La violencia contra los niños en Siria registró “su peor” nivel en 2016
Siria, AFP
La violencia contra los niños en Siria llegó a “su peor” nivel en 2016, indicó el lunes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en un informe difundido cuando el país entra en su séptimo año de guerra.
“Los casos verificados de crímenes, mutilaciones y reclutamiento de niños aumentaron significativamente” en el curso de este mismo año, precisó Unicef en un comunicado.
“El grado de sufrimiento no tiene precedentes. Cada día, millones de niños son atacados en Siria, sus vidas están completamente trastocadas“, dijo Geert Cappelaere, director de Unicef para Oriente Medio y el norte de África.
“Cada niño está marcado de por vida, con consecuencias terribles en su salud, su bienestar y su futuro”, agregó.
Según Unicef, al menos 652 menores murieron (+20% en comparación con 2015), lo que hace que 2016 sea “el peor año para los niños en Siria desde que comenzara la verificación formal de los incidentes en 2014″, dijo Geert Cappelaere.
Un tercio de los niños muertos se encontraba “en o cerca de una escuela”, agregó Cappelaere.
Además, más de 850 niños fueron reclutados para combatir en el conflicto, o sea más del doble del número registrado en 2015.
Algunos de ellos cumplen funciones “extremas” como “escudos, kamikazes o guardias de prisiones”, afirmó.
El conflicto en Siria empezó el 15 de marzo de 2011 con la represión del régimen de Bashar al Asad contra los manifestantes pacíficos que pedían reformas.
Desde entonces, el conflicto se ha vuelto más complejo e implica ahora a una multitud de actores locales e internacionales, así como a grupos yihadistas en un territorio dividido.
La guerra ha dejado más de 310.000 muertos y ha obligado a más de la mitad de la población a huir de sus hogares.
Tras seis años de conflicto, “cerca de 6 millones de niños dependen ahora de asistencia humanitaria” y “más de 2,3 millones están actualmente refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Egipto e Irak”, según Unicef.
Según el organismo de la ONU, 280.000 niños viven en los sectores asediados, sin acceso a comida o medicamentos.
La violencia contra los niños en Siria llegó a “su peor” nivel en 2016, indicó el lunes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en un informe difundido cuando el país entra en su séptimo año de guerra.
“Los casos verificados de crímenes, mutilaciones y reclutamiento de niños aumentaron significativamente” en el curso de este mismo año, precisó Unicef en un comunicado.
“El grado de sufrimiento no tiene precedentes. Cada día, millones de niños son atacados en Siria, sus vidas están completamente trastocadas“, dijo Geert Cappelaere, director de Unicef para Oriente Medio y el norte de África.
“Cada niño está marcado de por vida, con consecuencias terribles en su salud, su bienestar y su futuro”, agregó.
Según Unicef, al menos 652 menores murieron (+20% en comparación con 2015), lo que hace que 2016 sea “el peor año para los niños en Siria desde que comenzara la verificación formal de los incidentes en 2014″, dijo Geert Cappelaere.
Un tercio de los niños muertos se encontraba “en o cerca de una escuela”, agregó Cappelaere.
Además, más de 850 niños fueron reclutados para combatir en el conflicto, o sea más del doble del número registrado en 2015.
Algunos de ellos cumplen funciones “extremas” como “escudos, kamikazes o guardias de prisiones”, afirmó.
El conflicto en Siria empezó el 15 de marzo de 2011 con la represión del régimen de Bashar al Asad contra los manifestantes pacíficos que pedían reformas.
Desde entonces, el conflicto se ha vuelto más complejo e implica ahora a una multitud de actores locales e internacionales, así como a grupos yihadistas en un territorio dividido.
La guerra ha dejado más de 310.000 muertos y ha obligado a más de la mitad de la población a huir de sus hogares.
Tras seis años de conflicto, “cerca de 6 millones de niños dependen ahora de asistencia humanitaria” y “más de 2,3 millones están actualmente refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Egipto e Irak”, según Unicef.
Según el organismo de la ONU, 280.000 niños viven en los sectores asediados, sin acceso a comida o medicamentos.