La oposición venezolana aumenta la presión contra el Supremo con otra marcha en Caracas
Henrique Capriles cambia la ruta de una manifestación para adentrarse al centro de la capital donde está reunido un grupo de chavistas
Alfredo Meza
Caracas, El País
La tensión entre el Parlamento venezolano y los magistrados del Supremo allegados a Nicolás Maduro aumenta. Tras más de una semana de enfrentamientos entre chavistas y la oposición por la resolución del Tribunal que disolvió a la Asamblea Nacional, los manifestantes vuelven a tomar las calles. A pesar de que estaba previsto que la marcha se llevara a cabo a las afueras de la capital, Henrique Capriles, gobernador de Miranda y excandidato presidencial, anunció un cambio de dirección hacia el centro. Los manifestantes se ha dirigido a la sede de la Defensoría del Pueblo, donde a pocas cuadras está reunido un grupo chavista. Las imágenes de las transmisiones de Internet muestran a personas encapuchadas mientras caminan envalentonadas hacia lo que luce como un enfrentamiento inevitable con la policía.
En principio la oposición convocó esta protesta contra los magistrados responsables de elaborar dos sentencias que usurparon las labores de la Asamblea Nacional y retiraron la inmunidad a los parlamentarios. La llamaron “tranca contra el golpe”. En respuesta, el chavismo llamó a sus seguidores a concentrarse en el centro, su coto natural. La lógica de marchas y contramarchas que han caracterizado a Venezuela en los últimos 18 años se repite cada vez que se agudizan las contradicciones entre los actores políticos.
Las vías de entrada a la capital fueron obstaculizadas desde la madrugada para evitar que se sumaran más manifestantes a las protestas. Como parte de ese plan varias estaciones del Metro de Caracas permanecieron cerradas desde la mañana. Con todo, la asistencia ha recordado las grandes concentraciones de la oposición en sus más célebres jornadas de protesta.
La tensión también ha incrementado esta semana porque la oposición considera que el Tribunal Supremo de Justicia, a pesar de las aclaratorias de las polémicas sentencias, ha convertido al Parlamento, en el que son mayoría, en un foro político sin trascendencia.
Las protestas de los días previos han dejado decenas de detenidos y heridos en Caracas y en otras ciudades del país, pero también les han dado a los adversarios del régimen la excusa que estaban buscando para intentar recuperar la iniciativa política, que habían cedido en octubre cuando aceptaron conversar con los delegados del presidente Nicolás Maduro para buscar una salida política a la crisis. Al no conseguir los objetivos de liberar a los presos políticos y fijar un calendario de elecciones, dos de las principales propuestas, decidieron retirarse.
La movilización opositora partió desde siete puntos de Caracas. Cada ramal se unió en el distribuidor Altamira de la autopista Francisco Fajardo, la vía más importante de la capital venezolana, y recibió el nombre de los siete magistrados que forman parte de la Sala Constitucional, donde se redactaron los fallos. Miles de personas llenaron ambos sentidos de la autopista.
La Defensoría del Pueblo forma parte del Consejo Moral Republicano, instancia a la que la directiva del Parlamento ha concurrido para solicitar que califique la actuación de los magistrados de la Sala Constitucional que avalaron la usurpación de poderes del Parlamento. Su titular, Tarek William Saab, ha aceptado la explicación del régimen y no considera lo ocurrido con las sentencias como un golpe de Estado.
Alfredo Meza
Caracas, El País
La tensión entre el Parlamento venezolano y los magistrados del Supremo allegados a Nicolás Maduro aumenta. Tras más de una semana de enfrentamientos entre chavistas y la oposición por la resolución del Tribunal que disolvió a la Asamblea Nacional, los manifestantes vuelven a tomar las calles. A pesar de que estaba previsto que la marcha se llevara a cabo a las afueras de la capital, Henrique Capriles, gobernador de Miranda y excandidato presidencial, anunció un cambio de dirección hacia el centro. Los manifestantes se ha dirigido a la sede de la Defensoría del Pueblo, donde a pocas cuadras está reunido un grupo chavista. Las imágenes de las transmisiones de Internet muestran a personas encapuchadas mientras caminan envalentonadas hacia lo que luce como un enfrentamiento inevitable con la policía.
En principio la oposición convocó esta protesta contra los magistrados responsables de elaborar dos sentencias que usurparon las labores de la Asamblea Nacional y retiraron la inmunidad a los parlamentarios. La llamaron “tranca contra el golpe”. En respuesta, el chavismo llamó a sus seguidores a concentrarse en el centro, su coto natural. La lógica de marchas y contramarchas que han caracterizado a Venezuela en los últimos 18 años se repite cada vez que se agudizan las contradicciones entre los actores políticos.
Las vías de entrada a la capital fueron obstaculizadas desde la madrugada para evitar que se sumaran más manifestantes a las protestas. Como parte de ese plan varias estaciones del Metro de Caracas permanecieron cerradas desde la mañana. Con todo, la asistencia ha recordado las grandes concentraciones de la oposición en sus más célebres jornadas de protesta.
La tensión también ha incrementado esta semana porque la oposición considera que el Tribunal Supremo de Justicia, a pesar de las aclaratorias de las polémicas sentencias, ha convertido al Parlamento, en el que son mayoría, en un foro político sin trascendencia.
Las protestas de los días previos han dejado decenas de detenidos y heridos en Caracas y en otras ciudades del país, pero también les han dado a los adversarios del régimen la excusa que estaban buscando para intentar recuperar la iniciativa política, que habían cedido en octubre cuando aceptaron conversar con los delegados del presidente Nicolás Maduro para buscar una salida política a la crisis. Al no conseguir los objetivos de liberar a los presos políticos y fijar un calendario de elecciones, dos de las principales propuestas, decidieron retirarse.
La movilización opositora partió desde siete puntos de Caracas. Cada ramal se unió en el distribuidor Altamira de la autopista Francisco Fajardo, la vía más importante de la capital venezolana, y recibió el nombre de los siete magistrados que forman parte de la Sala Constitucional, donde se redactaron los fallos. Miles de personas llenaron ambos sentidos de la autopista.
La Defensoría del Pueblo forma parte del Consejo Moral Republicano, instancia a la que la directiva del Parlamento ha concurrido para solicitar que califique la actuación de los magistrados de la Sala Constitucional que avalaron la usurpación de poderes del Parlamento. Su titular, Tarek William Saab, ha aceptado la explicación del régimen y no considera lo ocurrido con las sentencias como un golpe de Estado.