EE UU da un revés al secesionismo en su búsqueda de apoyo exterior

El expresidente estadounidense Carter se desentiende del referéndum catalán

Àngels Piñol
Joan Faus
Barcelona / Washington, El País
EE UU dio ayer un revés al independentismo al desmarcarse del proceso secesionista. Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, realizó hace 10 días una gira en ese país y repitió el viaje el viernes para entrevistarse con Jimmy Carter. La Embajada de EE UU y la fundación del expresidente norteamericano emitieron de forma simultánea dos comunicados en los que toman distancia del procés. La legación ciñó el caso catalán a un “asunto interno” y añadió que está profundamente comprometida con una “España fuerte y unida”. La Fundación Carter reveló que informó a Puigdemont que no se implicará en su plan de referéndum.


La Embajada subrayó que la posición del Gobierno de EE UU sobre el conflicto soberanista no ha cambiado y reitera que está “profundamente comprometido a mantener la relación con una España fuerte y unida”. El texto remarca que los dos países están unidos por la “historia y los valores comunes” y que trabajan en estrecha colaboración en una serie de desafíos mundiales como la promoción de la cooperación internacional, la paz y la seguridad y la prosperidad económica. La legación considera a España como “un aliado vital, socio y amigo” y subraya que la alianza va desde “el fomento del crecimiento económico mutuo hasta la lucha contra el Daesh y la prevención del extremismo violento”.

El comunicado supone un revés más para la Generalitat en su estrategia para lograr apoyos internacionales para el referéndum. El Gobierno catalán culpa a la diplomacia española de torpedear sus contactos. Tras pronunciar una conferencia en el Parlamento Europeo, en Bruselas, la Generalitat centró su mirada en Estados Unidos. El expresident Artur Mas pronunció primero una conferencia en Harvard y después tomó el testigo Puigdemont, que realizó una gira de cinco días por Boston, Washington y Nueva York. La visita incluyó reuniones con seis congresistas, alguno de ellos favorables al derecho a la autodeterminación. De forma inesperada, Puigdemont regresó el viernes a EE UU, a Atlanta, para reunirse con Jimmy Carter. La fotografía de encuentro no se hizo pública.

Los contactos se sucedieron el domingo en Barcelona con dos congresistas, el republicano Dana Rohrabacher y el demócrata Brian Higgins. Los dos se entrevistaron también con el delegado del Gobierno, Enric Millo.
Plantón en Madrid

Al día siguiente, ambos políticos dieron plantón en Madrid a las embajadoras especiales para el conflicto catalán en La Moncloa; no acudieron a un café con el secretario de Estado de Interior, José Antonio Nieto, ni tampoco a la cita con el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis.

Poco después de la nota de la Embajada, el Centro Carter difundió la propia. “La intención del Gobierno de Cataluña de avanzar un referéndum de independencia fue compartida con el presidente Carter, y él explicó que ni él ni el Centro Carter podían involucrarse en este asunto”, señaló. El texto recuerda que el exmandatario demócrata recibió en 2010 el Premi Internacional Catalunya y que entonces Carter invitó a representantes catalanes a visitarle en Georgia. “La semana pasada, como invitado del exembajador estadounidense Ambler Ross, Puigdemont tuvo una visita recíproca con el presidente Carter”, dice la nota. Ross, ex embajador en Panamá, fue diplomático en España. El Centro Carter trata de enmarcar así el viaje de Puigdemont en la reciprocidad de la visita de 2010 para desvincular la reunión de la internacionalización del referéndum. Carter, de 92 años, creó tras su salida de la Casa Blanca su fundación, que promueve acciones sociales y la democracia. Esa labor le fue reconocida en 2002 con el Nobel de la Paz.

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