Sólo es rebote si el balón llega del mismo jugador, para el CTA
La circular considera involuntaria la mano “si el balón procede de un rebote de la pierna o del cuerpo del mismo jugador que lo disputa”.
As.com
La circular remitida por el Comité Técnico de Árbitros a los colegiados sobre las infracciones cometidas con la mano y que invocó Fran Escribá en su protesta por el penalti cometido por Bruno en el partido frente al Real Madrid se refiere a la involuntariedad en caso de rebote si procede del propio infractor y no de un compañero.
La circular número 3, enviada a los colegiados al comienzo de la temporada 2015-2016, dice lo siguiente: “El uso de las manos en el juego del fútbol es una conducta antideportiva que la regla contempla como infracción cuando estas son deliberadas y tienden a dañar los intereses del adversario. Deberá amonestar a un jugador cuando evite un pase al adversario, cuando marque un gol al adversario o lo intente o cuando la mano intercepte un balón que vaya en dirección a puerta. Amonestará igualmente al jugador que mediante una argucia se fabrique una jugada final de ataque. Expulsará a todo jugador que mediante el uso de las manos de forma deliberada evite un gol del adversario. No se considerará mano deliberada cuando un jugador toque el balón con la mano de forma accidental si el balón procede de un rebote de la pierna o del cuerpo del mismo jugador que lo disputa”.
El texto, pues, no hace referencia al rebote procedente de un golpeo de un compañero. Esta circular precisa una de la temporada anterior sobre el mismo asunto, en el que se señalaba que “el rebote debe ser considerado por sí mismo, como principio excluyente de una infracción voluntaria de jugar al fútbol con la mano, siempre que el árbitro aprecie falta de voluntad del jugador de jugar el balón con el brazo o la mano”. Al considerar confusa su redacción, el Comité elaboró la otra circular un año más tarde.
Fran Escribá explicó que en sus charlas los colegiados hablaban de involuntariedad en todos los casos en que la pelota golpee en la mano de un jugador producto de un rebote.
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La circular remitida por el Comité Técnico de Árbitros a los colegiados sobre las infracciones cometidas con la mano y que invocó Fran Escribá en su protesta por el penalti cometido por Bruno en el partido frente al Real Madrid se refiere a la involuntariedad en caso de rebote si procede del propio infractor y no de un compañero.
La circular número 3, enviada a los colegiados al comienzo de la temporada 2015-2016, dice lo siguiente: “El uso de las manos en el juego del fútbol es una conducta antideportiva que la regla contempla como infracción cuando estas son deliberadas y tienden a dañar los intereses del adversario. Deberá amonestar a un jugador cuando evite un pase al adversario, cuando marque un gol al adversario o lo intente o cuando la mano intercepte un balón que vaya en dirección a puerta. Amonestará igualmente al jugador que mediante una argucia se fabrique una jugada final de ataque. Expulsará a todo jugador que mediante el uso de las manos de forma deliberada evite un gol del adversario. No se considerará mano deliberada cuando un jugador toque el balón con la mano de forma accidental si el balón procede de un rebote de la pierna o del cuerpo del mismo jugador que lo disputa”.
El texto, pues, no hace referencia al rebote procedente de un golpeo de un compañero. Esta circular precisa una de la temporada anterior sobre el mismo asunto, en el que se señalaba que “el rebote debe ser considerado por sí mismo, como principio excluyente de una infracción voluntaria de jugar al fútbol con la mano, siempre que el árbitro aprecie falta de voluntad del jugador de jugar el balón con el brazo o la mano”. Al considerar confusa su redacción, el Comité elaboró la otra circular un año más tarde.
Fran Escribá explicó que en sus charlas los colegiados hablaban de involuntariedad en todos los casos en que la pelota golpee en la mano de un jugador producto de un rebote.