Los turcos decidirán en abril si conceden más poder a Erdogan
La comisión electoral fija el 16 de abril como fecha del referéndum en el que Turquía decidirá si cambia su sistema parlamentario por un régimen presidencialista
Andrés Mourenza
Estambul, El País
Algo más de 55 millones de electores turcos decidirán si otorgan nuevos poderes al actual presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el próximo día 16 de abril. Según anunció este sábado la Comisión Electoral Suprema esa será la fecha en que tendrá lugar el referéndum en el que la ciudadanía dará su visto bueno –o no- a la reforma constitucional que pretende transformará el actual sistema parlamentario del país euroasiático en un régimen presidencialista.
Los islamistas del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002, defienden la necesidad del nuevo sistema en aras de una mayor estabilidad, pero a pocos en Turquía escapa que el verdadero promotor del cambio es Erdogan, que no acepta el carácter protocolario de su puesto como jefe de Estado y quiere legalizar la actual situación, en la que el primer ministro, Binali Yildirim, se ha convertido en una mera correa de transmisión de las decisiones tomadas en la Presidencia de la República. Si los turcos se decantan por el Sí, la próxima legislatura desaparecerá el puesto de primer ministro y la jefatura de Estado será también la de Gobierno, pero además, según denuncia la oposición, el presidente gozará de numerosas competencias para gobernar por decreto, declarar el Estado de emergencia y elegir a la cúpula del aparato judicial. Además, las atribuciones del Parlamento como contrapeso del Ejecutivo quedarán reducidas.
Erdogan, que ya el viernes ratificó la modificación constitucional aprobada por el Parlamento a finales de enero, definió el sábado el nuevo sistema como “la solución más apropiada para Turquía y los problemas que durante siglos ha sufrido el pueblo turco”.
Aunque hasta ahora no había sido declarada la fecha oficial del plebiscito, hace semanas que los partidos políticos han comenzado de forma oficiosa la campaña electoral. A los islamistas del AKP, les apoyarán en la campaña del Sí los ultranacionalistas del Partido de Acción Nacionalista (MHP), cuarta fuerza parlamentaria y la que aportó a la bancada oficialista los diputados necesarios para aprobar el cambio constitucional en el hemiciclo. Sin embargo, la mayor duda en relación con el referéndum será lo que haga el electorado del MHP ya que algunas facciones de este partido se han declarado contrarias a la reforma presidencialista.
Los partidos que encabezarán la campaña del No serán los socialdemócratas del Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal formación opositora, y la izquierda prokurda del Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), cuyos líderes y una decena de sus 59 diputados están encarcelados en espera de juicio.
En una rueda de prensa junto a una delegación del partido alemán Die Linke (La Izquierda) el viernes, la diputada del HDP Filiz Kerestecioglu denunció que “no se dan condiciones para celebrar el referéndum en libertad” puesto que Turquía continúa bajo las leyes del estado de emergencia decretado tras el fallido golpe de estado del año pasado y el Gobierno ha depuesto a varias decenas de alcaldes kurdos para sustituirlos por interventores próximos a los islamistas. “El Estado utilizará todas sus prerrogativas para hacer que gane el Sí, pero confío en que la gente vote en conciencia y se rebele”, afirmó la parlamentaria, mientras el colíder de la formación alemana, Bernd Riexinger, instó a diferentes organismos internacionales a enviar delegaciones a Turquía para que vigilen la limpieza del proceso.
Andrés Mourenza
Estambul, El País
Algo más de 55 millones de electores turcos decidirán si otorgan nuevos poderes al actual presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el próximo día 16 de abril. Según anunció este sábado la Comisión Electoral Suprema esa será la fecha en que tendrá lugar el referéndum en el que la ciudadanía dará su visto bueno –o no- a la reforma constitucional que pretende transformará el actual sistema parlamentario del país euroasiático en un régimen presidencialista.
Los islamistas del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002, defienden la necesidad del nuevo sistema en aras de una mayor estabilidad, pero a pocos en Turquía escapa que el verdadero promotor del cambio es Erdogan, que no acepta el carácter protocolario de su puesto como jefe de Estado y quiere legalizar la actual situación, en la que el primer ministro, Binali Yildirim, se ha convertido en una mera correa de transmisión de las decisiones tomadas en la Presidencia de la República. Si los turcos se decantan por el Sí, la próxima legislatura desaparecerá el puesto de primer ministro y la jefatura de Estado será también la de Gobierno, pero además, según denuncia la oposición, el presidente gozará de numerosas competencias para gobernar por decreto, declarar el Estado de emergencia y elegir a la cúpula del aparato judicial. Además, las atribuciones del Parlamento como contrapeso del Ejecutivo quedarán reducidas.
Erdogan, que ya el viernes ratificó la modificación constitucional aprobada por el Parlamento a finales de enero, definió el sábado el nuevo sistema como “la solución más apropiada para Turquía y los problemas que durante siglos ha sufrido el pueblo turco”.
Aunque hasta ahora no había sido declarada la fecha oficial del plebiscito, hace semanas que los partidos políticos han comenzado de forma oficiosa la campaña electoral. A los islamistas del AKP, les apoyarán en la campaña del Sí los ultranacionalistas del Partido de Acción Nacionalista (MHP), cuarta fuerza parlamentaria y la que aportó a la bancada oficialista los diputados necesarios para aprobar el cambio constitucional en el hemiciclo. Sin embargo, la mayor duda en relación con el referéndum será lo que haga el electorado del MHP ya que algunas facciones de este partido se han declarado contrarias a la reforma presidencialista.
Los partidos que encabezarán la campaña del No serán los socialdemócratas del Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal formación opositora, y la izquierda prokurda del Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), cuyos líderes y una decena de sus 59 diputados están encarcelados en espera de juicio.
En una rueda de prensa junto a una delegación del partido alemán Die Linke (La Izquierda) el viernes, la diputada del HDP Filiz Kerestecioglu denunció que “no se dan condiciones para celebrar el referéndum en libertad” puesto que Turquía continúa bajo las leyes del estado de emergencia decretado tras el fallido golpe de estado del año pasado y el Gobierno ha depuesto a varias decenas de alcaldes kurdos para sustituirlos por interventores próximos a los islamistas. “El Estado utilizará todas sus prerrogativas para hacer que gane el Sí, pero confío en que la gente vote en conciencia y se rebele”, afirmó la parlamentaria, mientras el colíder de la formación alemana, Bernd Riexinger, instó a diferentes organismos internacionales a enviar delegaciones a Turquía para que vigilen la limpieza del proceso.