El terrorismo golpea a los cristianos egipcios en el Domingo de Ramos
Egipto, AFP
El Domingo de Ramos se manchó de sangre en Egipto con dos atentados contra las catedrales cristianas de la localidad de Tanta, al norte de El Cairo, y de la ciudad mediterránea de Alejandría, en los que murieron al menos 44 personas y que fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico.
Al menos 27 fieles perdieron la vida y 77 resultaron heridos en un primer ataque contra la catedral de San Jorge de Tanta, en el interior de la cual se produjo una explosión durante la misa del Domingo de Ramos.
Una joven de 23 años y de nombre Mariam que sobrevivió al estallido se encuentra ingresada en el hospital evangélico de Al Amriqui (“El americano”), tras sufrir el impacto de la metralla en su cara.
La víctima relató a Efe que sólo recuerda “el fuego que interrumpió el rezo de los diáconos“, que recitan los cánticos religiosos en el ancestral idioma copto, comunidad cristiana de Egipto que representa cerca del 10 por ciento de la población.
La madre de Mariam, de 59 años, explicó a Efe que esta mañana decidió acudir a la iglesia de la Virgen María, también en Tanta, porque estaba más cerca de su casa que la catedral, la cual suele estar “llena de gente” en los días señalados.
“En medio de la misa el sacerdote nos dijo que hubo una explosión en San Jorge y nos pidió que fuéramos a donar sangre. Sentí que iba a morir y empecé a gritar: Mariam, Mariam, Mariam”, relató Samia, sentada en la cama junto a su hija.
Para la mujer, los quince minutos de camino que separan los dos templos religiosos fueron como “años”, pero al llegar pudo ver que su hija estaba viva, aunque “destrozada” y en una ambulancia, que la trasladó finalmente al cercano hospital.
“Dios salvó la vida de mi hija porque es la única que tengo“, aseguró Samia, pero recordó que “hay muchas familias que perdieron a sus queridos hijos”.
La explosión tuvo lugar en las primeras bancadas de la iglesia, donde se sientan los hombres y cerca de los diáconos, según uno de los fieles que se encontraba en el interior del templo.
Ashraf Ramzi, un joven copto de 26 años que sobrevivió al estallido y ayudó a rescatar a los heridos, aseguró a Efe que el 90 por ciento de los que fueron sacados del templo están en estado grave.
Poco después, otra explosión tuvo lugar en la catedral de San Marcos de Alejandría, donde al menos 17 personas perecieron y más de 40 resultaron heridas.
Según el Ministerio de Interior, un terrorista intentó penetrar en el templo y detonar un cinturón de explosivos en su interior, donde se encontraba el papa copto, Teodoro II, que salió ileso.
El suicida se hizo estallar en el exterior del recinto, tal y como se puede ver en imágenes captadas por las cámaras de seguridad ubicadas a las puertas de la catedral.
El Estado Islámico (EI) asumió la autoría de los dos atentados dirigidos contra los “cruzados” y aseguró que fueron perpetrados por dos terroristas suicidas.
En un comunicado cuya autenticidad no pudo ser verificada, amenazó a los cristianos y a los musulmanes “apóstatas”, los cuales “pagarán el precio de la factura (…) con el derramamiento de sangre de sus hijos”.
Anteriormente, la agencia de noticias afiliada a los extremistas Amaq informó de que el EI estaba detrás de los atentados contra las dos iglesias coptas.
El pasado 11 de diciembre, el EI reivindicó un ataque suicida contra la iglesia de San Pedro, ubicada junto a la catedral copta de El Cairo, donde fallecieron una treintena de fieles, la mayoría mujeres y niñas.
Los atentados de hoy ponen de nuevo en duda la seguridad en Egipto, por lo que el presidente, Abdelfatah al Sisi, ordenó al Ejército desplegarse y proteger las instalaciones vitales en todas las provincias del país, donde el EI se ha hecho fuerte en la península del Sinaí (noreste).
Además, el mandatario anunció el establecimiento del estado de emergencia por un periodo de tres meses para “proteger” el país.
Asimismo, fueron decretados tres días de luto nacional.
Por su parte, el ministro egipcio de Interior, Magdi Abdelgafar, destituyó de sus cargos a los jefes de Seguridad y de Investigación Criminal de la provincia de Al Garbiya, cuya capital es Tanta.
Mientras, el patriarca copto declaró que estos “atentados malignos” no van a afectar a la unidad del pueblo egipcio, que está “en el mismo bando frente al terrorismo”, el cual intenta jugar la carta sectaria en el país del Nilo.
Los ataques tienen lugar tan sólo veinte días antes de la visita del papa Francisco, que tiene previsto estar en Egipto el 28 y el 29 de abril.