La Champions está de vuelta: así llegan Barça y Real Madrid

Mario Cortegana
As
Pasados 68 días desde el último partido de Champions, y a uno de que regrese, se puede dar por acabado el largo y tedioso parón que cada año vacía el calendario del fútbol de más quilates. Ya está de vuelta, con la misma mística y magia de siempre, pero con variaciones respecto a cómo se fue: en el lapso entre diciembre y febrero, más de uno ha pasado de Caperucita a Lobo.


Mientras las parejas terminan de reñir y debatirse entre la cena romántica o la futbolera en San Valentín, el Barça tendrá que vérselas este 14 de febrero con un PSG que ha empezado a sugerir lo que su entrenador ha venido perfilando en su mente. En el Parque de los Príncipes, estadio de categoría, sobrará cualquier carantoña: se espera un juego con batalla táctica en las pizarras de Emery y Luis Enrique y exigencia técnica y física en el campo, donde hace tiempo que Messi se convirtió en la peor pesadilla del míster vasco.

Si el Barça cerró una clasificación casi inmaculada, con un único tropiezo, ante el City en el Etihad, el PSG brilló menos, clasificándose como segundo de grupo tras ser incapaz de vencer al Arsenal (dos empates) y tropezar en la última jornada en casa frente al Ludogorets (2-2). Desde aquellas tablas, ha jugado 14 partidos, con 11 triunfos, dos empates y una derrota.

La crítica ya le ve en combustión, a punto para la gran cita del año. En ella, contra un Barcelona que desde el cierre de la fase de grupos en Europa ha conseguido un sitio en la final de Copa y se ha mantenido en las mismas en LaLIga, no faltarán un Cavani a un nivel extraordinario ni Draxler, que ha desechado el tiempo de adaptación de cortesía para hacer la diferencia y rescatar al mejor Di María: más madera para el quinto equipo en remates del torneo.

Tras el Barça, correrá el turno y saldrá a escena el Madrid, cuya primera ronda dejó que desear: no sólo fue segundo, sino que sus apariciones se repartieron en tres victorias (dos conseguidas en el descuento y en el 87', respectivamente) y otros tantos empates (uno de ellos, en casa del Legia, consumado en el 84'). Ni que decir tiene, y un vistazo a su historia puede probarlo con creces, que los blancos no necesitan buenas sensaciones, y casi tampoco resultados, para acabar besando otra orejona.

El miércoles tendrá en frente a un Nápoles con vuelo de cohete: lleva sin perder 18 partidos y, desde que acabó su participación en los grupos, ha solventado sus 11 encuentros con nueve triunfos y dos empates, a razón de 3,18 goles a favor y 1,09 en contra de media.

Los de Zidane, entretanto, han levantado el Mundial de Clubes, llevado su racha de partidos invictos hasta los 40, mantenido el liderato liguero (cinco victorias y una derrota) y quedado KO en Copa. Pero el próximo envite en el Bernabéu son palabras mayores. Bien lo sabe Bale, que sigue olvidando la fecha prevista para su retorno con la intención de, como adelantó AS, tener mucho que ver en él.

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