Una ola de ataques en Siria amenaza las negociaciones de paz de Ginebra
Los atentados causan más de 40 muertos, entre ellos un jefe de la inteligencia militar
Juan Carlos Sanz
Ginebra, El País
La violencia amenaza con sabotear la última iniciativa para la paz en Siria tras casi seis años de guerra. Los ataques en cadena registrados el sábado contra cuarteles estratégicos de la ciudad de Homs (centro-oeste del país) causaron al menos 42 muertos, entre ellos un responsable de la inteligencia militar. El embajador sirio ante la ONU, Bachar al Yafari, exigió en Ginebra a la oposición que condene las explosiones “si no quiere ser considerada cómplice del terrorismo”.
La nada velada amenaza del enviado del régimen de romper las conversaciones de paz en Ginebra deja una vez más en el aire la continuidad de un proceso de diálogo que arrancó el jueves con un simbólico acercamiento entre las partes. El mediador de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, logró sentar frente a frente a ambas partes por primera vez en tres años en la ceremonia de apertura de la cuarta ronda de diálogo desde 2012.
Una ola de ataques en Siria amenaza las negociaciones de paz de Ginebra
El eco de las explosiones por los atentados suicidas en Siria llegó con fuerza al Palacio de las Naciones de Ginebra, sede europea de la ONU. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ONG con una red de informadores sobre el terreno, detalló que al menos seis hombres armados que se identificaron como miembros del grupo yihadista Fatá el Sham o Frente para la Conquista del Levante —antes denominado Frente al Nusra (filial de Al Qaeda)— hicieron estallar los explosivos que portaban después de abrir fuego contra militares y policías.
Entre las víctimas de los ataques figuran el jefe de la inteligencia militar de Homs, coronel Hasan Dabul —considerado un hombre próximo al presidente Bachar el Asad— y el jefe de la división de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Homs, coronel Darwish, según informó la agencia de noticias oficial SANA. Homs, una de las ciudades más castigadas por la guerra, fue reconquistada por las fuerzas del régimen a finales de 2015 tras haberse convertido en feudo de la rebelión contra El Asad que estalló en 2011.
El enviado de la ONU De Mistura advirtió de que estos atentados tienen como objetivo torpedear el diálogo en Ginebra. “Cada vez que hay conversaciones, siempre hay alguien que intenta hacer descarrilar el proceso. Nos lo esperábamos”, admitió.
Las milicias del Estado Islámico y los grupos afiliados a Al Qaeda están excluidos del alto el fuego que rige desde el 30 de diciembre en Siria, y no son reconocidos como grupos rebeldes por la ONU. El ISIS se atribuyó el viernes la matanza de 77 civiles y combatientes rebeldes en la ciudad de El Bab (noreste), que le había sido arrebatada días antes por una coalición insurgente apadrinada por Turquía.
Temor a represalias
El delegado del régimen en las negociaciones fue contundente al anunciar “represalias” en respuesta a los ataques. “Las explosiones en Homs han sido un claro mensaje de los patrocinadores del terrorismo al proceso de Ginebra”, sostuvo Al Yafari antes de reunirse con De Mistura.
El jefe de filas del bloque opositor Alto Comité para las Negociaciones (HNC, en sus siglas inglesas), Nasser al Hariri, dijo que la posición de su grupo ha sido siempre de "condena al terrorismo", pero acuasó al Gobierno de intentar bloquear las negociaciones con el pretexto de los atentados. “Tememos que el régimen repita los ataques masivos de represalia, como ocurrió durante las negociaciones de 2016”, advirtió Bassma Kodmani, delegada de la plataforma rebelde en Ginebra.
Al menos 42 miembros de las fuerzas de seguridad sirias, entre ellos el jefe de la Inteligencia militar, murieron en ataques perpetrados por hoy hombres armados en la ciudad de Homs, en el oeste del país, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres. Entre las víctimas se encuentra el jefe de la Inteligencia militar. En el ataque han participado al menos seis terroristas suicidas, según el Observatorio. Fatá el Sham, un grupo yihadista que se escindió formalmente de Al Qaeda ha asumido el ataque en un mensaje en la red social Telegram.
El ataque de Homs ha sido iniciado por hasta seis terroristas suicidas que han hecho estallar sus cargas en las sedes de la Inteligencia siria. Entre los 42 fallecidos se encuentran el jefe de la Inteligencia, el coronel Hasán Dabul, y el jefe de la división en Homs de las Fuerzas de Seguridad del Estado, el coronel Darwish, según la agencia de noticias oficial SANA.
Actualmente, la urbe está completamente en manos de las fuerzas gubernamentales, menos el barrio de Al Waer, que se encuentra rodeado por el Ejército. Por su parte, el Estado Islámico (ISIS) controla desde el pasado diciembre distintas áreas del este de la provincia de Homs, de la que la ciudad homónima es capital, y las fuerzas de Damasco luchan contra los yihadistas en esta región.
En los choques y explosiones en el cuartel atacado, al menos 30 personas murieron, mientras que otros 12 efectivos de la Policía perecieron en un segundo ataque contra una sede de los servicios secretos y de seguridad. En el segundo ataque, resultó herido el jefe de la Inteligencia civil, entre otros agentes.
La cifra de fallecidos ha sido proporcionada por la red de activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, mientras que la agencia oficial de noticias siria, Sana, eleva el balance a 50 muertos y 24 heridos.
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan De Mistura, ha advertido de que el atentado suicida múltiple que ha costado las vidas de al menos 42 personas en la ciudad de Homs tiene por objetivo hacer descarrilar las conversaciones de paz en Ginebra.
Desde primera hora de la mañana se escucharon disparos y explosiones en la ciudad de Homs, ubicada al norte de la capital, Damasco, y una de las más castigadas por la guerra.
Juan Carlos Sanz
Ginebra, El País
La violencia amenaza con sabotear la última iniciativa para la paz en Siria tras casi seis años de guerra. Los ataques en cadena registrados el sábado contra cuarteles estratégicos de la ciudad de Homs (centro-oeste del país) causaron al menos 42 muertos, entre ellos un responsable de la inteligencia militar. El embajador sirio ante la ONU, Bachar al Yafari, exigió en Ginebra a la oposición que condene las explosiones “si no quiere ser considerada cómplice del terrorismo”.
La nada velada amenaza del enviado del régimen de romper las conversaciones de paz en Ginebra deja una vez más en el aire la continuidad de un proceso de diálogo que arrancó el jueves con un simbólico acercamiento entre las partes. El mediador de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, logró sentar frente a frente a ambas partes por primera vez en tres años en la ceremonia de apertura de la cuarta ronda de diálogo desde 2012.
Una ola de ataques en Siria amenaza las negociaciones de paz de Ginebra
El eco de las explosiones por los atentados suicidas en Siria llegó con fuerza al Palacio de las Naciones de Ginebra, sede europea de la ONU. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ONG con una red de informadores sobre el terreno, detalló que al menos seis hombres armados que se identificaron como miembros del grupo yihadista Fatá el Sham o Frente para la Conquista del Levante —antes denominado Frente al Nusra (filial de Al Qaeda)— hicieron estallar los explosivos que portaban después de abrir fuego contra militares y policías.
Entre las víctimas de los ataques figuran el jefe de la inteligencia militar de Homs, coronel Hasan Dabul —considerado un hombre próximo al presidente Bachar el Asad— y el jefe de la división de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Homs, coronel Darwish, según informó la agencia de noticias oficial SANA. Homs, una de las ciudades más castigadas por la guerra, fue reconquistada por las fuerzas del régimen a finales de 2015 tras haberse convertido en feudo de la rebelión contra El Asad que estalló en 2011.
El enviado de la ONU De Mistura advirtió de que estos atentados tienen como objetivo torpedear el diálogo en Ginebra. “Cada vez que hay conversaciones, siempre hay alguien que intenta hacer descarrilar el proceso. Nos lo esperábamos”, admitió.
Las milicias del Estado Islámico y los grupos afiliados a Al Qaeda están excluidos del alto el fuego que rige desde el 30 de diciembre en Siria, y no son reconocidos como grupos rebeldes por la ONU. El ISIS se atribuyó el viernes la matanza de 77 civiles y combatientes rebeldes en la ciudad de El Bab (noreste), que le había sido arrebatada días antes por una coalición insurgente apadrinada por Turquía.
Temor a represalias
El delegado del régimen en las negociaciones fue contundente al anunciar “represalias” en respuesta a los ataques. “Las explosiones en Homs han sido un claro mensaje de los patrocinadores del terrorismo al proceso de Ginebra”, sostuvo Al Yafari antes de reunirse con De Mistura.
El jefe de filas del bloque opositor Alto Comité para las Negociaciones (HNC, en sus siglas inglesas), Nasser al Hariri, dijo que la posición de su grupo ha sido siempre de "condena al terrorismo", pero acuasó al Gobierno de intentar bloquear las negociaciones con el pretexto de los atentados. “Tememos que el régimen repita los ataques masivos de represalia, como ocurrió durante las negociaciones de 2016”, advirtió Bassma Kodmani, delegada de la plataforma rebelde en Ginebra.
Al menos 42 miembros de las fuerzas de seguridad sirias, entre ellos el jefe de la Inteligencia militar, murieron en ataques perpetrados por hoy hombres armados en la ciudad de Homs, en el oeste del país, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres. Entre las víctimas se encuentra el jefe de la Inteligencia militar. En el ataque han participado al menos seis terroristas suicidas, según el Observatorio. Fatá el Sham, un grupo yihadista que se escindió formalmente de Al Qaeda ha asumido el ataque en un mensaje en la red social Telegram.
El ataque de Homs ha sido iniciado por hasta seis terroristas suicidas que han hecho estallar sus cargas en las sedes de la Inteligencia siria. Entre los 42 fallecidos se encuentran el jefe de la Inteligencia, el coronel Hasán Dabul, y el jefe de la división en Homs de las Fuerzas de Seguridad del Estado, el coronel Darwish, según la agencia de noticias oficial SANA.
Actualmente, la urbe está completamente en manos de las fuerzas gubernamentales, menos el barrio de Al Waer, que se encuentra rodeado por el Ejército. Por su parte, el Estado Islámico (ISIS) controla desde el pasado diciembre distintas áreas del este de la provincia de Homs, de la que la ciudad homónima es capital, y las fuerzas de Damasco luchan contra los yihadistas en esta región.
En los choques y explosiones en el cuartel atacado, al menos 30 personas murieron, mientras que otros 12 efectivos de la Policía perecieron en un segundo ataque contra una sede de los servicios secretos y de seguridad. En el segundo ataque, resultó herido el jefe de la Inteligencia civil, entre otros agentes.
La cifra de fallecidos ha sido proporcionada por la red de activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, mientras que la agencia oficial de noticias siria, Sana, eleva el balance a 50 muertos y 24 heridos.
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan De Mistura, ha advertido de que el atentado suicida múltiple que ha costado las vidas de al menos 42 personas en la ciudad de Homs tiene por objetivo hacer descarrilar las conversaciones de paz en Ginebra.
Desde primera hora de la mañana se escucharon disparos y explosiones en la ciudad de Homs, ubicada al norte de la capital, Damasco, y una de las más castigadas por la guerra.