Le Pen se aparta temporalmente de la presidencia del FN
La “excedencia” es una maniobra de la candidata de ultraderecha para cortejar votos más moderados
Silvia Ayuso
París, El País
Golpe de efecto de Marine Le Pen en su primer día como candidata a la segunda vuelta electoral. La líder del Frente Nacional aseguró este lunes que se ha tomado un permiso como presidenta de la formación ultraderechista para dedicarse de lleno a la campaña de cara a la cita definitiva ante las urnas del 7 de mayo. “Ya no soy más que la candidata a las presidenciales”, anunció en la cadena France 2.
El objetivo es “reunir a todos los patriotas franceses” bajo su propuesta, argumentó en el mismo día en que su rival y favorito en la carrera, el centrista Emmanuel Macron, siguió cosechando apoyos a su candidatura, entre otros del presidente saliente, el socialista François Hollande.
Su gesto de alejamiento de la formación fundada por su padre, Jean-Marie Le Pen, es un claro intento de atraer a votantes que siguen siendo reticentes a votar a un partido considerado extremo como el FN. Especialmente, una parte de la derecha que apostó por el ahora dimitido candidato de Los Republicanos, François Fillon, y que duda de a quién conceder su voto en la nueva cita electoral pese al llamamiento de la cúpula conservadora a apoyar a Macron. “Sí, hay algunos contactos en curso”, reveló Le Pen.
La candidata derechista también ha cortejado abiertamente al ultraconservador Nicolas Dupont-Aignan, uno de los “candidatos pequeños” de la primera vuelta francesa, en la que había 11 aspirantes, pero que el domingo logró un sorprendente 4,7% de los votos y se situó en sexto lugar, muy cerca del socialista Benoît Hamon (6,35%).
Dupont-Aignan “tiene un proyecto extremadamente cercano al nuestro. Tiene las mismas convicciones, quiere que Francia vuelva a ser soberana, desea frenar la inmigración masiva, hay muchas cosas sobre las que podemos conversar, busco una reunión lo más grande posible de los patriotas”, declaró Le Pen, usando el mismo apelativo que utilizó en su discurso de victoria de la noche del viernes. Tampoco descarta poder atraer a alguna parte del voto del candidato de la izquierda alternativa Jean-Luc Mélenchon, que no ha querido apoyar públicamente a Macron y ha dejado en sus seguidores fijar la posición común de su movimiento, Francia Insumisa.
Según recordó el periodista de Libération especializado en el FN Dominique Albertini, en 2002, tras pasar inesperadamente a segunda vuelta, ya se le propuso esa idea de apartarse formalmente de la cúpula del Frente Nacional a Le Pen padre, pero este la rechazó.
Con un 21,53% de los votos, Marine Le Pen logró el domingo el mejor resultado electoral en unas presidenciales del FN, que solo por segunda vez logra pasar a la reválida presidencial (la primera fue con el padre de la hoy candidata, Jean-Marie Le Pen, en 2002). Aun así, sus apoyos propios son claramente insuficientes para tener expectativas de victoria el 7 de mayo, sobre todo ante la masiva lluvia de apoyos que está recibiendo Macron, al que las encuestas otorgan un 60% de intención de voto en la segunda vuelta. No obstante, la candidata se mostró este lunes segura de que nada está aún decidido. “Podemos ganar”, afirmó el lunes.
París, El País
Golpe de efecto de Marine Le Pen en su primer día como candidata a la segunda vuelta electoral. La líder del Frente Nacional aseguró este lunes que se ha tomado un permiso como presidenta de la formación ultraderechista para dedicarse de lleno a la campaña de cara a la cita definitiva ante las urnas del 7 de mayo. “Ya no soy más que la candidata a las presidenciales”, anunció en la cadena France 2.
El objetivo es “reunir a todos los patriotas franceses” bajo su propuesta, argumentó en el mismo día en que su rival y favorito en la carrera, el centrista Emmanuel Macron, siguió cosechando apoyos a su candidatura, entre otros del presidente saliente, el socialista François Hollande.
Su gesto de alejamiento de la formación fundada por su padre, Jean-Marie Le Pen, es un claro intento de atraer a votantes que siguen siendo reticentes a votar a un partido considerado extremo como el FN. Especialmente, una parte de la derecha que apostó por el ahora dimitido candidato de Los Republicanos, François Fillon, y que duda de a quién conceder su voto en la nueva cita electoral pese al llamamiento de la cúpula conservadora a apoyar a Macron. “Sí, hay algunos contactos en curso”, reveló Le Pen.
La candidata derechista también ha cortejado abiertamente al ultraconservador Nicolas Dupont-Aignan, uno de los “candidatos pequeños” de la primera vuelta francesa, en la que había 11 aspirantes, pero que el domingo logró un sorprendente 4,7% de los votos y se situó en sexto lugar, muy cerca del socialista Benoît Hamon (6,35%).
Dupont-Aignan “tiene un proyecto extremadamente cercano al nuestro. Tiene las mismas convicciones, quiere que Francia vuelva a ser soberana, desea frenar la inmigración masiva, hay muchas cosas sobre las que podemos conversar, busco una reunión lo más grande posible de los patriotas”, declaró Le Pen, usando el mismo apelativo que utilizó en su discurso de victoria de la noche del viernes. Tampoco descarta poder atraer a alguna parte del voto del candidato de la izquierda alternativa Jean-Luc Mélenchon, que no ha querido apoyar públicamente a Macron y ha dejado en sus seguidores fijar la posición común de su movimiento, Francia Insumisa.
Según recordó el periodista de Libération especializado en el FN Dominique Albertini, en 2002, tras pasar inesperadamente a segunda vuelta, ya se le propuso esa idea de apartarse formalmente de la cúpula del Frente Nacional a Le Pen padre, pero este la rechazó.
Con un 21,53% de los votos, Marine Le Pen logró el domingo el mejor resultado electoral en unas presidenciales del FN, que solo por segunda vez logra pasar a la reválida presidencial (la primera fue con el padre de la hoy candidata, Jean-Marie Le Pen, en 2002). Aun así, sus apoyos propios son claramente insuficientes para tener expectativas de victoria el 7 de mayo, sobre todo ante la masiva lluvia de apoyos que está recibiendo Macron, al que las encuestas otorgan un 60% de intención de voto en la segunda vuelta. No obstante, la candidata se mostró este lunes segura de que nada está aún decidido. “Podemos ganar”, afirmó el lunes.
