Las turbulencias acosan los últimos meses de Bachelet
En plena campaña electoral, la proliferación de candidatos a la presidencia tampoco contribuye a dar un mensaje de unidad.
AFP / Chile
En pleno año electoral, los malos datos de la economía chilena, que amenaza con caer en recesión técnica este trimestre y la presión para reformar el sistema de pensiones heredado de la dictadura de Augusto Pinochet acorralan al impopular gobierno de Michelle Bachelet.
"Este inicio de año va a ser muy malo, particularmente por la huelga de Escondida", la mayor productora de cobre del mundo, dijo a la AFP Cristóbal Gambini, economista del banco BBVA.
Luego de 43 días de paro, los trabajadores de Escondida, controlada por la angloaustraliana BHP Billiton, volvieron el sábado al trabajo sin conseguir ninguna de sus reivindicaciones salariales, pero las pérdidas por la suspensión de la producción se cifran en cerca de 1.000 millones de dólares.
El domingo, miles de ciudadanos volvieron a las calles para exigir una reforma del sistema de pensiones que reduce a menos de la mitad el salario medio de los chilenos, situado en torno a los 700 dólares, cuando se jubilan.
Como antes lo hicieron los estudiantes para exigir educación gratuita, los chilenos quieren demoler otro de los pilares de la herencia de Pinochet, quien redujo el Estado a la mínima expresión.
Lastrada desde el primer año de su segundo gobierno por un caso de corrupción que salpicó a su nuera, la presidenta socialista no ha logrado satisfacer a casi nadie con sus reformas tendentes a suavizar un sistema que deja al ciudadano librado a su suerte.
"Se ofrecieron sueños sin asegurarse de contar con los recursos para financiarlos", critica el analista Roberto Ampuero, en una columna publicada el domingo en el diario El Mercurio.
La popularidad de la presidenta, que dejó su primer gobierno (2006-2010) con más de 80% de aprobación, se sitúa en torno al 23%.
Pero no todo es culpa del gobierno. Gambini recuerda que "existe un consenso entre analistas que el descontento nace de la profunda desigualdad pese a que el país tiene la mayor renta per cápita de la región".
Bajo crecimiento
La marcha de la economía y el aumento del desempleo no contribuyen a mejorar la percepción.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ya advirtió que los incendios que se desataron en medio país a principios de año y la huelga de Escondida lastrarán el crecimiento de la economía, que en el último trimestre del pasado año se contrajo 0,4% en su variación desestacionalizada, cerrando 2016 con un avance del 1,6%, el más bajo en siete años.
Muchos economistas prevén que en el primer trimestre de 2017, el país caerá en la primera recesión técnica desde 2009.
Ni el consumo ni la inversión ni las exportaciones pasan por su mejor momento, recuerda Gambini, quien espera que "más allá de las peleas políticas" pueda recuperarse el crecimiento y con ello mejore la percepción de la ciudadanía en los últimos meses del gobierno de la Nueva Mayoría, una coalición de partidos de centro-izquierda.
El Banco Central prevé un crecimiento de entre el 1,5% y 2,5% para este año.
"La economía chilena está sana y tiene capacidad para crecer más", dijo recientemente el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
Las buenas noticias pueden venir de fuera, donde los principales socios comerciales de Chile se estan recuperando, en particular China, principal comprador de cobre de Chile, que es el principal productor mundial del metal rojo.
Campaña electoral
En plena campaña electoral, la proliferación de candidatos a la presidencia en los partidos que integran la Nueva Mayoría que lidera Bachelet tampoco contribuye a dar un mensaje de unidad.
Incluso dentro del propio gobierno afloran las discrepancias como las que mantuvieron recientemente por la cuestión de la previsión social el ministro de Hacienda y la de Trabajo, Alejandra Krauss.
Con las vistas a elecciones del 19 de noviembre, las encuestas dan una clara ventaja al expresidente Sebastian Piñera (2010-2014), que anunció la semana pasada su candidatura a un segundo mandato. Su inmediato seguidor es el senador de izquierda Alejandro Guiller. También aspiran a la presidencia el ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006) y el ex secretario general de la OEA José Miguel Insulza.
El gobierno de Bachelet es uno de los pocos que quedan de izquierda en el continente.
"La crisis de identidad y de modelos de la izquierda chilena se inscribe dentro de la crisis de la izquierda mundial, que carece de alternativas frente al capitalismo", resume Ampuero.
AFP / Chile
En pleno año electoral, los malos datos de la economía chilena, que amenaza con caer en recesión técnica este trimestre y la presión para reformar el sistema de pensiones heredado de la dictadura de Augusto Pinochet acorralan al impopular gobierno de Michelle Bachelet.
"Este inicio de año va a ser muy malo, particularmente por la huelga de Escondida", la mayor productora de cobre del mundo, dijo a la AFP Cristóbal Gambini, economista del banco BBVA.
Luego de 43 días de paro, los trabajadores de Escondida, controlada por la angloaustraliana BHP Billiton, volvieron el sábado al trabajo sin conseguir ninguna de sus reivindicaciones salariales, pero las pérdidas por la suspensión de la producción se cifran en cerca de 1.000 millones de dólares.
El domingo, miles de ciudadanos volvieron a las calles para exigir una reforma del sistema de pensiones que reduce a menos de la mitad el salario medio de los chilenos, situado en torno a los 700 dólares, cuando se jubilan.
Como antes lo hicieron los estudiantes para exigir educación gratuita, los chilenos quieren demoler otro de los pilares de la herencia de Pinochet, quien redujo el Estado a la mínima expresión.
Lastrada desde el primer año de su segundo gobierno por un caso de corrupción que salpicó a su nuera, la presidenta socialista no ha logrado satisfacer a casi nadie con sus reformas tendentes a suavizar un sistema que deja al ciudadano librado a su suerte.
"Se ofrecieron sueños sin asegurarse de contar con los recursos para financiarlos", critica el analista Roberto Ampuero, en una columna publicada el domingo en el diario El Mercurio.
La popularidad de la presidenta, que dejó su primer gobierno (2006-2010) con más de 80% de aprobación, se sitúa en torno al 23%.
Pero no todo es culpa del gobierno. Gambini recuerda que "existe un consenso entre analistas que el descontento nace de la profunda desigualdad pese a que el país tiene la mayor renta per cápita de la región".
Bajo crecimiento
La marcha de la economía y el aumento del desempleo no contribuyen a mejorar la percepción.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ya advirtió que los incendios que se desataron en medio país a principios de año y la huelga de Escondida lastrarán el crecimiento de la economía, que en el último trimestre del pasado año se contrajo 0,4% en su variación desestacionalizada, cerrando 2016 con un avance del 1,6%, el más bajo en siete años.
Muchos economistas prevén que en el primer trimestre de 2017, el país caerá en la primera recesión técnica desde 2009.
Ni el consumo ni la inversión ni las exportaciones pasan por su mejor momento, recuerda Gambini, quien espera que "más allá de las peleas políticas" pueda recuperarse el crecimiento y con ello mejore la percepción de la ciudadanía en los últimos meses del gobierno de la Nueva Mayoría, una coalición de partidos de centro-izquierda.
El Banco Central prevé un crecimiento de entre el 1,5% y 2,5% para este año.
"La economía chilena está sana y tiene capacidad para crecer más", dijo recientemente el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
Las buenas noticias pueden venir de fuera, donde los principales socios comerciales de Chile se estan recuperando, en particular China, principal comprador de cobre de Chile, que es el principal productor mundial del metal rojo.
Campaña electoral
En plena campaña electoral, la proliferación de candidatos a la presidencia en los partidos que integran la Nueva Mayoría que lidera Bachelet tampoco contribuye a dar un mensaje de unidad.
Incluso dentro del propio gobierno afloran las discrepancias como las que mantuvieron recientemente por la cuestión de la previsión social el ministro de Hacienda y la de Trabajo, Alejandra Krauss.
Con las vistas a elecciones del 19 de noviembre, las encuestas dan una clara ventaja al expresidente Sebastian Piñera (2010-2014), que anunció la semana pasada su candidatura a un segundo mandato. Su inmediato seguidor es el senador de izquierda Alejandro Guiller. También aspiran a la presidencia el ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006) y el ex secretario general de la OEA José Miguel Insulza.
El gobierno de Bachelet es uno de los pocos que quedan de izquierda en el continente.
"La crisis de identidad y de modelos de la izquierda chilena se inscribe dentro de la crisis de la izquierda mundial, que carece de alternativas frente al capitalismo", resume Ampuero.