El Dortmund evitó la tragedia sólo por unos segundos

DPA
El plantel del Borussia Dortmund probablemente estuvo a solo un segundo de haber sufrido una catástrofe mayor, incluso con muertos, informa el diario "Bild am Sonntag" en base a fuentes de seguridad.


"Si estos explosivos hubiesen detonado un segundo antes todo el autobús hubiese recibido una fuerte descarga, lo que hubiera ocasionado seguramente muchos heridos graves y posiblemente muertos", apunta un investigador de la Oficina Federal de Investigación
Criminal de Alemania.

El martes, tres artefactos explosivos estallaron al paso del autobús que llevaba a los jugadores del Dortmund a su estadio para disputar la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones del fútbol europeo ante el Mónaco.

La onda expansiva hizo estallar los vidrios de seguridad del autobús, causando heridas graves al jugador español Marc Bartra, defensa del Dortmund, y a un escolta policial. Bartra estaba sentado en el fondo del autobús del lado derecho.

Un segundo antes y la explosión hubiese impactado de lleno en el autobús, señala el periódico en su edición del domingo y al que tuvo previamente acceso dpa.

En tanto, el futbolista español recibió hoy el alta del hospital donde estaba ingresado tras ser operado de una fractura del radio de la mano derecha. El defensa también sufrió heridas cortantes en un brazo.

Poco después del ataque aparecieron en el lugar tres comunicados con referencias islamistas que se atribuían la acción. Sin embargo, hay dudas de que esos comunicados sean realmente obra de islamistas.

También se investiga la posibilidad de que el ataque haya sido obra de extremistas de derecha, fanáticos del fútbol u otro tipo de criminales.

Asimismo, surgió un escrito en el que se atribuye el ataque un grupo de extrema izquierda, sobre cuya autenticidad, de acuerdo con la fiscalía, hay grandes dudas. Y el jueves por la noche llegó un nuevo comunicado reivindicativo con trasfondo de la extrema derecha al
diario berlinés "Tagesspiegel" que aún está siendo investigado por la Fiscalía.
Burki

El portero del Borussia Dortmund Roman Bürki sufre aún los efectos de la conmoción que le causó el atentado con explosivos contra el autobús del equipo de fútbol alemán cuando se dirigía al estadio el martes para disputar la ida de cuartos de final de Liga de Campeones ante el Mónaco.

"Aún tengo problemas para poder dormir. En el subconsciente me estremezco y me despierto sobresaltado. Lo peor es que no pude dormir ninguna noche del tirón", declaró el jugador al diario suizo 'Der Bund'.

Bürki habla también de otros síntomas. "Cuando te olvidas de comer, o cuando vuelves a verlo todo en el momento en el que cierras los ojos", explicó.

En su opinión, lo peor fue, sobre todo, tener que volver a jugar al día siguiente el partido de Liga de Campeones, que fue aplazado del martes al miércoles, y que los alemanes perdieron 3-2 ante el conjunto francés.

"No me podía concentrar en absoluto en el partido. Percibía las cosas en el terreno de juego siempre algo más tarde, como si tuviera un velo ante los ojos. Después del partido salieron todas las emociones. Había lágrimas en los ojos de todos los jugadores", indicó el guardameta de la selección suiza.

Bürki criticó también la decisión de tener que jugar al poco tiempo del ataque. "Al día siguiente escuché la declaración de algún portavoz de la UEFAo de la FIFA de que se habría suspendido el partido si alguien hubiera resultado muerto. Esa es la mayor desfachatez que existe", dijo.

Él no sintió que volver a jugar inmediatamente fuera un señal contra el terrorismo, señaló. "Eso no fue una señal, eso fue solamente ignorar los hechos", agregó. "¿Por qué? ¿Por qué ha pasado esto? ¿Por qué nosotros? Por una vez soy yo un objetivo, todos somos un objetivo. Esto es horrible", reflexionó el jugador.

Para seguir adelante, Bürki cuenta con la ayuda del fútbol. "A causa de lo sucedido estoy feliz de tener algo en lo que tener que concentrarme. Es muy importante tener una distracción e intentar no pensar mucho en lo que sucedió", agregó.

El ataque se produjo cuando los jugadores viajaban en autobús hacia el estadio. Poco después de que el vehículo abandonara el hotel donde se había concentrado el equipo explotaron tres artefactos ocultos a la vera de la calle.

La onda expansiva hizo estallar los vidrios de seguridad del autobús, causando heridas al defensa español Marc Bartra y a un policía. El exjugador del Barcelona estará cuatro semanas de baja y el sábado recibió ya el alta del hospital tras ser operado de una fractura del radio de la mano derecha.

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