El Dortmund se atasca en ataque y el Benfica lo aprovecha
Los alemanes fueron mejores, pero tras el descanso Mitroglou adelantó a los locales. Después siguió el asedio amarillo, Aubameyang erró un penalti.
Javier Martín
As
El Benfica ganó por un valioso 1-0 al Borussia de Dortmund, que falló numerosas de gol, entre ellas un penalti. No fue el día de Aubameyang y sí el del portero del equipo portugués, el brasileño Ederson, que paró todo lo que fue entre los palos.
Como suele ser costumbre con el Borussia de por medio, el partido comenzó a un ritmo trepidante y el Benfica entró al trapo. Por unos minutos fue un toma y daca, gracias sobre todo, por parte portuguesa, a su extremo Salvio, que rompía a la defensa por el lado derecho, aunque finalizaba mal.
Fueron apenas unos minutos; esa única vía de peligro pronto la cortó el Borussia y se adueñó del balón (62% de posesión) y de las oportunidades de gol. Primero fue Aubameyang, a los diez minutos, que falló delante de Ederson; pocos después fue Dembele, quien falló en el último metro y otra vez Aubameyang, en una indecisión de Ederson.
La buena noticia para el Benfica era que su portero seguía en el campo, porque en el minuto 40 le arreó un patadón a Dembélé en una mala salida del área, pero el árbitro dijo que no era nada. Hace tres días, hizo lo mismo en la liga portuguesa y fue expulsado.
El empate a cero a final de la primera parte era un buen resultado para el Benfica, que se limitó a resistir en los minutos finales, y sin la mordiente inicial del ataque.
Pero gana quien marca, y ese fue el Benfica, a los tres minutos de la reanudación, y en un córner. Hace tiempo que los equipo alemanes dejaron de ser murallas aéreas, ahora son incluso débiles, como demostró primero Luisão, que se adelantó a los defensa, y luego Mitroglou que aprovechó su primera y única ocasión para llevar el balón a la red. En su primera ocasión, gol del griego, en un partido en que estuvo siempre luchando en solitario, pues su pareja, el goleador Jonas, ni siquiera fue convocado, otra vez lesionado.
Con esa ventaja inesperada, Rui Vitória decidió reforzar su centro del campo, controlar el partido y llegar con esa ventaja mínima pero jugosa al partido de vuelta. Lo consiguió, pero gracias a su portero Ederson, que en este tiempo sí justificó su buena fama con tres grandes intervenciones, una de ellas a un penalti de Aubameyang. Solo el portero brasileño pudo contener las oleadas del equipo alemán, que no tuvo su día en los metros finales.
Javier Martín
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El Benfica ganó por un valioso 1-0 al Borussia de Dortmund, que falló numerosas de gol, entre ellas un penalti. No fue el día de Aubameyang y sí el del portero del equipo portugués, el brasileño Ederson, que paró todo lo que fue entre los palos.
Como suele ser costumbre con el Borussia de por medio, el partido comenzó a un ritmo trepidante y el Benfica entró al trapo. Por unos minutos fue un toma y daca, gracias sobre todo, por parte portuguesa, a su extremo Salvio, que rompía a la defensa por el lado derecho, aunque finalizaba mal.
Fueron apenas unos minutos; esa única vía de peligro pronto la cortó el Borussia y se adueñó del balón (62% de posesión) y de las oportunidades de gol. Primero fue Aubameyang, a los diez minutos, que falló delante de Ederson; pocos después fue Dembele, quien falló en el último metro y otra vez Aubameyang, en una indecisión de Ederson.
La buena noticia para el Benfica era que su portero seguía en el campo, porque en el minuto 40 le arreó un patadón a Dembélé en una mala salida del área, pero el árbitro dijo que no era nada. Hace tres días, hizo lo mismo en la liga portuguesa y fue expulsado.
El empate a cero a final de la primera parte era un buen resultado para el Benfica, que se limitó a resistir en los minutos finales, y sin la mordiente inicial del ataque.
Pero gana quien marca, y ese fue el Benfica, a los tres minutos de la reanudación, y en un córner. Hace tiempo que los equipo alemanes dejaron de ser murallas aéreas, ahora son incluso débiles, como demostró primero Luisão, que se adelantó a los defensa, y luego Mitroglou que aprovechó su primera y única ocasión para llevar el balón a la red. En su primera ocasión, gol del griego, en un partido en que estuvo siempre luchando en solitario, pues su pareja, el goleador Jonas, ni siquiera fue convocado, otra vez lesionado.
Con esa ventaja inesperada, Rui Vitória decidió reforzar su centro del campo, controlar el partido y llegar con esa ventaja mínima pero jugosa al partido de vuelta. Lo consiguió, pero gracias a su portero Ederson, que en este tiempo sí justificó su buena fama con tres grandes intervenciones, una de ellas a un penalti de Aubameyang. Solo el portero brasileño pudo contener las oleadas del equipo alemán, que no tuvo su día en los metros finales.