Boca recuperó la punta en soledad con una goleada ante Arsenal
Darío Benedetto marcó un doblete para el 3-0 en la Bombonera. El pibe Maroni hizo el tercero.
Boca recuperó la punta en soledad con una goleada ante Arsenal
Clarín
Es una noche redonda en la Bombonera. Vuelve Fernando Gago, el capitán y referente, recuperado de la lesión. Y aunque no está preciso como siempre, conecta al equipo como nunca se había enlazado durante su ausencia. Y está más contundente que nunca Darío Benedetto, corporizándose en el goleador del campeonato con un promedio altísimo (0,63). Y debuta el pibe Maroni, 18 años, pura técnica, autor del tercer grito, un bombazo que quedará grabado a fuego. Es el sueño del pibe azul y oro cumplido. Gana Boca y espanta los fantasmas. Sigue puntero, pero más cómodo, sobre todo teniendo en cuenta que lo había alcanzado Newell's.
Entonces, el resultado no es la única buena noticia que se difunde en este templo futbolero. La presencia de Gago, la huella goleadora de Benedetto y la explosiva aparición de Maroni son situaciones para valorar. Guillermo se la jugó con el cordobecito, que llegó a Boca en diciembre de 2015. Daniel Angelici le compró su pase a Instituto (también llegó Agustín Llanos en la operación) a cambio de casi 5 millones de pesos. Y como el técnico no quedó conforme con Fernando Zuqui, Nazareno Solís ni Junior Benítez, le dio confianza al chico. Y respondió.
Enfrente estuvo el peor equipo del campeonato. Ganó 2 partidos en 22 fechas. Y la de hoy es su decimoquinta derrota. Tarea difícil para Humberto Grondona, apellido con historia en el club. Sus jugadores no lo ayudan. Son limitados. Y colectivamente, hay pocas respuestas. Tan desordenado fue, por momentos, que hasta obligó a Boca a meter algún pelotazo, impropio de su juego.
Boca llegó al gol muy temprano, cuando Arsenal había generado un susto con Sánchez Sotelo, que definió peor que la salida de Agustín Rossi, lejos de su arco. Gago recuperó en el medio, asistió a Cristian Pavón y el extremo dejó a Benedetto de frente al arco. Movió el cuerpo, engañó a Marcos Curado que pasó de largo y definió ante Pablo Santillo.
Arsenal nunca pudo reaccionar. Y Boca armó un entrenamientos a puertas abiertas, apoyado por su multitud. La tenía siempre el puntero del torneo. Y encontró el segundo a los 26 minutos, cuando Gino Peruzzi metió un pase en diagonal para Wilmar Barrios, el colombiano entró atropellando y cedió para Benedetto. Otra vez de frente al arco, con un toque de primera, el "9" resolvió.
El primer tiempo se disolvió entre aplausos y sólo bastaba esperar una goleada. Y llegó a los 16, cuando el pibe Maroni le pegó con alma y vida, tras un remate de Frank Fabra y un rechazo corto de Jonathan Bottinelli.
Con los tres goles consumados, Boca aflojó la presión sobre el arco rival. Tuvo piedad de este Arsenal que intentó llegar por intermedio de Brunetta, su jugador más apto. Le anularon un gol a Curado. No se observó infracción ni offside del defensor. Ni siquiera la del honor pudo gritar el equipo de Grondona.
Así y todo, no puede relajarse Boca. Lo acechan en la tabla y se vienen tres partidos decisivos: Estudiantes, River y Newell's. De ahí en adelante, si supera estos escollos, ya podrá pensar en saborear la vuelta olímpica.
Boca recuperó la punta en soledad con una goleada ante Arsenal
Clarín
Es una noche redonda en la Bombonera. Vuelve Fernando Gago, el capitán y referente, recuperado de la lesión. Y aunque no está preciso como siempre, conecta al equipo como nunca se había enlazado durante su ausencia. Y está más contundente que nunca Darío Benedetto, corporizándose en el goleador del campeonato con un promedio altísimo (0,63). Y debuta el pibe Maroni, 18 años, pura técnica, autor del tercer grito, un bombazo que quedará grabado a fuego. Es el sueño del pibe azul y oro cumplido. Gana Boca y espanta los fantasmas. Sigue puntero, pero más cómodo, sobre todo teniendo en cuenta que lo había alcanzado Newell's.
Entonces, el resultado no es la única buena noticia que se difunde en este templo futbolero. La presencia de Gago, la huella goleadora de Benedetto y la explosiva aparición de Maroni son situaciones para valorar. Guillermo se la jugó con el cordobecito, que llegó a Boca en diciembre de 2015. Daniel Angelici le compró su pase a Instituto (también llegó Agustín Llanos en la operación) a cambio de casi 5 millones de pesos. Y como el técnico no quedó conforme con Fernando Zuqui, Nazareno Solís ni Junior Benítez, le dio confianza al chico. Y respondió.
Enfrente estuvo el peor equipo del campeonato. Ganó 2 partidos en 22 fechas. Y la de hoy es su decimoquinta derrota. Tarea difícil para Humberto Grondona, apellido con historia en el club. Sus jugadores no lo ayudan. Son limitados. Y colectivamente, hay pocas respuestas. Tan desordenado fue, por momentos, que hasta obligó a Boca a meter algún pelotazo, impropio de su juego.
Boca llegó al gol muy temprano, cuando Arsenal había generado un susto con Sánchez Sotelo, que definió peor que la salida de Agustín Rossi, lejos de su arco. Gago recuperó en el medio, asistió a Cristian Pavón y el extremo dejó a Benedetto de frente al arco. Movió el cuerpo, engañó a Marcos Curado que pasó de largo y definió ante Pablo Santillo.
Arsenal nunca pudo reaccionar. Y Boca armó un entrenamientos a puertas abiertas, apoyado por su multitud. La tenía siempre el puntero del torneo. Y encontró el segundo a los 26 minutos, cuando Gino Peruzzi metió un pase en diagonal para Wilmar Barrios, el colombiano entró atropellando y cedió para Benedetto. Otra vez de frente al arco, con un toque de primera, el "9" resolvió.
El primer tiempo se disolvió entre aplausos y sólo bastaba esperar una goleada. Y llegó a los 16, cuando el pibe Maroni le pegó con alma y vida, tras un remate de Frank Fabra y un rechazo corto de Jonathan Bottinelli.
Con los tres goles consumados, Boca aflojó la presión sobre el arco rival. Tuvo piedad de este Arsenal que intentó llegar por intermedio de Brunetta, su jugador más apto. Le anularon un gol a Curado. No se observó infracción ni offside del defensor. Ni siquiera la del honor pudo gritar el equipo de Grondona.
Así y todo, no puede relajarse Boca. Lo acechan en la tabla y se vienen tres partidos decisivos: Estudiantes, River y Newell's. De ahí en adelante, si supera estos escollos, ya podrá pensar en saborear la vuelta olímpica.