La Policía detiene al ex novio de una de las víctimas. Hay otras dos adolescentes en grave estado.

Federico Rivas Molina
Buenos Aires, El País
A sangre fría y por la espalda. Así fue el último caso de feminicidio que, una vez más, conmociona a Argentina, un país que se ha habituado a crímenes machistas cada vez más violentos. Esta vez ocurrió en Florencio Varela, un municipio popular del extrarradio sur de Buenos Aires. Cuatro amigas, todas menores de edad, salían de una disco cuando fueron interceptadas por un hombre que les disparó a quemarropa. Dos de ellas murieron en el lugar y otras dos están graves. Horas después la policía detuvo a Luis Esteban Weiman, un guardia de seguridad privada de 36 años, principal sospechoso del ataque. Una de las chicas muertas, Denise Daiana Juárez, de 17 años, fue novia del detenido hasta hace sólo tres meses. La joven recibió 9 disparos y su mejor amiga, Sabrina Barrientos, de 15 años, otros seis balazos.


El hecho ha conmocionado a Florencio Varela, donde sorprendió la saña del asesino. La policía encontró en el lugar seis cartuchos intactos y once vainas entre los charcos de sangre de las jóvenes. Los cuerpos de las asesindadas quedaron tendidos sobre el asfalto durante varias horas, pendientes de las pericias. Minutos antes, las cuatro amigas había consultado el costo de un viaje en remis hasta un barrio alejado, pero les pareció demasiado caro y decidieron irse a pie hasta la parada del autobús. "Instantes después nosotros escuchamos la balacera. Salimos y las vimos tiradas en la calle. Una de ellas quería gritar pero tenía un balazo en la garganta. Fue un horror", dijo uno de los empleados de la remisería.

Por la tarde, la policía detuvo en su casa a Weiman, acusado de doble asesinato y lesiones graves. En un comunicado oficial, el ministerio de Seguridad informó de que el hombre trabaja como empleado de seguridad y portaba armas. Confirmaron también el hallazgo de seis cartuchos de balas 9 milímetros, del mismo tipo con los que fueron atacadas las cuatro jóvenes.

La violencia machista no cede en Argentina, donde es asesinada una mujer cada 30 horas. La sociedad ha realizado movilizaciones multitudinarias contra la violencia machista en los dos últimos años, alarmada por feminicidios muy violentos como el de Lucía Pérez, una adolescente de 16 años que fue violada en grupo y empalada hasta la muerte, y el de Chiara Páez, de 14 años, asesinada por su novio, del que esperaba un bebé, y enterrada en el jardín de los abuelos del homicida. Erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres formará parte de las reivindicaciones del paro de mujeres que se celebrará el próximo 8 de marzo en Argentina, en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

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