Bauza planea un esquema conservador para jugar en La Paz

Con el oxígeno del triunfo contra Chile, Bauza podría llegar a poner una línea de tres centrales y dos carrileros para cuidar el arco en los 3.625 metros de La Paz.

Diego Paulich @DiegoPaulich
dpaulich@ole.com.ar
Son partidos aparte. Distintos a todos. Imposibles de jugar como siempre. No importan las virtudes con las que cuente el equipo ni las falencias del rival. Existen 3.625 razones que explican por qué no hay manera de tomar los partidos en la altura de La Paz como uno más, como uno cualquiera. Todos los entrenadores que se ven ante tal circunstancia tratan de planificar la manera de aguantar y de traerse algo más que una excursión por entre las nubes.


En eso anda Edgardo Bauza durante las pocas horas que faltan para visitar a Bolivia. Las claves que tendría en mente pasarían por formar un equipo corto y que deje pocos espacios porque sabe que revertir un resultado cuando no hay oxígeno es casi una misión imposible. Entonces, para no tener que convocar a Tom Cruise de apuro, el Patón ya venía craneando desde hace rato la posibilidad de jugar en la altura con una línea de cinco defensores. Hoy, habiendo sumado de a tres como local ante Chile, hasta traerse un punto de La Paz caerá bien. Sí, podría ser cinco para el peso...

Habrá cambios. Algunos obligados para reemplazar a los suspendidos (Otamendi, Mascherano, Biglia e Higuaín) y a los lesionados (Mercado -ya fue desafectado- y Mas). Mientras que otros tendrán que ver con la táctica que el entrenador decida poner en cancha. Si al final va con cinco atrás, Buffarini y Rojo podrían ser los carrileros y habrá que ver si Roncaglia (en Celta juega tanto de lateral como de central) o el recientemente citado Matías Caruzzo se suman a la dupla de centrales de Funes Mori -vuelve tras la suspensión- y Musacchio. Pizarro es una fija en el medio campo, mientras que Banega le ganaría la pulseada a Enzo Pérez. Messi y Di María para tratar de romper líneas y arriba, ¿Pratto? El plan B podría ser mantener cuatro en el fondo acompañados por cuatro volantes y Messi flotando acompañando al punta de turno. Allí saldría uno de los centrales para dejarle lugar a otro volante mixto. Pérez, Banega y Pizarro se dividirían el sacrificio y Di María quedaría más suelto para acompañar los ataques.

No hay secretos para jugar mirando el mar desde tan arriba, tampoco existe una fórmula anti altura; pero igual Argentina tendrá que encontrarle la vuelta a la coyuntura que le toca y volverse con algo de La Paz para estar de verdad más cerca del cielo, que en este caso es Rusia 2018...

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