Íker Casillas «cambia» los guantes por la bicicleta

Oporto, ABC
Por segunda vez en pocas semanas, Íker Casillas se ha lanzado a un largo y placentero paseo en bicicleta por la ciudad de Oporto, donde reside con Sara Carbonero desde el verano de 2015. Sus dos hijos, Martín y Lucas, colman su felicidad, pero no puede resistirse a practicar una de sus grandes aficiones: la pasión por las dos ruedas.



Como en la anterior ocasión, Facebook Live ha sido testigo directo de sus andanzas por el precioso enclave portugués. Salió de su domicilio en la privilegiada zona de Foz, junto al Océano Atlántico, y bordeó todo el litoral hasta adentrarse en el centro de una urbe donde la gente le adora. Y más en esta su segunda temporada en el Estadio Do Dragao, pues ha vuelto a ser el de antes y realiza auténticos paradones en su misión como guardameta del segundo clasificado de la Liga, a solo un punto del Benfica.

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La Estación de Sao Bento, con su vestíbulo repleto de maravillosos azulejos en tonos azules, constituye uno de sus parajes favoritos. Esta vez quiso detenerse a continuación, en la Avenida dos Aliados, donde se ubica la plaza del Ayuntamiento. Un lugar neurálgico no ya para la propia ciudad, sino para los seguidores del FC Oporto, club histórico y bicampeón de Europa. «Este es un sitio muy conocido por los portistas porque aquí se festejan los títulos de campeón. Ojalá de aquí a dos meses y medio podamos estar todos aquí celebrando», expresó en las redes sociales el exportero del Real Madrid.

Y lo hizo antes de elogiar el entorno: «Esta ciudad tiene mucho encanto». También se refirió explícitamente a la misma Avenida dos Aliados (“muy bonita”), eje que comunica el área del Mercado do Bolhao y la arterial comercial Rua Santa Catarina con el acceso a la emblemática Rua da Cedofeita y la calle más vanguardista, la Rua Miguel Bombarda, llena de galerías de arte.

Su acreditada predilección por la bicicleta encuentra en la capital económica del país vecino un «circuito» al aire libre perfecto, por los menos en los días en que no sopla el fuerte viento que en absoluto es tan raro sentir allí. Desde su desembarco en Oporto, Íker ya dejó claro que iba a dar rienda suelta a su «hobby» ciclista. De hecho, se desplazó a través de este medio de transporte cuando acudió a su primer entrenamiento el 15 de julio de 2015, desarrollado en Horst (Holanda) durante aquella pretemporada.