El Real Madrid quiere evitar al Mónaco en las semifinales
En el club blanco aún recuerdan la eliminación de 2004 y prefieren evitar un papel de excesivo favoritismo ante un rival que ven temible.
Sergio Santos Chozas
As
El Real Madrid prefiere evitar al Mónaco en el sorteo de semifinales de la Champions. Por sorprendente que parezca, el equipo del Principado es el que menos gusta en la casa blanca como posible rival en el penúltimo escalón de la Champions. Esto no resta importancia a ninguno de los otros dos rivales. En el Bernabéu piensan que si el rival es Atlético o Juventus, la eliminatoria estaría al 50%. Pero el equipo a evitar mañana en Nyon es el Mónaco.
Esta preferencia no es fruto de la casualidad. Existen varios motivos para que ni en la zona noble ni en el vestuario quieran que se dé este cruce. El más importante nace en las condiciones del equipo dirigido por Jardim: son jóvenes con talento, muy físicos y sin nada que perder. Toda la presión caería del lado blanco, algo que no gusta. El exceso de favoritismo en unas semifinales de Champions podría perjudicar. Desde que llegó Zidane, el Madrid ha ofrecido su mejor versión ante los rivales de mayor nombre (victoria en el Camp Nou, 0-3 en el Calderón, seis goles en dos partidos al Bayern…).
El siguiente motivo es el nefasto recuerdo del 2004. El Mónaco eliminó de la Copa de Europa al Madrid de los Galácticos y ni Florentino ni Zidane olvidan aquel momento (el francés era jugador). De hecho, Zizou se sinceró con Giuly, entonces en el cuadro monegasco, en el descanso del partido de vuelta donde los madridistas fueron eliminados: “Estamos fundidos”, le confesó. El actual técnico aún no ha borrado de su cabeza aquel mal trago.
Esta circunstancia ya ocurrió en cuartos de final, cuando en el Madrid se recibió con relativo agrado el enfrentamiento con el Bayern para evitar, entre otros, al Mónaco. El tiempo ha dado la razón a los madridistas y ahora, en semifinales, esquivar nuevamente al equipo del Principado es la prioridad.
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El Real Madrid prefiere evitar al Mónaco en el sorteo de semifinales de la Champions. Por sorprendente que parezca, el equipo del Principado es el que menos gusta en la casa blanca como posible rival en el penúltimo escalón de la Champions. Esto no resta importancia a ninguno de los otros dos rivales. En el Bernabéu piensan que si el rival es Atlético o Juventus, la eliminatoria estaría al 50%. Pero el equipo a evitar mañana en Nyon es el Mónaco.
Esta preferencia no es fruto de la casualidad. Existen varios motivos para que ni en la zona noble ni en el vestuario quieran que se dé este cruce. El más importante nace en las condiciones del equipo dirigido por Jardim: son jóvenes con talento, muy físicos y sin nada que perder. Toda la presión caería del lado blanco, algo que no gusta. El exceso de favoritismo en unas semifinales de Champions podría perjudicar. Desde que llegó Zidane, el Madrid ha ofrecido su mejor versión ante los rivales de mayor nombre (victoria en el Camp Nou, 0-3 en el Calderón, seis goles en dos partidos al Bayern…).
El siguiente motivo es el nefasto recuerdo del 2004. El Mónaco eliminó de la Copa de Europa al Madrid de los Galácticos y ni Florentino ni Zidane olvidan aquel momento (el francés era jugador). De hecho, Zizou se sinceró con Giuly, entonces en el cuadro monegasco, en el descanso del partido de vuelta donde los madridistas fueron eliminados: “Estamos fundidos”, le confesó. El actual técnico aún no ha borrado de su cabeza aquel mal trago.
Esta circunstancia ya ocurrió en cuartos de final, cuando en el Madrid se recibió con relativo agrado el enfrentamiento con el Bayern para evitar, entre otros, al Mónaco. El tiempo ha dado la razón a los madridistas y ahora, en semifinales, esquivar nuevamente al equipo del Principado es la prioridad.
