El Milán gana con nueve gracias a una asistencia de Deulofeu
El Milán gana con nueve gracias a una asistencia de Deulofeu
Mirko Calemme
As
Tras una horrible racha de cuatro derrotas consecutivas entre Copa Italia y Serie A, el Milán volvió a levantarse después de un partido que parecía ya perdido. Lo hizo gracias a un enorme Gerard Deulofeu, nuevo héroe de los rossoneri: el español con una inmensa jugada personal, sirvió a Pasalic un balón de oro que solo tuvo que ser empujado entre palos para conseguir el 0-1 decisivo ante el Bolonia en el Dall'Ara.
Una noche que había empezado fatal para los milaneses: en el 30' se lesionó Romagnoli y tuvo que abandonar el partido, seis minutos después Paletta fue expulsado por doble amarilla debido a una falta en el límite de su área sobre Dzemaili. La situación empeoró en la reanudación, cuando también Kucka, por una patada a Nagy, vio su segunda amonestación y dejó a los suyos con nueve.
Los de Donadoni, no obstante, no aprovecharon su enorme ventaja numérica, que aumentó cuando Poli, en el 80', se quedó en el campo cojeando por lesión con las tres sustituciones ya gastadas por Montella. Un gran Donnarumma dejó al Milán con vida, y antes del pitido final llegó la jugada que valió un triunfo vital. La firmó Deulofeu, que en la segunda mitad actuó de delantero centro, y en el 89' regateó a Maietta, le hizo un caño a Krafth y regaló a Pasalic la pelota del gol decisivo. Dos chiquillos (del '94 y '95) que, juntos con el jovencísimo meta Donnarumma (1999) le dieron al conjunto rossonero una victoria inolvidable (logradas con 'ocho jugadores y medio', comentó Montella) que le deja con vida en la lucha por los puestos de Europa.
Mirko Calemme
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Tras una horrible racha de cuatro derrotas consecutivas entre Copa Italia y Serie A, el Milán volvió a levantarse después de un partido que parecía ya perdido. Lo hizo gracias a un enorme Gerard Deulofeu, nuevo héroe de los rossoneri: el español con una inmensa jugada personal, sirvió a Pasalic un balón de oro que solo tuvo que ser empujado entre palos para conseguir el 0-1 decisivo ante el Bolonia en el Dall'Ara.
Una noche que había empezado fatal para los milaneses: en el 30' se lesionó Romagnoli y tuvo que abandonar el partido, seis minutos después Paletta fue expulsado por doble amarilla debido a una falta en el límite de su área sobre Dzemaili. La situación empeoró en la reanudación, cuando también Kucka, por una patada a Nagy, vio su segunda amonestación y dejó a los suyos con nueve.
Los de Donadoni, no obstante, no aprovecharon su enorme ventaja numérica, que aumentó cuando Poli, en el 80', se quedó en el campo cojeando por lesión con las tres sustituciones ya gastadas por Montella. Un gran Donnarumma dejó al Milán con vida, y antes del pitido final llegó la jugada que valió un triunfo vital. La firmó Deulofeu, que en la segunda mitad actuó de delantero centro, y en el 89' regateó a Maietta, le hizo un caño a Krafth y regaló a Pasalic la pelota del gol decisivo. Dos chiquillos (del '94 y '95) que, juntos con el jovencísimo meta Donnarumma (1999) le dieron al conjunto rossonero una victoria inolvidable (logradas con 'ocho jugadores y medio', comentó Montella) que le deja con vida en la lucha por los puestos de Europa.