"No veo un líder latinoamericano capaz de inspirar y unir a la región" ante Trump: José Ramos-Horta, Nobel de la Paz
Colombia, BBC
A José Ramos-Horta se le hace duro el jet-lag, pero no deja de responder con conciencia, reflexionando, a la entrevista. Está en Bogotá por unos días, para la 16º Cumbre de Premios Nobel de Paz.
Sobre la mesa, en su hotel, hay un "balígrafo", mezcla de bala y bolígrafo (ver imagen al final de esta nota), un invento del gobierno colombiano para promover el acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)."Es una buena idea", dice, "Es bastante simbólico, pero no lo llevaré en el equipaje de mano cuando vuele".
Hoy en día hablar de aeropuertos y seguridad hace pensar automáticamente en los Estados Unidos liderados por Donald Trump, un presidente que no termina de dejar tranquilo a Ramos-Horta, premio nobel de paz 1996 por su rol de su país, Timor Oriental, en recuperar su territorio de manos de Indonesia.
A José Ramos-Horta se le hace duro el jet-lag, pero no deja de responder con conciencia, reflexionando, a la entrevista. Está en Bogotá por unos días, para la 16º Cumbre de Premios Nobel de Paz.
Sobre la mesa, en su hotel, hay un "balígrafo", mezcla de bala y bolígrafo (ver imagen al final de esta nota), un invento del gobierno colombiano para promover el acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)."Es una buena idea", dice, "Es bastante simbólico, pero no lo llevaré en el equipaje de mano cuando vuele".
Hoy en día hablar de aeropuertos y seguridad hace pensar automáticamente en los Estados Unidos liderados por Donald Trump, un presidente que no termina de dejar tranquilo a Ramos-Horta, premio nobel de paz 1996 por su rol de su país, Timor Oriental, en recuperar su territorio de manos de Indonesia.
Hablando precisamente de Donald Trump comienza esta entrevista de BBC Mundo con el ex primer ministro y expresidente de Timor Oriental y miembro del Club de Madrid, institución que reúne a varios líderes globales.
Antes de las elecciones usted dijo que le preocuparía un triunfo de Donald Trump. Él ganó y está gobernando, ¿cómo ve las cosas ahora?
Siento lo mismo que muchos en EE.UU. y en el mundo: incredulidad, una gran preocupación con su estilo de gobierno vía Twitter, vía órdenes ejecutivas, muy diferente de los otros presidentes de EE.UU. que hemos conocido.
Cuando el presidente de EE.UU. emite una orden ejecutiva que pone en la mira a grupos étnicos o religiosos específicos para prohibirles la entrada a EE.UU., incluso gente con vínculos familiares con EE.UU. o cuando el presidente de EE.UU. en vez de defender y promover la integración en Europa y el fortalecimiento de la OTAN hace lo opuesto, incita a otros países de Europa a seguir el camino de Reino Unido, a dejar la Unión Europea, eso es inédito en cualquier líder del mundo.
No se escuchaba ni siquiera a Hugo Chávez o Fidel Castro pedirle a otros países latinoamericanos que dejen la Organización de Estados Americanos, dominada por EE.UU.
Mirando hacia adelante, ¿qué es lo que más le preocupa de la presidencia de Trump?
Soy un admirador de Estados Unidos, creo que EE.UU. siendo la única superpotencia del mundo, a la vez económica, financiera y militarmente, ha sido un factor de estabilidad o inestabilidad a lo largo de la historia.
Y nos guste o no, al ser tan poderoso sus políticos tienen un impacto sobre la vida de muchas personas alrededor del mundo.
Un tuit del presidente de EE.UU. puede causar el colapso del mercado de valores, el desplome del dólar o de una empresa o afectar la economía de muchos países.
¿Ve un fenómeno de nacionalismo, de cerrazón de los países hacia adentro, entre otros representado por Trump con su eslogan "Estados Unidos primero"?
El presidente Trump es un empresario, se dedica a bienes raíces, es dueño de hoteles, tiene intereses económico-financieros alrededor del mundo, así que no es precisamente un empresario que invierte y hace negocios 100% dentro de EE.UU.
Él mismo ha sido alguien que mira hacia afuera en sus inversiones, en sus intereses económicos. Así que presumo que sigue interesado en mantener este alcance global que es benéfico para su imperio económico.
Siempre estuvo abierto al mundo, así que que la idea de un EE.UU. cerrado sobre sí mismo siempre fue un sinsentido, porque nunca fue así, la naturaleza del poder estadounidense tiene que ver con la expansión de su esfera de influencia.
¿Va a cerrar EE.UU. sus bases alrededor del mundo? ¿Va a desmantelar sus flotas de la armada que están ahí para proteger corredores marítimos utilizados por compañías estadounidenses?
¿Le preocupa que se llegue a una situación de guerra?
Mire a Irán. El presidente Trump está absolutamente en la misma frecuencia que el primer ministro de Israel (Benjamin Netanyahu). La extrema arrogancia de Netanyahu ahora tiene carta blanca de EE.UU., algo que puede tener consecuencias impredecibles.
No sabemos qué puede pasar, pero es muy preocupante para muchos en Medio Oriente y Europa que pueda haber una escalada entre Israel e Irán, entre EE.UU. e Irán.
Si EE.UU. lleva adelante los planteos de sus nuevos funcionarios de Defensa, que sugieren que detendrán navíos chinos para que no puedan llegar a sus bases en el Mar de China Meridional, bueno...
¿Ve un posible riesgo de confrontación con China?
Sí, hay un riesgo, porque China no se echará atrás en sus reclamos de soberanía sobre el Mar de China Meridional. Más allá de si tiene razón o no bajo el derecho internacional, el hecho es que tiene instalaciones allí; y no son los únicos, Vietnam también tiene instalaciones militares en algunas áreas.
Le garantizo que los líderes de Asia, por más sospechosos que sean de China o que teman su creciente influencia en la región, no quieren ver una escalada de tensiones o una confrontación entre China y EE.UU. en la zona del Mar de China Meridional o en cualquier lugar de la región que afecte la estabilidad y las economías de los países de ese área, y de todo el mundo.
¿En términos de geopolítica a quién beneficia más la presidencia de Trump?
El único país que parece tener un descanso es Rusia y (el presidente Vladimir) Putin, ya que Trump parece tener más simpatía por Rusia. No veo ningún otro país que pueda estar más feliz hoy con el gobierno de EE.UU.
¿Qué cree que le espera a América Latina?
El problema más inmediato tiene que ver con México, por razones obvias: comparten una frontera y esa frontera ha sido motivo de fricciones por muchos años. En el pasado diferentes gobiernos cooperaron con México para atacar problemas de seguridad, como el crimen organizado en las ciudades fronterizas o el crimen organizado de que pasaba de México a EE.UU.
Pero cualquier deterioro de las relaciones entre EE.UU. y México, como el abandono del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), tendrá severas consecuencias en la economía mexicana, lo que a la vez afectará a América Central y podría volver a encender un sentimiento antiestadounidense en América Latina, una nueva ola de sentimiento antiestadounidense.
Un país que podría beneficiarse de esto es China, que ya ha mostrado un fuerte interés en fortalecer las relaciones con América Latina. Durante varios años muchos países latinoamericanos han estado pensando en expandir sus relaciones con China. El comercio entre Brasil y China se incrementó en forma significativa en los últimos años.
Y la China actual no es la misma de hace 50 años, hoy tiene más liquidez que EE.UU., la economía estadounidense está en parte financiada por China.
En términos geopolíticos China ganará más influencia más allá de lo que apenas era imaginable hace pocos años.
¿Cómo evalúa la reacción de los líderes latinoamericanos respecto al modo que Trump está llevando la relación con México?
Hay miedo, preocupación, indignación.
¿No deberían haber salido a responder con más fuerza?
No. Creo que todos están intentando mantener la cabeza fría, de no sobrereaccionar. Y tienen razón en ser prudentes.
Esperemos que en Washington convenzan al presidente Trump que desacelere, que sea más respetuoso de México y los países latinoamericanos.
¿Hacen lo correcto los países de América Latina en interactuar uno a uno con EE.UU. o sería mejor que lo hicieran en bloque?
Definitivamente una región unificada, con una visión, una agenda, una estrategia común, sería mejor. Pero todavía hay que ver si en América Latina existe un liderazgo capaz de unir al continente.
¿Ve a alguien que pudiera hacerlo?
No se ve un solo líder latinoamericano que pueda inspirar, movilizar a los latinoamericanos a unirse y manejar las relaciones con el coloso del norte desde una posición de relativa fuerza.
¿Podría Hugo Chávez haber sido esa figura?
No. Hugo Chávez manejó mal la economía de su país y tuvo muy mala relación con EE.UU., especialmente con George W. Bush. Yo personalmente nunca simpaticé con la forma en que Hugo Chávez manejaba las relaciones de Estado, especialmente con EE.UU.