El 3-4-3 desata al Barça: 19 goles en los últimos cuatro partidos
Neymar, Arda, Piqué y André Gomes celebran encima de Sergi Roberto el 6-1 ante el PSG.
Juan Jiménez
As
Diecinueve goles en cuatro partidos. El Barça 3.0 que Luis Enrique se inventó en su despacho a la desesperada después del desastre de París le ha desatado. Al regreso de la vergonzante derrota ante el PSG en el Parque de los Príncipes, el asturiano insistió en el 4-3-3 ante el Leganés. El resultado fue un equipo mustio que prácticamente agonizaba. Lento y previsible en la circulación, inseguro de sí mismo, el Barça se arrastraba hacia un final de temporada sísmico. Luis Enrique prometió novedades entonces. “En el Calderón se verá un Barça distinto, ya lo veréis”. Parecían, sin embargo, poco más que palabras huecas. Porque en el Barça no se veía nada.
Finalmente, Luis Enrique se presentó en el Calderón con sistema flexible: un 3-4-3 cruyffista que, al incorporar un jugador más en el centro del campo, permitió recuperar velocidad con el balón. El nuevo sistema acompaña más a Busquets, da libertad a Messi en el enlace e incorpora a dos extremos que son dos centrocampistas más. Uno, Neymar, arranca desde ahí para jugarse el uno contra uno. El otro, Rafinha, guarda bien la pelota, descarga bien y pica a los espacios. El Barça ha creado superioridad en la zona de creación. Ante el PSG, Luis Enrique radicalizó su propuesta defensiva. Contra Atlético, Sporting y Celta, el dibujo en defensa era 4-4-2 pero contra el PSG mantuvo el 3-4-3 atrás. Mascherano, Piqué y Umtiti defendieron al hombre a Draxler, Cavani y Lucas Moura con indudable éxito.
Cuatro partidos después del cambio de sistema, los azulgrana hicieron dos en el Calderón, seis al Sporting, cinco al Celta y seis al PSG. Un repaso a la lista de goleadores también permite encontrar ciertas claves de la resurrección. Messi marcó cinco de los 19 goles, Neymar cuatro, Suárez y Rakitic, dos. El resto, Rafinha, Alcácer, Umtiti y Sergi Roberto, uno. La lista la completan Juan Domínguez y Kurzawa que se metieron dos goles en propia puerta, señal de que al equipo de Luis Enrique también le cambió la suerte. El Barça ha pasado de sentirse indefenso a sentirse invencible. Luis Enrique habló de “palos, especialmente a uno”. Piqué, de que muchos les querían “enterrar”. El 3-4-3 resucitó al Barça pero aún no ganó nada...
As
Diecinueve goles en cuatro partidos. El Barça 3.0 que Luis Enrique se inventó en su despacho a la desesperada después del desastre de París le ha desatado. Al regreso de la vergonzante derrota ante el PSG en el Parque de los Príncipes, el asturiano insistió en el 4-3-3 ante el Leganés. El resultado fue un equipo mustio que prácticamente agonizaba. Lento y previsible en la circulación, inseguro de sí mismo, el Barça se arrastraba hacia un final de temporada sísmico. Luis Enrique prometió novedades entonces. “En el Calderón se verá un Barça distinto, ya lo veréis”. Parecían, sin embargo, poco más que palabras huecas. Porque en el Barça no se veía nada.
Finalmente, Luis Enrique se presentó en el Calderón con sistema flexible: un 3-4-3 cruyffista que, al incorporar un jugador más en el centro del campo, permitió recuperar velocidad con el balón. El nuevo sistema acompaña más a Busquets, da libertad a Messi en el enlace e incorpora a dos extremos que son dos centrocampistas más. Uno, Neymar, arranca desde ahí para jugarse el uno contra uno. El otro, Rafinha, guarda bien la pelota, descarga bien y pica a los espacios. El Barça ha creado superioridad en la zona de creación. Ante el PSG, Luis Enrique radicalizó su propuesta defensiva. Contra Atlético, Sporting y Celta, el dibujo en defensa era 4-4-2 pero contra el PSG mantuvo el 3-4-3 atrás. Mascherano, Piqué y Umtiti defendieron al hombre a Draxler, Cavani y Lucas Moura con indudable éxito.
Cuatro partidos después del cambio de sistema, los azulgrana hicieron dos en el Calderón, seis al Sporting, cinco al Celta y seis al PSG. Un repaso a la lista de goleadores también permite encontrar ciertas claves de la resurrección. Messi marcó cinco de los 19 goles, Neymar cuatro, Suárez y Rakitic, dos. El resto, Rafinha, Alcácer, Umtiti y Sergi Roberto, uno. La lista la completan Juan Domínguez y Kurzawa que se metieron dos goles en propia puerta, señal de que al equipo de Luis Enrique también le cambió la suerte. El Barça ha pasado de sentirse indefenso a sentirse invencible. Luis Enrique habló de “palos, especialmente a uno”. Piqué, de que muchos les querían “enterrar”. El 3-4-3 resucitó al Barça pero aún no ganó nada...
