La Real duerme en Europa tras ganar en Mestalla

Los de Eusebio se durmieron tras ponerse 0-3 y el Valencia apunto estuvo de lograr el empate tras los goles de Nani y Zaza.

Conrado Valle
As
La Real Sociedad mira a Europa con ojos tiernos. La quiere. Por eso le susurra. Llama a su puerta. Ganó en Mestalla. Presión para el Athletic, que juega mañana. Pero que no se fíen los de Eusebio ni se duerman en los laureles como hicieran durante los últimos 25 minutos en Valencia, cuando sufrieron lo que no deberían haber sufrido. Porque en el 64' ganaban por 0-3 y sin embargo acabaron pidieron la hora. El Valencia despertó tarde. Pero al menos su arreón final le sirvió para calmar los ánimos de la grada.


El Valencia durante la primera mitad dio hasta pena. Lástima por su impotencia. Como al Zorro cuando le vacila el Correcaminos. Con más de medio Mestalla vació y los presentes pasando el cuchillo a los suyos por lo que veía y por lo que ha visto durante el largo año. La grada se cebó con Diego Alves tras su autogol y con Siqueira por hacer un penalti que tanto lo era como pocos se pitan. Solo se aplaudían las intervenciones de Aderlan Santos y varias de forma socarrona.

Los blanquinegros no encontraban tepe de césped donde esconderse y cada cual optó por hacer la guerra por su cuenta, unos futbolistas que mucho decir que quieren que siguiera Voro en el banquillo pero al que respaldan poco donde debieran con primeras partes como la de ayer. Eternos regates de Nani, disparos a la nada de Enzo, carreras sin sentido de Orellana y arreones sin control de Zaza, costándole uno de ellos una tarjeta que le dejará sin ir al Bernabéu.

Y mientras la Real a lo suyo. A tocar el balón hasta desesperar al rival y a saber jugar con los nervios y el esperpento de partido blanquinegro. Obviamente contribuyó a ello que cinco pases y 32 segundos después de sacar del centro ya fuera 0-1. Pero también el juego exterior de Odriozola y Juanmi y el interior de Canales, así como el empaque de Illarra, Prieto y Zurutuza en el centro del campo. Porque lo que se dice peligro no generó la Real, pero su chorreo en cuanto a control de los tiempos del partido fue de aúpa. Como impoluta fue la acción del 0-3. Corría el 64’ y la Real se veía ya durmiendo en la sexta planta de la Liga, con vistas a Europa.

Sin embargo, por orgullo y también por la sin razón que a veces tiene el fútbol, el Valencia no solo despertó sino que llegó a meter el miedo en el cuerpo a la Real. Nani hacía de penalti el 1-3 en el 67’ y solo cuatro minutos después Zaza, el 2-3. De ahí hasta el final, asedió ché. Eusebio no daba crédito. Y suerte aún tuvieron los donostiarras de que Carlos Latre señalara fuera una falta que pudo pdocurise dentro del área cometida sobre Carlos Soler y que ni Zaza ni Montoya encontraron puerta en sendas ocasiones en los últimos minutos.

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