Romero dice que Guerrero hace política
Jesús Reynaldo Alanoca Paco
El Deber
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, observa un accionar político detrás de las críticas que le hizo el fiscal general, Ramiro Guerrero. El caso Rodolfo Illanes confronta nuevamente a ambas autoridades.
“Yo no voy a entrar en su juego, creo que sus declaraciones tienen un tono netamente político y yo no voy a entrar a eso”, afirmó el titular.
El mandamás del Ministerio Público puso en duda la competencia de Romero para garantizar la seguridad de la población e incluso lo relacionó con Jorge Tuto Quiroga, que en días pasados también criticó la labor de los fiscales.
“Con razón anda mal la seguridad del país”, sostuvo Guerrero, ante la reacción “tardía” del ministro frente a la imputación del coronel José Araníbar dentro de la investigación del asesinato de Illanes en Panduro.
Pese a las insistentes llamadas de EL DEBER, el fiscal no volvió a referirse a la polémica, que data de septiembre de 2016, cuando señaló que no se referiría a quien buscaba “ser candidato”, aludiendo a Romero, que en ese entonces debía declarar en el proceso.
Imputación de Araníbar
El comandante de la Policía boliviana, Rino Salazar, anticipó una defensa férrea de Araníbar, acusado de incumplimiento de deberes y negación de auxilio. A su juicio, el ex titular departamental del verde olivo en La Paz solo cumplió su labor constitucional durante el conflicto cooperativista.
“Institucionalmente apoyamos al coronel Araníbar y rechazamos la imputación de la cual es objeto”, señaló e informó que el excomandante permanece dentro del escalafón de esa institución, por lo que el Ministerio Público no puede pedir su detención preventiva, alegando que no tiene una fuente laboral.
Salazar además pidió “informarse” al fiscal general antes de criticar la labor policial en materia de seguridad ciudadana. “Uno de los factores que genera inseguridad es que los delincuentes logran beneficiarse con libertad y siguen delinquiendo”, detalló el comandante
El Deber
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, observa un accionar político detrás de las críticas que le hizo el fiscal general, Ramiro Guerrero. El caso Rodolfo Illanes confronta nuevamente a ambas autoridades.
“Yo no voy a entrar en su juego, creo que sus declaraciones tienen un tono netamente político y yo no voy a entrar a eso”, afirmó el titular.
El mandamás del Ministerio Público puso en duda la competencia de Romero para garantizar la seguridad de la población e incluso lo relacionó con Jorge Tuto Quiroga, que en días pasados también criticó la labor de los fiscales.
“Con razón anda mal la seguridad del país”, sostuvo Guerrero, ante la reacción “tardía” del ministro frente a la imputación del coronel José Araníbar dentro de la investigación del asesinato de Illanes en Panduro.
Pese a las insistentes llamadas de EL DEBER, el fiscal no volvió a referirse a la polémica, que data de septiembre de 2016, cuando señaló que no se referiría a quien buscaba “ser candidato”, aludiendo a Romero, que en ese entonces debía declarar en el proceso.
Imputación de Araníbar
El comandante de la Policía boliviana, Rino Salazar, anticipó una defensa férrea de Araníbar, acusado de incumplimiento de deberes y negación de auxilio. A su juicio, el ex titular departamental del verde olivo en La Paz solo cumplió su labor constitucional durante el conflicto cooperativista.
“Institucionalmente apoyamos al coronel Araníbar y rechazamos la imputación de la cual es objeto”, señaló e informó que el excomandante permanece dentro del escalafón de esa institución, por lo que el Ministerio Público no puede pedir su detención preventiva, alegando que no tiene una fuente laboral.
Salazar además pidió “informarse” al fiscal general antes de criticar la labor policial en materia de seguridad ciudadana. “Uno de los factores que genera inseguridad es que los delincuentes logran beneficiarse con libertad y siguen delinquiendo”, detalló el comandante