El puzle de Zidane para sustituir a Bale

El técnico del Madrid, que necesita suplir al galés, lesionado, admite que es “un poco fuerte” que Isco solo haya disputado 77 minutos en Europa y lo atribuye a la “casualidad y las rotaciones”

Eleonora Giovio
Madrid, El País
Cuando el cuarto árbitro levantó el cartelón del cambio en el minuto 57 en el Allianz Arena y se iluminó el número 11, empezó el cuchicheo. Pensaba y comentaba la mayoría que si Zidane quitaba a Gareth Bale es que el galés había sentido alguna molestia. Efectivamente, se retiró lesionado con dolores en el pie derecho, el mismo del que fue operado en noviembre. Desde su cambio en Múnich no se ha vuelto a entrenar con el grupo. Será baja este miércoles contra el Bayern (20.45, Antena 3) y se duda de su presencia el domingo en el clásico.


“Vamos a ver en el día a día”, explicó ayer Zidane, que llevaba un mes y medio insistiendo con Bale pese a que su rodaje después de tres meses de baja se alargó más de la cuenta. Bale, que marcó el día de su regreso, se encontraba en punto muerto. Señalado por su poca participación en el juego —el día del derbi dio solo seis pases más que Keylor— y por no haber alcanzado todavía la velocidad de crucero, activó el runrún también en el público. No en su entrenador que, igual que hizo con Benzema, ha insistido con Bale contra viento y marea para que cogiera ritmo y recuperara las sensaciones de antes de la lesión. “Yo veo a Gareth muy bien”, dijo antes del Alavés.

El empecinamiento de Zidane con el galés, por galones, jerarquía y experiencia, le obligó a dejar en el banquillo o en la grada a jugadores que en el último mes y medio estaban más en forma que Bale. “Gareth ha trabajado muchísimo para volver con el equipo después de la operación. Estaba ilusionado, tiene alguna molestia que le impide estar bien, espero que esté con nosotros en pocos días. Mañana no va a estar porque no queremos arriesgar. Es su ilusión volver. Ha trabajado muchísimo y se merece estar con nosotros en este tramo final de temporada”, comentó ayer Zidane.

Mientras en Liga el técnico francés ha ido rotando incluso a la BBC, en Champions el tridente ha sido titular siempre, salvo en caso de lesiones. Bale ha sido baja contra el Borussia en diciembre y en la ida de los octavos contra el Nápoles porque estaba en la enfermería. Cristiano ha jugado siempre y el único partido que empezó Benzema desde el banquillo fue el de Lisboa (se acababa de recuperar de un problema muscular, entró en el minuto 66 y marcó el gol de la victoria). La lesión en el tobillo y el quirófano llegaron en el mejor momento de Bale. Rápido, en buen estado de forma, era el que sacaba al Madrid de la modorra de algunas tardes y tiraba del tridente. Marcó siete goles y dio tres asistencias.

Cuando está en plenitud, el galés aporta profundidad y rapidez al juego del Madrid, sobre todo en las contras. Cuando está en fase de rodaje, como en el último mes y medio, no participa en el juego, no da continuidad a las subidas de Carvajal y no ensancha el campo. En Múnich, sin embargo, sí ayudó al equipo en la fase defensiva y cerró la banda a las subidas de Alaba. Cuando se marchó del terreno de juego, el Madrid estaba empatando a uno.

Este miércoles, el conjunto blanco empieza los cuartos con la ventaja del 1-2 de la ida. Cuatro son las opciones que tiene Zidane para sustituir al galés. Cinco si decide cambiar de sistema, jugar con un 4-4-2 y apostar por Kovacic junto a Modric, Casemiro y Kroos. “Yo ya lo tengo decidido, pero no voy a comentar nada. Lo están haciendo todos fenomenal, tengo que elegir y me alegro de que estén todos a este nivel”, afirmó ayer en Valdebebas. Ni siquiera cuando le preguntaron en función de qué elegiría al sustituto de Bale soltó prenda. Entre otras cosas porque Zidane dice que le da igual lo que haga el Bayern porque a él le interesa sólo lo que hace el Madrid.
“Isco está igual que todos”

Asensio fue el que entró por Bale la semana pasada en el Allianz Arena y también en Lisboa el día que se lesionó. Contra el Sporting, en el primer partido de la liguilla, fue Lucas el que entró por el galés en el minuto 66 (Zidane también quitó a Benzema para remontar un partido que el Madrid iba perdiendo 0-1). Lucas fue, de nuevo, el relevo de Bale en Nápoles en la vuelta de los octavos. En los dos partidos que el galés se perdió por lesión, la banda derecha fue para Lucas (contra el Borussia en diciembre) y para James en la ida (contra el Nápoles).

El colombiano, con 318 minutos en esta Champions, es el que más ha jugado después de Bale (496); Lucas suma 291, Asensio 155 e Isco 77 (hasta Coentrão ha jugado más que él). “Entiendo que sea un poco fuerte, sí, son pocos 77 minutos. Pero no hay más explicación que la casualidad y las rotaciones”, justificó el técnico. Cuando le preguntaron si Isco, después de los dos goles que dieron los tres puntos al Madrid en Gijón, se había ganado el derecho a ser titular, contestó: “Como todos los demás”. La margarita ya está deshojada según Zidane. Asensio demostró en Múnich que no se arruga en las noches importantes, Isco viene de ser decisivo en Liga, Lucas aporta en defensa y en ataque y James busca la enésima oportunidad de reivindicarse.

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