Buenos Aires ofrece dinero extra a los docentes que no se sumen a la huelga
La gobernadora María Eugenia Vidal ubica al kirchnerismo detrás de las protestas, que ya llevan una semana
Ramiro Barreiro
Buenos Aires, El País
El comienzo de las clases en Argentina es a la carta. Es decir que que las aulas se llenan según el criterio de cada docente para adherir o no a la huelga. El conflicto por el que los sindicatos mantienen la retención de tareas en reclamo de la apertura de la paritaria nacional lleva ya una semana y el diálogo entre las partes se diluye, al punto que, tanto el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que concentra casi la mitad de las escuelas de todo el país, y los dirigentes sindicales han faltado a algunas de las reuniones convocadas para destrabar las protestas. La tensión ha crecido esta semana, con una nueva jornada de paro nacional y movilización por 48 horas que en la ciudad de Buenos Aires habría tenido un acatamiento mayor al de la semana anterior, del orden del 90%, y en otras ciudades, del 75%. La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, concentra la presión de la crisis por estar al frente del mayor distrito del país Ayer, en una rueda de prensa. instó a los dirigentes gremiales a revelar si responden o no a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien el gobierno ve detrás de la crisis, anunció un adelanto a cuenta de un eventual aumento y ofreció un premio en efectivo para aquellos docentes que no se hayan adherido a la huelga.
“Sabemos que para dialogar hacen falta dos partes que hablen de lo mismo. Quiero decirlo con todas las letras: no hay vocación de diálogo en algunos dirigentes gremiales; hay vocación de conflicto. Hace semanas que dejaron de dialogar y de hablar de salario docente”, se quejó Vidal, quien además denunció que los dirigentes pretenden extender la huelga en el tiempo. “Yo creo que el hecho de que ese conflicto que se extienda lo mas posible en el tiempo tiene dos perjudicados. Primero los chicos y sus familias, que se quedan sin la posibilidad de ir a la escuela; segundo los docentes que, a diferencia de los estatales que acordaron paritarias, no cobran porque no hay paritaria”, analizó. La gobernadora marcó en varias oportunidades en su exposición la diferencia entre las bases y los dirigentes sindicales una semana después de que la cúpula de la principal central obrera, la CGT, fuera echada del palco en su propio acto por los trabajadores de base.
Otro argumento del que se valió Vidal fue el fallo de la Justicia que legitimó la conciliación obligatoria dispuesta para que retomen las clases. “Aún en este contexto convocamos a la conciliación obligatoria” y la Cámara “le dio la razón al gobierno”, agregó. “Aun así siguieron anunciando paros, sin venir a las reuniones que convocamos, sin respetar la ley ni un fallo judicial”. Roberto Baradel, secretario general de Suteba, el principal sindicato docente de la provincia de Buenos Aires, había dicho un día antes que Vidal “sigue insistiendo con la conciliación obligatoria, que es absolutamente ilegal. Nosotros les decimos que convoquen a una mesa para hacer una propuesta salarial y ellos siguen en esa postura”.
“No voy a especular, no soy candidata, no estoy trabajando por futuras candidaturas, la única razón por la que estoy acá son los chicos y sus familias. No me importa si pierdo una elección por esta discusión. Me importa dar esta discusión, cuando los bonaerenses votaron el cambio, votaron esta discusión, con vocación de diálogo”, afirmó con dureza Vidal. “Es hora de que (los dirigentes) se sinceren y digan si son kirchneristas. De la misma manera que le digo a toda la sociedad donde estoy parada yo y que es lo que busco”, lanzó la mandataria.
En un intento por destrabar el conflicto, Vidal ofreció un adelanto de entre 1.500 (casi 100 dólares) y 3.750 pesos (240 dólares) “que serán recibidos por todos los docentes a cuenta del acuerdo que espero podamos alcanzar con los dirigentes”. Al mismo tiempo decidió recompensar con una paga extraordinaria por presentismo a los maestros que, según su lectura, "decidieron dar clases y priorizaron a los chicos”. “Para nosotros este es el primer paso para que los docentes no sigan esperando y los chicos puedan permanecer en las escuelas. Quiero pedirle a los docentes que decidieron hacer paro que consideren este adelanto para que vuelvan a dar clases. Sé que nos toca administrar una provincia fundida y que cualquier compromiso que asuma tiene que ser algo que pueda pagar”, argumentó.
En duros términos y con gesto adusto, la mandataria provincial se dirigió en todo momento -aunque sin mencionarlos- a los referentes sindicales que motorizan la medida. Distinta postura a la que adoptó el propio presidente Mauricio Macri en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, cuando dijo que “Baradel se puede cuidar solo”, en referencia al secretario general de Suteba, quien denunció amenazas vía correo electrónico. “No es con amenazas de descuentos ni criticando a los docentes como se va a solucionar este conflicto, sino con diálogo y fondos para educación, con una propuesta superadora”, dijo a EL PAÍS Eduardo López, líder de UTE-Ctera, otro de los gremios que están a la cabeza del reclamo.
“Digan de que partido son", instó Vidal a los sindicalistas. "A qué elección gremial o política quieren presentarse y cuáles son sus intereses. Demos un debate abierto de cara a la sociedad sobre la educación pública. Nosotros los vamos a seguir convocando al diálogo" . Los docentes que ahora tienen la pelota en su campo, se preparan para una nueva movilización este mismo jueves y de ellos depende que termine o no en la oficina de la gobernadora.
Ramiro Barreiro
Buenos Aires, El País
El comienzo de las clases en Argentina es a la carta. Es decir que que las aulas se llenan según el criterio de cada docente para adherir o no a la huelga. El conflicto por el que los sindicatos mantienen la retención de tareas en reclamo de la apertura de la paritaria nacional lleva ya una semana y el diálogo entre las partes se diluye, al punto que, tanto el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que concentra casi la mitad de las escuelas de todo el país, y los dirigentes sindicales han faltado a algunas de las reuniones convocadas para destrabar las protestas. La tensión ha crecido esta semana, con una nueva jornada de paro nacional y movilización por 48 horas que en la ciudad de Buenos Aires habría tenido un acatamiento mayor al de la semana anterior, del orden del 90%, y en otras ciudades, del 75%. La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, concentra la presión de la crisis por estar al frente del mayor distrito del país Ayer, en una rueda de prensa. instó a los dirigentes gremiales a revelar si responden o no a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien el gobierno ve detrás de la crisis, anunció un adelanto a cuenta de un eventual aumento y ofreció un premio en efectivo para aquellos docentes que no se hayan adherido a la huelga.
“Sabemos que para dialogar hacen falta dos partes que hablen de lo mismo. Quiero decirlo con todas las letras: no hay vocación de diálogo en algunos dirigentes gremiales; hay vocación de conflicto. Hace semanas que dejaron de dialogar y de hablar de salario docente”, se quejó Vidal, quien además denunció que los dirigentes pretenden extender la huelga en el tiempo. “Yo creo que el hecho de que ese conflicto que se extienda lo mas posible en el tiempo tiene dos perjudicados. Primero los chicos y sus familias, que se quedan sin la posibilidad de ir a la escuela; segundo los docentes que, a diferencia de los estatales que acordaron paritarias, no cobran porque no hay paritaria”, analizó. La gobernadora marcó en varias oportunidades en su exposición la diferencia entre las bases y los dirigentes sindicales una semana después de que la cúpula de la principal central obrera, la CGT, fuera echada del palco en su propio acto por los trabajadores de base.
Otro argumento del que se valió Vidal fue el fallo de la Justicia que legitimó la conciliación obligatoria dispuesta para que retomen las clases. “Aún en este contexto convocamos a la conciliación obligatoria” y la Cámara “le dio la razón al gobierno”, agregó. “Aun así siguieron anunciando paros, sin venir a las reuniones que convocamos, sin respetar la ley ni un fallo judicial”. Roberto Baradel, secretario general de Suteba, el principal sindicato docente de la provincia de Buenos Aires, había dicho un día antes que Vidal “sigue insistiendo con la conciliación obligatoria, que es absolutamente ilegal. Nosotros les decimos que convoquen a una mesa para hacer una propuesta salarial y ellos siguen en esa postura”.
“No voy a especular, no soy candidata, no estoy trabajando por futuras candidaturas, la única razón por la que estoy acá son los chicos y sus familias. No me importa si pierdo una elección por esta discusión. Me importa dar esta discusión, cuando los bonaerenses votaron el cambio, votaron esta discusión, con vocación de diálogo”, afirmó con dureza Vidal. “Es hora de que (los dirigentes) se sinceren y digan si son kirchneristas. De la misma manera que le digo a toda la sociedad donde estoy parada yo y que es lo que busco”, lanzó la mandataria.
En un intento por destrabar el conflicto, Vidal ofreció un adelanto de entre 1.500 (casi 100 dólares) y 3.750 pesos (240 dólares) “que serán recibidos por todos los docentes a cuenta del acuerdo que espero podamos alcanzar con los dirigentes”. Al mismo tiempo decidió recompensar con una paga extraordinaria por presentismo a los maestros que, según su lectura, "decidieron dar clases y priorizaron a los chicos”. “Para nosotros este es el primer paso para que los docentes no sigan esperando y los chicos puedan permanecer en las escuelas. Quiero pedirle a los docentes que decidieron hacer paro que consideren este adelanto para que vuelvan a dar clases. Sé que nos toca administrar una provincia fundida y que cualquier compromiso que asuma tiene que ser algo que pueda pagar”, argumentó.
En duros términos y con gesto adusto, la mandataria provincial se dirigió en todo momento -aunque sin mencionarlos- a los referentes sindicales que motorizan la medida. Distinta postura a la que adoptó el propio presidente Mauricio Macri en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, cuando dijo que “Baradel se puede cuidar solo”, en referencia al secretario general de Suteba, quien denunció amenazas vía correo electrónico. “No es con amenazas de descuentos ni criticando a los docentes como se va a solucionar este conflicto, sino con diálogo y fondos para educación, con una propuesta superadora”, dijo a EL PAÍS Eduardo López, líder de UTE-Ctera, otro de los gremios que están a la cabeza del reclamo.
“Digan de que partido son", instó Vidal a los sindicalistas. "A qué elección gremial o política quieren presentarse y cuáles son sus intereses. Demos un debate abierto de cara a la sociedad sobre la educación pública. Nosotros los vamos a seguir convocando al diálogo" . Los docentes que ahora tienen la pelota en su campo, se preparan para una nueva movilización este mismo jueves y de ellos depende que termine o no en la oficina de la gobernadora.