el que el ministro del Interior, Marco Minitti, pretende tomar medidas para acortar los tiempos de expulsión y hacer frente a la inmigración ilegal. Así, las sedes judiciales dedicadas a asuntos migratorios pasan de 14 a 26, los tiempos de las resoluciones para decidir sobre el estatus de refugiado se acortan de 6 a 4 meses y cambia el sistema de expulsión. Los CIE (centros de identificación y expulsión) se sustituyen por los nuevos CPR (centros de permanencia y repatriación), que tendrán entre 100 y 150 puestos con el objetivo de evitar que estén, como hasta ahora, masificados.