Un polémico penalti en el 95' tumba al Milán y desata su rabia
Mirko Calemme
As
Un penalti de Dybala cuando el partido estaba básicamente acabado le regaló a la Juventus el triunfo ante un Milán que, gracias a un tanto de Bacca y a los milagros de Donnarumma, soñaba con llevarse un punto del Stadium, algo que en este curso nadie logró. Los de Montella, que ganaron en la ida y también en la Supercopa, se confirmaron un equipo indigesto para el campeón de Italia, que dominó la contienda, pero no logró el tanto decisivo hasta el tiempo de descuento.
El enfrentamiento empezó con una mala noticia para Allegri, que en el calentamiento tuvo que renunciar a Mandžukic por un problema intestinal y, sin el sancionado Cuadrado, tuvo que revolucionar las bandas de su 4-2-3-1 con Dani Alves y Pjaca como extremos y Barzagli-Asamoah laterales. Sin embargo, los locales controlaron el partido, creando varias oportunidades para desatascarlo. A Dybala (que sufrió una falta en plena área que podía ser penalti) e Higuaín le faltó puntería, y entonces se encargó el central defensivo Benatia de marcar el 1-0. El ex del Bayern recibió un centro del mismo Dani Alves, controló con el pecho y batió a Donnarumma.
Cuando la cosa parecía ponerse bien para la Vecchia Signora, apareció Deulofeu: el español, en el tridente rossonero con Bacca y Ocampos (Suso fue suplente), armó un gran contragolpe regalándole al cafetero (con un pie en dudoso fuera de juego) la asistencia perfecta para lograr, antes del descanso, su primer tanto ante Buffon y el número 13 de su curso.
Allegri empezó la reanudación sustituyendo a Barzagli, muy incómodo como lateral, con Lichtsteiner, mientras que Montella tuvo que renunciar a Bacca por un problema físico, y se defendió con Kucka en su lugar. El comienzo de la segunda mitad fue un monólogo bianconero, que se topó varias veces con un Donnarumma en versión 'heredero de Buffon' en toda regla. El meta le negó el gol a Khedira, a Pjanic (ayudado por el larguero), y fue milagroso en el 73' con un doble paradón ante el alemán e Higuaín.
La Juve perdió intensidad
En el tramo final del partido la Juve perdió algo de intensidad, pero José Sosa ayudó su asalto final con una merecida segunda amarilla por falta a Asamoah, que dejó a los suyos con 10 y prolongó el tiempo añadido. Un detalle decisivo, porque la Vecchia Signora se volcó al ataque y la jugada decisiva llegó en el 95', a un instante del pitido final: Donnarumma neutralizó con otro paradón descomunal un chut en el área de Higuaín, pero en la prosecución de la jugada, el árbitro Massa pitó un dudoso penalti por una mano de De Sciglio tras un centro de Lichtsteiner. Tras dos minutos de protestas, Dybala se encargó del lanzamiento y olvidó el error de la Supercopa justo ante los rossoneri, firmando el gol decisivo y desatando la furia del Milán: todos sus jugadores persiguieron al árbitro hasta el vestuario, protagonizando otro final polémico en Turín tras el que se vivió con el Nápoles en la Copa italiana.
As
Un penalti de Dybala cuando el partido estaba básicamente acabado le regaló a la Juventus el triunfo ante un Milán que, gracias a un tanto de Bacca y a los milagros de Donnarumma, soñaba con llevarse un punto del Stadium, algo que en este curso nadie logró. Los de Montella, que ganaron en la ida y también en la Supercopa, se confirmaron un equipo indigesto para el campeón de Italia, que dominó la contienda, pero no logró el tanto decisivo hasta el tiempo de descuento.
El enfrentamiento empezó con una mala noticia para Allegri, que en el calentamiento tuvo que renunciar a Mandžukic por un problema intestinal y, sin el sancionado Cuadrado, tuvo que revolucionar las bandas de su 4-2-3-1 con Dani Alves y Pjaca como extremos y Barzagli-Asamoah laterales. Sin embargo, los locales controlaron el partido, creando varias oportunidades para desatascarlo. A Dybala (que sufrió una falta en plena área que podía ser penalti) e Higuaín le faltó puntería, y entonces se encargó el central defensivo Benatia de marcar el 1-0. El ex del Bayern recibió un centro del mismo Dani Alves, controló con el pecho y batió a Donnarumma.
Cuando la cosa parecía ponerse bien para la Vecchia Signora, apareció Deulofeu: el español, en el tridente rossonero con Bacca y Ocampos (Suso fue suplente), armó un gran contragolpe regalándole al cafetero (con un pie en dudoso fuera de juego) la asistencia perfecta para lograr, antes del descanso, su primer tanto ante Buffon y el número 13 de su curso.
Allegri empezó la reanudación sustituyendo a Barzagli, muy incómodo como lateral, con Lichtsteiner, mientras que Montella tuvo que renunciar a Bacca por un problema físico, y se defendió con Kucka en su lugar. El comienzo de la segunda mitad fue un monólogo bianconero, que se topó varias veces con un Donnarumma en versión 'heredero de Buffon' en toda regla. El meta le negó el gol a Khedira, a Pjanic (ayudado por el larguero), y fue milagroso en el 73' con un doble paradón ante el alemán e Higuaín.
La Juve perdió intensidad
En el tramo final del partido la Juve perdió algo de intensidad, pero José Sosa ayudó su asalto final con una merecida segunda amarilla por falta a Asamoah, que dejó a los suyos con 10 y prolongó el tiempo añadido. Un detalle decisivo, porque la Vecchia Signora se volcó al ataque y la jugada decisiva llegó en el 95', a un instante del pitido final: Donnarumma neutralizó con otro paradón descomunal un chut en el área de Higuaín, pero en la prosecución de la jugada, el árbitro Massa pitó un dudoso penalti por una mano de De Sciglio tras un centro de Lichtsteiner. Tras dos minutos de protestas, Dybala se encargó del lanzamiento y olvidó el error de la Supercopa justo ante los rossoneri, firmando el gol decisivo y desatando la furia del Milán: todos sus jugadores persiguieron al árbitro hasta el vestuario, protagonizando otro final polémico en Turín tras el que se vivió con el Nápoles en la Copa italiana.