Argentina se paraliza por una huelga de docentes que buscan mejoras salariales
Argentina, EFE
Este lunes los docentes de Argentina dieron inicio a una huelga de 48 horas, reclamando mejoras salariales, lo que paralizó el curso lectivo en prácticamente todo el país, teniendo más incidencia en Buenos Aires.
Según las estimaciones de los sindicatos, la adhesión al paro es de alrededor del 85 % en todo el territorio, ya que, incluso aunque en algunas provincias se alcanzaron acuerdos sobre mejoras salariales, los gremios educativos se mantienen en huelga en solidaridad con las regiones en las que las negociaciones están siendo más conflictivas.
“Los docentes estamos enojados porque conocemos las consecuencias, para el presente y futuro de la educación, de la decisión vergonzosa del Gobierno que aspira a golpear de muerte la (negociación salarial) paritaria nacional“, afirmó hoy Sergio Romero, secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), en un comunicado del sindicato.
El paro impidió hoy el inicio normal del nuevo curso escolar para unos 12 millones de alumnos, según las estimaciones de los medios locales, y afecta a los jardines de infantes, a la primaria y a los niveles secundarios (si bien en este último caso no todas las provincias arrancaban el ciclo lectivo este lunes).
La mayoría se concentra en la capital argentina y la provincia de Buenos Aires, donde habita un tercio de la población total del país y donde históricamente las negociaciones de actualización salarial son más conflictivas.
Los docentes piden, de inicio, un aumento salarial del 35 % anual y alegan que los sueldos están atrasados y que no confían en que la inflación se mantenga en 17 %, tal y como pronosticó el Gobierno en los presupuestos generales para 2017.
Desde el Gobierno nacional y las administraciones provinciales, sin embargo, las ofertas rondaron 18% en muchos casos.
El objetivo del oficialismo, por una parte, es evitar el impacto negativo de las subidas salariales en la inflación y, por la otra, tratar de controlar el gasto público, ya que el elevado déficit fiscal es uno de los principales caballos de batalla del Ejecutivo de Mauricio Macri para este año y que muchas provincias se encuentran en una situación de severa debilidad económica.
“Siempre estamos dispuestos (a la negociación), pero a sentarse a dialogar, no a recibir una propuesta impuesta (…). El tema es que no hubo negociación, solo convocatoria”, aseguró hoy la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses, Mirta Petrocini, en declaraciones a radio La Red.
Los docentes organizaron hoy marchas y concentraciones en varios puntos del país, como la que desde primera hora de la mañana mantiene cortadas algunas de las principales avenidas de la capital argentina.
“No arrancar las clases tiene como objetivo mejorar la situación de los docentes y también la de los niños“, explicó a Efe Cinthia Manchado, una maestra de primaria que participó de la protesta.
Ante el malestar social generado por la suspensión del inicio de clases, Manchado denunció que no se puede trabajar en colegios con estructuras edilicias deficientes, aulas sobrepobladas y alumnos con hambre.
En contrapartida, Macri encabezó el lunes un acto por el inicio del curso lectivo en la provincia de Jujuy, donde sí se logró alcanzar un acuerdo de subidas salariales.
En rueda de prensa, el jefe de Gabinete argentino, Marcos Peña, aseveró que “este paro nacional tiene que ver más con la agenda política que con la agenda de los docentes”.
Peña consideró que la huelga “no es el camino para mejorar y fortalecer la escuela pública” sino que “el camino para resolver estos temas es a través del diálogo”.
“Valoramos los muchos docentes que fueron a trabajar hoy y que entiende que, aún con la justicia del reclamo, no hay que poner a los chicos ante esta situación”, señaló el jefe de Gabinete.
Este lunes los docentes de Argentina dieron inicio a una huelga de 48 horas, reclamando mejoras salariales, lo que paralizó el curso lectivo en prácticamente todo el país, teniendo más incidencia en Buenos Aires.
Según las estimaciones de los sindicatos, la adhesión al paro es de alrededor del 85 % en todo el territorio, ya que, incluso aunque en algunas provincias se alcanzaron acuerdos sobre mejoras salariales, los gremios educativos se mantienen en huelga en solidaridad con las regiones en las que las negociaciones están siendo más conflictivas.
“Los docentes estamos enojados porque conocemos las consecuencias, para el presente y futuro de la educación, de la decisión vergonzosa del Gobierno que aspira a golpear de muerte la (negociación salarial) paritaria nacional“, afirmó hoy Sergio Romero, secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), en un comunicado del sindicato.
El paro impidió hoy el inicio normal del nuevo curso escolar para unos 12 millones de alumnos, según las estimaciones de los medios locales, y afecta a los jardines de infantes, a la primaria y a los niveles secundarios (si bien en este último caso no todas las provincias arrancaban el ciclo lectivo este lunes).
La mayoría se concentra en la capital argentina y la provincia de Buenos Aires, donde habita un tercio de la población total del país y donde históricamente las negociaciones de actualización salarial son más conflictivas.
Los docentes piden, de inicio, un aumento salarial del 35 % anual y alegan que los sueldos están atrasados y que no confían en que la inflación se mantenga en 17 %, tal y como pronosticó el Gobierno en los presupuestos generales para 2017.
Desde el Gobierno nacional y las administraciones provinciales, sin embargo, las ofertas rondaron 18% en muchos casos.
El objetivo del oficialismo, por una parte, es evitar el impacto negativo de las subidas salariales en la inflación y, por la otra, tratar de controlar el gasto público, ya que el elevado déficit fiscal es uno de los principales caballos de batalla del Ejecutivo de Mauricio Macri para este año y que muchas provincias se encuentran en una situación de severa debilidad económica.
“Siempre estamos dispuestos (a la negociación), pero a sentarse a dialogar, no a recibir una propuesta impuesta (…). El tema es que no hubo negociación, solo convocatoria”, aseguró hoy la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses, Mirta Petrocini, en declaraciones a radio La Red.
Los docentes organizaron hoy marchas y concentraciones en varios puntos del país, como la que desde primera hora de la mañana mantiene cortadas algunas de las principales avenidas de la capital argentina.
“No arrancar las clases tiene como objetivo mejorar la situación de los docentes y también la de los niños“, explicó a Efe Cinthia Manchado, una maestra de primaria que participó de la protesta.
Ante el malestar social generado por la suspensión del inicio de clases, Manchado denunció que no se puede trabajar en colegios con estructuras edilicias deficientes, aulas sobrepobladas y alumnos con hambre.
En contrapartida, Macri encabezó el lunes un acto por el inicio del curso lectivo en la provincia de Jujuy, donde sí se logró alcanzar un acuerdo de subidas salariales.
En rueda de prensa, el jefe de Gabinete argentino, Marcos Peña, aseveró que “este paro nacional tiene que ver más con la agenda política que con la agenda de los docentes”.
Peña consideró que la huelga “no es el camino para mejorar y fortalecer la escuela pública” sino que “el camino para resolver estos temas es a través del diálogo”.
“Valoramos los muchos docentes que fueron a trabajar hoy y que entiende que, aún con la justicia del reclamo, no hay que poner a los chicos ante esta situación”, señaló el jefe de Gabinete.