Sudamericano sub 20: Argentina ganó, recibió una ayuda y jugará el Mundial

Con un doblete de Lautaro Martínez superó 2-0 a Venezuela y como Brasil no pudo derrotar a Colombia el equipo de Ubeda se clasificó a la Copa del Mundo que se jugará en Corea del Sur.

Clarín
Tenía que ser así. Con sufrimiento. Con ayudas externas. Con lo justo. Sin nada que sobre y con angustia hasta el último minuto. Argentina jugará el Mundial Sub 20. Con los jugadores palpitando desde la tribuna cómo Brasil tiraba el enésimo centro al área pero no podía quebrar a Colombia. Y así el triunfo de primer turno alcanzaba. Así se tiraba nuevamente la mugre debajo de la alfombra y había algo para festejar. Para otro momento quedará el análisis del juego y el contexto en el que transitó este equipo argentino. Es tiempo de desahogo. La selección de Claudio Ubeda le ganó 2-0 a Venezuela y gracias a que Colombia resistió y aguantó el 0-0 ante Brasil, el equipo nacional logró uno de los cuatro pasajes a la Copa del Mundo que se jugará a mitad de año en Corea del Sur.


El último capítulo de esta historia de suspenso arrancó a primer turno con el tirunfo de Argentina ante Venezuela. Todo lo que no había podido hacer durante el Sudamericano lo tenía que hacer en el último partido. Ya no había margen, quedaba un hilo de esperanza y había que aferrarse. Para eso, el primer paso que debía dar el equipo de Claudio Ubeda era ganarle a Venezuela. Por cinco goles para no depender de nadie. O por una ventaja menor y esperar una ayuda de sus rivales que lo depositara en el mundial de Corea del Sur.

Fue 2-0. Y entonces había que aguardar para saber si se cumplía o no el objetivo que se planteó para este Sudamericano. Los goles de Lautaro Martínez sobre el final del primer tiempo ilusionaron al conjunto argentino, que buscó por todas partes pero no pudo completar la goleada que lo llevaba directamente a la Copa del Mundo.

El equipo de Ubeda salió con un esquema bien ofensivo y decidido a tratar de abrir rápido el marcador para tratar de gestar la goleada que necesitaba ante Venezuela . Pero la obligación no fue suficiente para maquillar los problemas que ya venía mostrando el equipo. No tiene conducción. No tiene elaboración de juego. Entonces hay que destacar la actitud, las ganas de ir a trabar la pelota con todo, los ataques directos con Mansilla o el Chelo Torres. Pero todo sin claridad, desprolijo, a los ponchazos.

Pero una ráfaga sobre el final del primer tiempo encendió la luz de esperanza. Para eso tuvo que aparecer el mejor jugador: Lautaro Martínez. El delantero de Racing demostró que el área es su lugar en el mundo. Primero definió cruzado un buen pase de Torres y tres minutos más tarde puso la cabeza para que la pelota se colara bombeada por encima del arquero Wilker Fariñez.

El segundo tiempo fue una extensión de ese buen cierre del primero. Tití Rodríguez se hizo dueño de la pelota y empezaron a llegar las chances. La más clara fue un cabezazo de Cristian Rodríguez a quemarropa que obligó a una atajada monumental de Fariñez.

Los ingresos de Conechny y Barco mejoraron la circulación de la pelota de mitad hacia adelante. Y todo se jugaba contra el arco venezolano.

Pero el equipo nacional falló en la puntada final: por falta de puntería o por mérito del arquero rival, no pudo estirar la ventaja y se fue del estadio Atahualpa con la incógnita sobre su futuro. Venezuela, en cambio, celebró su pasaje al Mundial.

Más tarde se completó la historia. A segundo turno, Colombia, que ya estaba eliminada, resistió el empate sin goles contra Brasil y le dio a la Argentina la ayuda que necesitaba para clasificarse. De yapa, los brasileños se quedaron con las manos vacías y no jugarán la Copa del Mundo.

El final de este cuento fue con los jugadores argentinos palpitando a puro nervio el final del partido de los colombianos. Trabando a la distancia, despejando cada pelota que caía al área como un jugador más. Hasta que llegó el ansiado pitazo final. Y una buena noticia para el Juvenil después de tantos tropiezos.

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