¡El fantasma de la velita!

Boca cumplió 38.000 días seguidos en Primera y, como nunca descendió, supera por mucho al resto. River lleva apenas 1.726 consecutivos en la máxima categoría.

Nicolas Migliavacca
Nmigliavacca@ole.com.ar.
Mencionar a Boca y al descenso en la misma oración puede ser un pecado. O una burla directa para todo el resto del fútbol argentino que sabe muy bien de qué se trata eso. Que el jueves se hayan cumplido 38.000 días, ininterrumpidos, del Xeneiza en Primera no es mera estadística, sino pura realidad: desde el 13 de abril de 1913 (triunfo 4-2 a Estudiantil Porteño), el de la Ribera jamás bajó de categoría. Cero descensos. Además, en estos 104 años y 16 días se convirtió en el club que más títulos oficiales consiguió: 65.


Estos datos son una patada al hígado para el resto de los clubes, sobre todo para River, que en la lista de jornadas en la máxima categoría desde que ascendió asoma recién en el sexto puesto, con apenas 1.726 días al hilo en la A (en 2011 bajó, por primera vez en su historia, a la B Nacional). Y por eso, tal como sucede con Vélez, Newell’s, San Lorenzo, Racing e Independiente (con apenas 991 días), los otros que están -muy atrás- en la lista (ver aparte), y por ser el único, Boca parece ser el elegido por todos para el famoso “nacieron en la B” o “lo ascendieron a dedo”. Sin embargo, antes hay que conocer la historia...

El 21 de febrero de 1893 se fundó la Argentine Association Football League y los clubes, al afiliarse, no podían hacerlo en la Primera porque la prioridad era para los representantes (Quilmes Club, Old Caledonians, Saint Andrew’s, Buenos Aires English High School Athletic, Lomas Athletic y Flores Athletic), pero sí podían hacerlo en la 2ª y 3ª. Así fue que Boca, para el 1908, se anotó en la segunda. Es decir, pasó de jugar torneos informales y ligas Independientes (entre 1905 y 1908) a hacerlo federado en la máxima categoría en la que le permitían anotarse. Ese año, dicho sea de paso, fue escolta.

Ya en 1912 la realidad era muy distinta. Los equipos con poder no existían, salvo Alumni, que fue uno de los primeros en convocar masas de hinchas. Pese a eso, quedó desafiliado a mediados de ese año, justamente al mismo tiempo que estalló una crisis en la Asociación y varios equipos fundaron otra liga: la Federación. Así las cosas, el campeonato de Primera pasó de empezar con diez clubes a terminar solamente con seis.

Ante la falta de equipos participantes, para el 1913 ocurrieron dos hechos que serían trascendentales en la historia del fútbol: por un lado se anularon los descensos del año anterior y, lo más importante, se anexó la segunda categoría con la Primera. Se unieron. Con lo cual, Boca y otros seis equipos más empezaron a jugar en la máxima categoría de la Argentina. Y a partir de aquel abril, los colores azul y amarillo jamás dejaron de participar en esa división.

Será por eso que mañana, después de más de un centenar de años en el medio, seguramente habrá celebración en el estadio, cuando Boca, ante Arsenal, cumpla ya 38.003 días en Primera, y sin haber pisado jamás el descenso. Al parecer, la Bombonera va a temblar, a latir y a soplar (muchas) velitas.

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