La renovación de Isco
De verso suelto a artista comprometido: recuperó 11 balones y participó en 101 acciones. Acaba contrato en junio de 2018, pero su ampliación es inminente.
Carlos Forjanes
As
En el último año, el Real Madrid ha renovado a Kroos, Modric, Lucas Vázquez, Bale y Cristiano. Pero ha habido una renovación que, precisamente por no producirse aún, inquieta a un sector importante del madridismo: la de Isco.
AS publicó hace seis días que el malagueño está cerca de ser el siguiente en estampar su firma. El 3-0 al Alavés fue el último episodio en el tránsito del centrocampista hacia un nuevo contrato (el actual acaba en 2018) que es estratégico para el club. Extender su vínculo cuatro o cinco años más (se está negociando) sería un eficaz repelente contra la picadura de sus poderosos pretendientes (el Barcelona, Guardiola...) y terminaría de certificar la cantada salida de James, del que Zidane quiere desprenderse.
Mientras, Isco se va ganando al francés (“Es fundamental”, dijo el técnico en febrero) por la vía del sudor. Apremiado por la sangría que provocaba la nula atención defensiva de la BBC, Isco recuperó contra los vitorianos 11 balones, más que nadie (Kroos cinco y Modric, ninguno), y se las apañó para intervenir en 101 acciones, su récord este curso.
Una mutación de verso suelto en artista comprometido con la causa. Ha participado en siete goles (cinco tantos y dos asistencias) en sus últimos seis partidos como titular. Inteligencia futbolística para saber cómo arañar minutos combinada con el fútbol callejero que Isco mamó cuando rompía cristales en la Calle Las Flores de Arroyo de la Miel. Con sus amigos de siempre, Aitor y el resto de la cuadrilla, con los que se fue el verano pasado a un road trip por Las Vegas. En Madrid, mientras suben a visitarle, cuenta con la compañía de su perro Bubu, un pomerania canela que es la estrella en sus redes sociales.
El regalo a un fan.
Isco puso al Bernabéu en pie con su golazo y, tras pitar Sánchez Martínez, caminó torero a brindar su camiseta en un detalle especial. Se la entregó a Jonás Chávez Darias, un madridista de La Gomera que acudió con su hermano Imanol, portero del Fútbol Sala Zamora. “Es un fan que vi a la salida de Valdebebas, le he reconocido y me he acordado”, explicaba el 22 blanco en el micrófono de Ricardo Rosety en beIN.
A sus compañeros también los tiene entregados. Nacho sacó pecho: “Me imagino que el Barça y otros le querrán, pero lo importante es que lo tenemos nosotros”. “Todos queremos que renueve”, le secundó Casilla. Algo que parece inminente.
Carlos Forjanes
As
En el último año, el Real Madrid ha renovado a Kroos, Modric, Lucas Vázquez, Bale y Cristiano. Pero ha habido una renovación que, precisamente por no producirse aún, inquieta a un sector importante del madridismo: la de Isco.
AS publicó hace seis días que el malagueño está cerca de ser el siguiente en estampar su firma. El 3-0 al Alavés fue el último episodio en el tránsito del centrocampista hacia un nuevo contrato (el actual acaba en 2018) que es estratégico para el club. Extender su vínculo cuatro o cinco años más (se está negociando) sería un eficaz repelente contra la picadura de sus poderosos pretendientes (el Barcelona, Guardiola...) y terminaría de certificar la cantada salida de James, del que Zidane quiere desprenderse.
Mientras, Isco se va ganando al francés (“Es fundamental”, dijo el técnico en febrero) por la vía del sudor. Apremiado por la sangría que provocaba la nula atención defensiva de la BBC, Isco recuperó contra los vitorianos 11 balones, más que nadie (Kroos cinco y Modric, ninguno), y se las apañó para intervenir en 101 acciones, su récord este curso.
Una mutación de verso suelto en artista comprometido con la causa. Ha participado en siete goles (cinco tantos y dos asistencias) en sus últimos seis partidos como titular. Inteligencia futbolística para saber cómo arañar minutos combinada con el fútbol callejero que Isco mamó cuando rompía cristales en la Calle Las Flores de Arroyo de la Miel. Con sus amigos de siempre, Aitor y el resto de la cuadrilla, con los que se fue el verano pasado a un road trip por Las Vegas. En Madrid, mientras suben a visitarle, cuenta con la compañía de su perro Bubu, un pomerania canela que es la estrella en sus redes sociales.
El regalo a un fan.
Isco puso al Bernabéu en pie con su golazo y, tras pitar Sánchez Martínez, caminó torero a brindar su camiseta en un detalle especial. Se la entregó a Jonás Chávez Darias, un madridista de La Gomera que acudió con su hermano Imanol, portero del Fútbol Sala Zamora. “Es un fan que vi a la salida de Valdebebas, le he reconocido y me he acordado”, explicaba el 22 blanco en el micrófono de Ricardo Rosety en beIN.
A sus compañeros también los tiene entregados. Nacho sacó pecho: “Me imagino que el Barça y otros le querrán, pero lo importante es que lo tenemos nosotros”. “Todos queremos que renueve”, le secundó Casilla. Algo que parece inminente.