Bale ha comprometido a todos sus entrenadores en el Madrid
Madrid, AS
Gareth Bale ha comprometido a todos sus entrenadores en el Real Madrid. Florentino le fichó en 2013 por 101 millones de euros tras convertirse en el jugador bandera del Tottenham y la Premier y en un gran reclamo publicitario (ese verano una imagen gigante suya decoraba Times Square). Fue el tradicional ‘golpe’ veraniego del presidente (en esos meses, el Barça se hizo con Neymar). Gran jugador, con un físico prodigioso pero extremadamente frágil, su condición de fichaje bandera del club ha puesto en problemas primero Ancelotti, después a Benítez y ahora, a Zidane…
Bale aterrizó en el Madrid en 2013, más como un empeño de Florentino (fue el fichaje más caro de la historia) que como una necesidad para la plantilla. Ancelotti tuvo que encontrarle acomodo en un once y lo hizo quitando a Di María de la banda derecha pese a que ese no es el sitio de Bale (explotó en el Tottenham en la izquierda, primero como lateral). Ahí nació la famosa BBC (Bale, Benzema y Cristiano), tres jugadores de extrema vocación ofensiva que condenaban defensivamente al equipo. Carletto solventó bien el problema reubicando a Di María en la media. Ahí encontró el italiano un equilibrio que le llevó a ganar la Décima.
Pero en verano, Florentino compró a James por 80 millones de euros, ‘quitándole’ el sitio a Di María, al que vendió al United. Y Ancelotti supo de nuevo empezar de cero. Logró una racha de 22 victorias consecutivas, pero tras un bolo recaudatorio que firmó el club en Dubai a finales de año, el equipo se vino abajo físicamente y llegaron los problemas. Y uno de ellos se llamó Bale, que acabó por erosionar la relación entre Ancelotti y Florentino. El italiano sentó a Bale ante el Valencia, el 4 de enero de 2015, (2-1 en Mestalla que acabó con esa racha de 22 triunfos seguidos) y Florentino le llamó a capítulo, como desveló Carletto en su libro Liderazgo tranquilo: ganando corazones, mentes y partidos. “Desde entonces, la relación no volvió a ser la misma”, confirmó Ancelotti que, meses después de quitar a Bale en Mestalla, fue despedido…
Su sustituto en el Madrid, Benítez, también tuvo problemas a causa del galés. El madrileño llegó con ganas de agradar al presidente y, para ello, una de sus primeras decisiones fue ir a ver a Bale a la concentración de Gales en Cardiff. Una deferencia que no tuvo con Cristiano. Sabía que en la entidad querían ponderar la figura del galés por encima de la del portugués. En esa reunión, se fraguó el cambio de Bale a la mediapunta, tal y como deseaba el jugador. Las declaraciones del técnico fueron en esta misma línea. En su primera conferencia de la pretemporada escatimó elogios a Cristiano y le puso al mismo nivel que Bale o Benzema: “Es difícil decir quién es el mejor. Creo que Cristiano, Bale, Benzema o James están ahí...”. Benítez intentó rectificar después diciendo que Cristiano era el mejor del mundo, pero cuando le preguntaron por el mejor jugador al que había entrenado, volvió a patinar: “No puedo decir que es el mejor porque he tenido algunos muy buenos”. En ese intento de ‘pelotear’ a Bale, Benítez se distanció del resto de la plantilla (sobre todo de Cristiano). Esa falta de feeling (y el 0-4 del Barça en el Bernabéu, que acabó con una pañolada contra Florentino) le sentenció.
Florentino echó mano de Zidane, que también ha acabado señalado a causa de Bale. El empeño del francés en alinearle en el Clásico a pesar de llevar sólo tres entrenamientos tras perderse dos partidos con un edema en el sóleo derecho, le ha acabado por sacar los colores. “Él me dijo que estaba bien”, se excusó el técnico. Pero lo cierto es que Bale jugó (Asensio, Isco y James se quedaron en el banquillo y Lucas Vázquez, en la grada) y sólo duró 35 minutos. El galés sufre una lesión de grado 2 en el sóleo izquierdo y estará un mes de baja. Un periodo en el que la afición verá a jugadores como Asensio, que suplió al galés en el Clásico y volvió a dar un golpe en la mesa…
Gareth Bale ha comprometido a todos sus entrenadores en el Real Madrid. Florentino le fichó en 2013 por 101 millones de euros tras convertirse en el jugador bandera del Tottenham y la Premier y en un gran reclamo publicitario (ese verano una imagen gigante suya decoraba Times Square). Fue el tradicional ‘golpe’ veraniego del presidente (en esos meses, el Barça se hizo con Neymar). Gran jugador, con un físico prodigioso pero extremadamente frágil, su condición de fichaje bandera del club ha puesto en problemas primero Ancelotti, después a Benítez y ahora, a Zidane…
Bale aterrizó en el Madrid en 2013, más como un empeño de Florentino (fue el fichaje más caro de la historia) que como una necesidad para la plantilla. Ancelotti tuvo que encontrarle acomodo en un once y lo hizo quitando a Di María de la banda derecha pese a que ese no es el sitio de Bale (explotó en el Tottenham en la izquierda, primero como lateral). Ahí nació la famosa BBC (Bale, Benzema y Cristiano), tres jugadores de extrema vocación ofensiva que condenaban defensivamente al equipo. Carletto solventó bien el problema reubicando a Di María en la media. Ahí encontró el italiano un equilibrio que le llevó a ganar la Décima.
Pero en verano, Florentino compró a James por 80 millones de euros, ‘quitándole’ el sitio a Di María, al que vendió al United. Y Ancelotti supo de nuevo empezar de cero. Logró una racha de 22 victorias consecutivas, pero tras un bolo recaudatorio que firmó el club en Dubai a finales de año, el equipo se vino abajo físicamente y llegaron los problemas. Y uno de ellos se llamó Bale, que acabó por erosionar la relación entre Ancelotti y Florentino. El italiano sentó a Bale ante el Valencia, el 4 de enero de 2015, (2-1 en Mestalla que acabó con esa racha de 22 triunfos seguidos) y Florentino le llamó a capítulo, como desveló Carletto en su libro Liderazgo tranquilo: ganando corazones, mentes y partidos. “Desde entonces, la relación no volvió a ser la misma”, confirmó Ancelotti que, meses después de quitar a Bale en Mestalla, fue despedido…
Su sustituto en el Madrid, Benítez, también tuvo problemas a causa del galés. El madrileño llegó con ganas de agradar al presidente y, para ello, una de sus primeras decisiones fue ir a ver a Bale a la concentración de Gales en Cardiff. Una deferencia que no tuvo con Cristiano. Sabía que en la entidad querían ponderar la figura del galés por encima de la del portugués. En esa reunión, se fraguó el cambio de Bale a la mediapunta, tal y como deseaba el jugador. Las declaraciones del técnico fueron en esta misma línea. En su primera conferencia de la pretemporada escatimó elogios a Cristiano y le puso al mismo nivel que Bale o Benzema: “Es difícil decir quién es el mejor. Creo que Cristiano, Bale, Benzema o James están ahí...”. Benítez intentó rectificar después diciendo que Cristiano era el mejor del mundo, pero cuando le preguntaron por el mejor jugador al que había entrenado, volvió a patinar: “No puedo decir que es el mejor porque he tenido algunos muy buenos”. En ese intento de ‘pelotear’ a Bale, Benítez se distanció del resto de la plantilla (sobre todo de Cristiano). Esa falta de feeling (y el 0-4 del Barça en el Bernabéu, que acabó con una pañolada contra Florentino) le sentenció.
Florentino echó mano de Zidane, que también ha acabado señalado a causa de Bale. El empeño del francés en alinearle en el Clásico a pesar de llevar sólo tres entrenamientos tras perderse dos partidos con un edema en el sóleo derecho, le ha acabado por sacar los colores. “Él me dijo que estaba bien”, se excusó el técnico. Pero lo cierto es que Bale jugó (Asensio, Isco y James se quedaron en el banquillo y Lucas Vázquez, en la grada) y sólo duró 35 minutos. El galés sufre una lesión de grado 2 en el sóleo izquierdo y estará un mes de baja. Un periodo en el que la afición verá a jugadores como Asensio, que suplió al galés en el Clásico y volvió a dar un golpe en la mesa…