Nueve oficiales de la Armada estadounidense imputados en un escándalo de prostitución y regalos
Entregaron información clasificada a un contratista de defensa en Asia que defraudó millones al Pentágono
Joan Faus
Washington, El País
El empresario les hacía regalos carísimos y les pagaba noches de desenfreno con prostitutas en Asia. Los oficiales le facilitaban información confidencial con la que defraudó a la Armada estadounidense en contratos millonarios. El llamado escándalo de sobornos del gordo Leonard creció este martes con una nueva acusación del Departamento de Justicia: nueve oficiales, incluido un almirante, están imputados y fueron arrestados.
El caso, que hace cuatro años que golpea a la Armada, vuelve a irrumpir con fuerza. Entre los cargos que se les imputa a los oficiales, están los de soborno, conspiración para cometer sobornos, fraude y obstrucción a la justicia.
Los regalos del empresario malasio Leonard Glenn Francis, un contratista de navíos de defensa establecido en Singapur, incluían relojes de 25.000 dólares, cajas de puros de 2.000 dólares, 2.000 dólares en botellas de coñac o noches de hotel de 600 dólares.
También financió fiestas sexuales en hoteles de Manila (Filipinas). En una de ellas, en mayo de 2008, oficiales de la Armada asistieron a una “fiesta de múltiples días con un carrusel rotatorio de prostitutas”, según la acusación. El grupo se bebió todas las existencias que tenía el hotel de champán Dom Perignon. El gasto total fue de 50.000 dólares y lo cubrió Francis.
Las imputaciones van de 2006 a 2014, según el diario The Washington Post. Entre los afectados, están el almirante Bruce Loveless, un alto cargo de inteligencia en el Pentágono. También hay varios capitanes de la Armada y un coronel retirado de los Marines. Todos los hechos tuvieron lugar durante viajes con la séptima flota de la Armada, cuya base está en Japón.
Con la nueva acusación, ya son 25 las personas imputadas en la trama de sobornos, 20 de ellas oficiales de la Armada en activo o retirados. En los últimos años, ha habido varias sentencias y Francis se ha declarado culpable de haber defraudado miles de millones.
El pasado abril, un juez dictó una sentencia de 78 meses de prisión, la más larga por ahora en el caso, a un capitán que facilitó a Francis información clasificada sobre los horarios de buques militares a cambio de regalos. Con esa información, el contratista, que vende navíos, tuvo una ventaja respecto a sus competidores y defraudó 34 millones de dólares a la Armada al cobrarle tasas falsas.
Joan Faus
Washington, El País
El empresario les hacía regalos carísimos y les pagaba noches de desenfreno con prostitutas en Asia. Los oficiales le facilitaban información confidencial con la que defraudó a la Armada estadounidense en contratos millonarios. El llamado escándalo de sobornos del gordo Leonard creció este martes con una nueva acusación del Departamento de Justicia: nueve oficiales, incluido un almirante, están imputados y fueron arrestados.
El caso, que hace cuatro años que golpea a la Armada, vuelve a irrumpir con fuerza. Entre los cargos que se les imputa a los oficiales, están los de soborno, conspiración para cometer sobornos, fraude y obstrucción a la justicia.
Los regalos del empresario malasio Leonard Glenn Francis, un contratista de navíos de defensa establecido en Singapur, incluían relojes de 25.000 dólares, cajas de puros de 2.000 dólares, 2.000 dólares en botellas de coñac o noches de hotel de 600 dólares.
También financió fiestas sexuales en hoteles de Manila (Filipinas). En una de ellas, en mayo de 2008, oficiales de la Armada asistieron a una “fiesta de múltiples días con un carrusel rotatorio de prostitutas”, según la acusación. El grupo se bebió todas las existencias que tenía el hotel de champán Dom Perignon. El gasto total fue de 50.000 dólares y lo cubrió Francis.
Las imputaciones van de 2006 a 2014, según el diario The Washington Post. Entre los afectados, están el almirante Bruce Loveless, un alto cargo de inteligencia en el Pentágono. También hay varios capitanes de la Armada y un coronel retirado de los Marines. Todos los hechos tuvieron lugar durante viajes con la séptima flota de la Armada, cuya base está en Japón.
Con la nueva acusación, ya son 25 las personas imputadas en la trama de sobornos, 20 de ellas oficiales de la Armada en activo o retirados. En los últimos años, ha habido varias sentencias y Francis se ha declarado culpable de haber defraudado miles de millones.
El pasado abril, un juez dictó una sentencia de 78 meses de prisión, la más larga por ahora en el caso, a un capitán que facilitó a Francis información clasificada sobre los horarios de buques militares a cambio de regalos. Con esa información, el contratista, que vende navíos, tuvo una ventaja respecto a sus competidores y defraudó 34 millones de dólares a la Armada al cobrarle tasas falsas.