Policía patrulla calles de Achacachi y vecinos mantienen vigilia
El temor por el rebrote de hechos de violencia persiste en Achacachi. Un contingente policial patrulla las calles del poblado mientras que los vecinos mantienen una vigilia permanente para resguardar sus inmuebles. Aún no hay solución.
La Razón Digital / Rubén Ariñez / La Paz
Tras los vandálicos hechos del martes y miércoles, un contingente Policial que fue enviado a Achacachi patrulla sus calles con el fin de evitar un rebrote de la violencia. Los vecinos de la capital permanecen en estado de emergencia y sostienen una vigilia, sobre todo en la plaza, lugar en el que se encuentra la Alcaldía, motivo del conflicto.
“ La Policía Boliviana está haciendo patrullaje en la plaza principal cada media hora o una hora”, informó Radio Aymara, medio que emite su señal desde el lugar.
Aún existe temor en los vecinos de la localidad que se sitúa a 92,3 kilómetros de La Paz, después de la tensión que cobró su punto más mal alto el miércoles, cuando unos 3.000 ponchos rojos de Warisata, un cantón vecino, saquearon tiendas de comercio, apedrearon inmuebles y quemaron la casa de un dirigente vecinal.
La respuesta fue la quema de un minibús de propiedad del alcalde Édgar Ramos, quien ahora es la manzana de la discordia.
Los ponchos rojos respaldan a Ramos y su gestión, mientras que los vecinos del poblado lo acusan de malversación de fondos.
El representante de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos Distrital de Omasuyos, Jhonny Casas, recordó el jueves que hay viejas rencillas entre Warisata y Achacachi.
“ Esto se veía en los años 80, cuando habían saqueos en Achacachi”, para concretar el anhelo de la comunidad vecina de convertirse en capital del municipio o consolidarse en otro, recordó.
Justamente la mañana del jueves los comunarios de los 13 cantones del municipio, en un cabildo efectuado en Warisata, ratificaron su apoyo al alcalde y reiteraron su decisión de que la Alcaldía se traslade a ese poblado.
"La pacificación que regresó el jueves al municipio de Achacachi será garantizado con el patrullaje preventivo del contingente policial que permanecerá en esa ciudad, después de jornadas de violencia y desazón", informó el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, según la estatal ABI.
Los vecinos de la capital, que vive fundamentalmente del comercio, rechazan la postura. Otro cabildo vecinal realizado el jueves en la plaza del pueblo determinó una vigilia permanente para resguardar los documentos ediles que yacen bajo llave en el edificio.
Ramos, que representa al Movimiento Al Socialismo (MAS), había denunciado que opositores a su gobierno, entre ellos el gobernador de La Paz Félix Patzi, urdieron un plan golpista. Una tesis que fue apoyada por el propio ministro de Gobierno, Carlos Romero.
El edil de Achacachi llegó a acusar a Patzi de liderar los violentos hechos en persona.
Este viernes, en un contacto con la radio Líder de la Gobernación, la autoridad departamental descartó ese extremo y advirtió de una acción de difamación y calumnia.
“ El lunes yo estaba en La Paz, inclusive he tenido una reunión protocolar con el nuevo embajador de Perú. Hay testificaciones. No podemos calumniar fácilmente”, sostuvo.
Paralela a esa denuncia, surgió otra que da cuenta de que fue Ramos quien, vestido de mujer, identificó los domicilios que debían apedrear los ponchos rojos. Este medio intento comunicarse con la autoridad sin éxito.
Tras los vandálicos hechos del martes y miércoles, un contingente Policial que fue enviado a Achacachi patrulla sus calles con el fin de evitar un rebrote de la violencia. Los vecinos de la capital permanecen en estado de emergencia y sostienen una vigilia, sobre todo en la plaza, lugar en el que se encuentra la Alcaldía, motivo del conflicto.
“ La Policía Boliviana está haciendo patrullaje en la plaza principal cada media hora o una hora”, informó Radio Aymara, medio que emite su señal desde el lugar.
Aún existe temor en los vecinos de la localidad que se sitúa a 92,3 kilómetros de La Paz, después de la tensión que cobró su punto más mal alto el miércoles, cuando unos 3.000 ponchos rojos de Warisata, un cantón vecino, saquearon tiendas de comercio, apedrearon inmuebles y quemaron la casa de un dirigente vecinal.
La respuesta fue la quema de un minibús de propiedad del alcalde Édgar Ramos, quien ahora es la manzana de la discordia.
Los ponchos rojos respaldan a Ramos y su gestión, mientras que los vecinos del poblado lo acusan de malversación de fondos.
El representante de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos Distrital de Omasuyos, Jhonny Casas, recordó el jueves que hay viejas rencillas entre Warisata y Achacachi.
“ Esto se veía en los años 80, cuando habían saqueos en Achacachi”, para concretar el anhelo de la comunidad vecina de convertirse en capital del municipio o consolidarse en otro, recordó.
Justamente la mañana del jueves los comunarios de los 13 cantones del municipio, en un cabildo efectuado en Warisata, ratificaron su apoyo al alcalde y reiteraron su decisión de que la Alcaldía se traslade a ese poblado.
"La pacificación que regresó el jueves al municipio de Achacachi será garantizado con el patrullaje preventivo del contingente policial que permanecerá en esa ciudad, después de jornadas de violencia y desazón", informó el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, según la estatal ABI.
Los vecinos de la capital, que vive fundamentalmente del comercio, rechazan la postura. Otro cabildo vecinal realizado el jueves en la plaza del pueblo determinó una vigilia permanente para resguardar los documentos ediles que yacen bajo llave en el edificio.
Ramos, que representa al Movimiento Al Socialismo (MAS), había denunciado que opositores a su gobierno, entre ellos el gobernador de La Paz Félix Patzi, urdieron un plan golpista. Una tesis que fue apoyada por el propio ministro de Gobierno, Carlos Romero.
El edil de Achacachi llegó a acusar a Patzi de liderar los violentos hechos en persona.
Este viernes, en un contacto con la radio Líder de la Gobernación, la autoridad departamental descartó ese extremo y advirtió de una acción de difamación y calumnia.
“ El lunes yo estaba en La Paz, inclusive he tenido una reunión protocolar con el nuevo embajador de Perú. Hay testificaciones. No podemos calumniar fácilmente”, sostuvo.
Paralela a esa denuncia, surgió otra que da cuenta de que fue Ramos quien, vestido de mujer, identificó los domicilios que debían apedrear los ponchos rojos. Este medio intento comunicarse con la autoridad sin éxito.
