La autoridad electoral de Ecuador anuncia de forma oficial la victoria de Moreno

El país afronta el reto de superar la polarización tras unas elecciones que divieron a la sociedad en dos

Francesco Manetto
Quito, El País
Ecuador ha quedado atrapado en la polarización política. El candidato de Rafael Correa a la Presidencia, Lenín Moreno, ganó las elecciones del domingo pasado, según los datos oficiales anunciados este martes por la autoridad electoral del país, con un margen de más de dos puntos. El aspirante opositor, Guillermo Lasso, todavía no ha reconocido ese resultado y exige un recuento a pesar de que las misiones de observación, entre ellas la de la Organización de los Estados Americanos, avalan el escrutinio del Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta es la fotografía del país después de 10 años de correísmo. ¿Es posible gobernar con estas premisas?


“El reto es enorme”, señala la socióloga Tatiana Larrea. Las protestas que desde el domingo por la noche protagonizan los seguidores del Movimiento CREO-SUMA indican que, al margen de que sus denuncias de fraude tengan o no recorrido, Moreno comienza su mandato como presidente de la mitad de los ecuatorianos. Ya la carrera electoral, que muchos analistas califican de “campaña sucia”, demostró que la sociedad estaba dividida entre dos polos: el anticorreísmo y el antilassismo. Esa sería la primera obligación del nuevo presidente: tratar de contener esa división. “Creo que, viendo el perfil de Lenín Moreno, él tiene la capacidad para calmar” y facilitar “un diálogo profundo”, opina Larrea.

Sus críticos creen lo contrario. Esto es, que el sucesor de Correa no será capaz de conciliar las dos almas de la sociedad y que, además, trabajará bajo la influencia de la imponente herencia del presidente en funciones, que tiene previsto marcharse a Bélgica, el país de su esposa. Aunque se vaya y no esté físicamente en Ecuador, su legado hará que Moreno tenga que lidiar de alguna manera con esa sombra, al menos en la primera etapa de la legislatura. En vísperas de los comicios, César Ricaurte, de Fundamedios, una organización que vela por la libertad de expresión en un país donde se han registrado varias denuncias de censura, comentaba a EL PAÍS que “el ánimo de la población es en este momento de absoluto fastidio, cansancio, de que ya no más”. “Eso va a terminar por revertirse en contra del Gobierno”, consideró.

Mientras tanto, Lasso no desiste. Este martes el expresidente del Banco de Guayaquil volvió a animar a los suyos a protestar, pacíficamente, a reclamar un examen de todas las papeletas. “Hoy seguimos adelante, amigos. No vamos a bajar los brazos”, avisó en su cuenta de Twitter. La diferencia entre los dos candidatos es de alrededor de 230.000 papeletas en unas elecciones en las que estaban llamados a las urnas casi 13 millones de ciudadanos. Lasso esgrime algunas encuestas a pie de urna que la noche del domingo le atribuían la victoria como una de los indicios de un posible fraude.

Esos sondeos, discordantes entre sí, crearon unas expectativas entre los seguidores de las dos formaciones, Alianza PAÍS y Movimiento CREO-SUMA. Tanto Moreno como Lasso se proclamaron ganadores de las elecciones antes de que se pronunciara la autoridad electoral de Ecuador. Los observadores de la OEA critican en su informe esta actitud. “La misión lamenta nuevamente el uso político que se hizo de las encuestas a boca de urna que se publicaron minutos antes del cierre de la votación. La gran disparidad entre los resultados de las distintas encuestas generó incertidumbre entre el electorado y llevó a ambos candidatos a declararse ganadores antes de conocerse los datos oficiales publicados por el Consejo Nacional Electoral”.

Esa organización aceptó los resultados difundidos por la autoridad electoral del país e invitó a Lasso a seguir los cauces institucionales para tramitar su denuncia. “A fin de que estas puedan ser esclarecidas”, señala la OEA, “deben ser y ser atendidas por las autoridades competentes bajo los principios de legalidad, certeza y transparencia”. El líder opositor pidió ayuda al secretario general de ese organismo, Luis Almagro, pero este se adhirió a los datos oficiales y felicitó públicamente a Moreno “por la jornada cívica del domingo”. Con todo, el político conservador no tiene intención de ceder, al menos de momento, y promete redoblar su protesta.

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