Alcácer hace reaccionar al Barça

El Barça hace los deberes en Los Cármenes con goles del valenciano, Suárez, Rakitic y Neymar. El Granada llegó a empatar pero se deshizo al quedarse con diez.


Santi Giménez
As
El Barça sigue en la carrera por la Liga con toda la fe del mundo después de ganar por 1-4 en Granada con más trabajo de lo que da a entender el resultado. El partido acabó felizmente para el el club blaugrana, pero fue a costa de una evocación del trabajo de Sísifo, aquel personaje mítico que fue condenado por los dioses a subir una piedra por una montaña para, una vez llegado a la cima, dejarla rodar hasta la base y volver a comenzar una y otra vez. Finalmente, tras mucho trabajo, la piedra, de momento, se quedó en la cima del monte. O lo que es los mismo, los tres puntos viajaron a Barcelona.


Ese trabajo es al que parece condenado el Barcelona en su persecución al Real Madrid en cada campo de la Liga, donde el equipo de Luis Enrique se ve, como volvió a pasar ayer en Granada, ante la tesitura de tener que hacer mucho para lograr algo, mientras que sus rivales, con poco que hagan llegan a colocar golpes que hacen tambalear al campeón.

El Barcelona, que salió al Nuevo Los Cármenes sin Messi, sancionado, Piqué, de descanso, y sin Iniesta, que empezó en el banquillo por decisión técnica, inició el partido algo atolondrado con André Gomes como falso extremo derecho. Como acostumbra a pasar en estos casos, el portugués fue más falso que extremo. Tampoco ayudó a que el equipo blaugrana se centrara el hecho que Rafinha sufriera al cuarto de hora de juego una lesión de menisco que le obligó a retirarse del campo. Salió en su puesto Paco Alcácer, que acabaría siendo protagonista inesperado del duelo con un gol oportunísimo, y el conjunto de Luis Enrique tuvo que volver a ordenarse.

Asentado en el campo, la producción ofensiva del Barcelona empezó a crecer, pero todo el trabajo, que era mucho y bueno de la mano de un Suárez omnipresente, se estrellaba en la fabulosa actuación de Memo Ochoa. El portero mexicano lo paró todo en esa primera parte del partido menos un contragolpe lanzado por Jordi Alba que el cazador uruguayo convirtió en el primer gol al filo del descanso.

Parecía que lo difícil estaba hecho para el Barcelona, pero este equipo tiene una mandíbula de cristal que quedó hecha añicos en la primera aproximación del Granada. Un gran pase de Saunier al espacio, una defensa que se duerme, Boga que es el más listo de la clase y aprovecha la indecisión en la salida de Ter Stegen. Era el 1-1 y quedaban 40 minutos para volver a subir la piedra a la montaña.

El tanto del Granada desconcertó al Barcelona y animó al Granada que pensó que era ahora o nunca. Fue lo segundo porque de nuevo Luis Suárez, que trabajó como un titán, le sirvió un balón a Paco Alcácer para que el valenciano marcara el gol que reenganchaba al Barça a la Liga y empezaba a justificar su fichaje. Las roca volvía a estar en la cima y de ahí ya no se movería.

Tras el 2-1, el Granada fue un equipo errático que perdió más sus opciones cuando Agbo, en dos faltas de juvenil, vio dos amarillas y acabó expulsado. A campo abierto y en superioridad, Neymar se hizo el dueño y asistió a Rakitic para que marcara el 1-3 y él mismo culminó el 1-4 marcando su gol 100 como culé. Sísifo lo había vuelto a hacer.

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